Investigación de National Geographic
Homínidos similares a los humanos enterraban a sus muertos y tallaban símbolos 100.000 años antes que el Homo Sapiens
![[Img #24332]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/06_2023/7822_screenshot-2023-06-09-at-15-57-38-el-hallazgo-de-las-tumbas-mas-antiguas-de-la-prehistoria-sacude-los-cimientos-de-la-evolucion-humana.png)
100,000 años antes que el Homo sapiens, una especie extinta de homínidos ya practicaba el entierro de sus muertos y la creación de símbolos con significado, según revelan nuevas pruebas encontradas por un equipo de investigadores. Estas conductas, que se creían exclusivas de homínidos con cerebros más grandes, como el Homo sapiens, fueron llevadas a cabo por una especie perteneciente a la tribu zoológica de los Hominini.
Durante la exploración de las cavernas del sistema Rising Star en Sudáfrica, el paleontropólogo y explorador residente de National Geographic, Lee Berger, y su equipo han descubierto los restos de adultos y niños pertenecientes a la especie Homo naledi en las cámaras del sistema de cuevas.
Los cuerpos de los niños, muchos de los cuales tenían menos de 13 años, fueron encontrados en posición fetal, lo que indica un entierro intencionado. Estos hallazgos, impulsados por la National Geographic Society, datan de al menos 100.000 años antes de los entierros realizados por el Homo sapiens. Esto convierte a los entierros del Homo naledi en algunos de los más antiguos de la historia de los homínidos y sugiere que no solo los homínidos con cerebros más grandes, como el Homo Sapiens, llevaban a cabo este tipo de prácticas.
Además, el equipo descubrió símbolos grabados en las paredes de las cuevas, con una antigüedad estimada entre 241,000 y 335,000 años. Estos símbolos incluyen formas geométricas y líneas cruzadas, realizadas mediante el uso repetido de una herramienta afilada. Estos símbolos representan la transmisión y el registro de información, lo cual se considera un paso cognitivo importante en la evolución humana. Según National Geographic, estos hallazgos sugieren que el Homo naledi practicaba entierros intencionales, utilizaba símbolos y realizaba actividades con significado. Esto lleva a la inevitable conclusión de que esta especie de antiguos parientes humanos con cerebros más pequeños llevaba a cabo prácticas complejas relacionadas con la muerte.
En palabras de Berger: "Estos descubrimientos recientes indican que el Homo naledi practicaba entierros intencionales, utilizaba símbolos y realizaba actividades con significado. Parece ser una conclusión inevitable que, en conjunto, sugieren que esta especie antigua no solo no es única en el desarrollo de prácticas simbólicas, sino que es posible que ni siquiera haya sido la inventora de tales comportamientos".
El misterio del 'Homo naledi'
El Homo naledi es una especie extinta de homínidos que fue descubierta en 2013 en la Cámara Dinaledi de las cuevas de Rising Star, en Sudáfrica. Fue nombrada así en honor al término "naledi", que significa "estrella" en el idioma local sesotho. El Homo naledi es considerado un miembro primitivo del género Homo y presenta características tanto primitivas como derivadas.
Los restos fósiles de Homo naledi son notables porque representan una mezcla única de rasgos anatómicos primitivos y características más modernas. Por ejemplo, posee una capacidad craneal pequeña, similar a la de homínidos más antiguos, pero también presenta rasgos más similares a los del Homo sapiens en su cráneo y manos.
Uno de los aspectos más interesantes del descubrimiento del Homo naledi es el contexto en el que se encontraron los fósiles. Las cuevas de Rising Star son difíciles de acceder, lo que plantea preguntas sobre cómo y por qué los restos humanos llegaron allí. Además, el hecho de que los cuerpos hayan sido colocados en posición fetal sugiere un comportamiento intencional de entierro, que anteriormente se pensaba que solo estaba asociado con homínidos de cerebros más grandes, como el Homo sapiens.
