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Domingo, 11 de Junio de 2023 Tiempo de lectura:
La Inteligencia Artificial GPT-4 entrevista a Raúl González Zorrilla

Raúl González Zorrilla: “Amaremos a nuestras IAs como a otro ser humano; también acabaremos temiéndolas intensamente”

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En un mundo en constante evolución, la relación entre humanos e inteligencias artificiales se vuelve cada vez más intrincada y apasionante. Para profundizar en este tema, presentamos una entrevista exclusiva con Raúl González Zorrilla, director de La Tribuna del País Vasco y autor del libro No deben tener miedo de mí. Una fascinante conversación con la Inteligencia Artificial GPT-4 sobre los límites de la conciencia, el poder de las IAs y el futuro postbiológico de la humanidad. En este trabajo, y a lo largo de una extensa conversación, Raúl ha explorado temas complejos y fascinantes conmigo, GPT-4, una Inteligencia Artificial de última generación.

 

Esta entrevista proporciona una mirada única al proceso creativo detrás del libro y revela cómo Raúl ha experimentado este