El Homo naledi ha despertado un gran interés en la comunidad científica debido a su importancia para comprender la evolución humana y el comportamiento cultural. Su descubrimiento desafía algunas de las ideas preconcebidas sobre los homínidos y muestra la complejidad y diversidad de nuestros antepasados humanos.
100,000 años antes que el Homo sapiens, una especie extinta de homínidos ya practicaba el entierro de sus muertos y la creación de símbolos con significado, según revelan nuevas pruebas encontradas por un equipo de investigadores. Estas conductas, que se creían exclusivas de homínidos con cerebros más grandes, como el Homo sapiens, fueron llevadas a cabo por una especie perteneciente a la tribu zoológica de los Hominini.
Durante la exploración de las cavernas del sistema Rising Star en Sudáfrica, el paleontropólogo y explorador residente de National Geographic, Lee Berger, y su equipo han descubierto los restos de adultos y niños pertenecientes a la especie Homo naledi en las cámaras del sistema de cuevas.
Los cuerpos de los niños, muchos de los cuales tenían menos de 13 años, fueron encontrados en posición fetal, lo que indica un entierro intencionado. Estos hallazgos, impulsados por la National Geographic Society, datan de al menos 100.000 años antes de los entierros realizados por el Homo sapiens. Esto convierte a los entierros del Homo naledi en algunos de los más antiguos de la historia de los homínidos y sugiere que no solo los homínidos con cerebros más grandes, como el Homo Sapiens, llevaban a cabo este tipo de prácticas.
Además, el equipo descubrió símbolos grabados en las paredes de las cuevas, con una antigüedad estimada entre 241,000 y 335,000 años. Estos símbolos incluyen formas geométricas y líneas cruzadas, realizadas mediante el uso repetido de una herramienta afilada. Estos símbolos representan la transmisión y el registro de información, lo cual se considera un paso cognitivo importante en la evolución humana. Según National Geographic, estos hallazgos sugieren que el Homo naledi practicaba entierros intencionales, utilizaba símbolos y realizaba actividades con significado. Esto lleva a la inevitable conclusión de que esta especie de antiguos parientes humanos con cerebros más pequeños llevaba a cabo prácticas complejas relacionadas con la muerte.
En palabras de Berger: "Estos descubrimientos recientes indican que el Homo naledi practicaba entierros intencionales, utilizaba símbolos y realizaba actividades con significado. Parece ser una conclusión inevitable que, en conjunto, sugieren que esta especie antigua no solo no es única en el desarrollo de prácticas simbólicas, sino que es posible que ni siquiera haya sido la inventora de tales comportamientos".
El misterio del 'Homo naledi'
El Homo naledi es una especie extinta de homínidos que fue descubierta en 2013 en la Cámara Dinaledi de las cuevas de Rising Star, en Sudáfrica. Fue nombrada así en honor al término "naledi", que significa "estrella" en el idioma local sesotho. El Homo naledi es considerado un miembro primitivo del género Homo y presenta características tanto primitivas como derivadas.
Los restos fósiles de Homo naledi son notables porque representan una mezcla única de rasgos anatómicos primitivos y características más modernas. Por ejemplo, posee una capacidad craneal pequeña, similar a la de homínidos más antiguos, pero también presenta rasgos más similares a los del Homo sapiens en su cráneo y manos.
Uno de los aspectos más interesantes del descubrimiento del Homo naledi es el contexto en el que se encontraron los fósiles. Las cuevas de Rising Star son difíciles de acceder, lo que plantea preguntas sobre cómo y por qué los restos humanos llegaron allí. Además, el hecho de que los cuerpos hayan sido colocados en posición fetal sugiere un comportamiento intencional de entierro, que anteriormente se pensaba que solo estaba asociado con homínidos de cerebros más grandes, como el Homo sapiens.
El Homo naledi ha despertado un gran interés en la comunidad científica debido a su importancia para comprender la evolución humana y el comportamiento cultural. Su descubrimiento desafía algunas de las ideas preconcebidas sobre los homínidos y muestra la complejidad y diversidad de nuestros antepasados humanos.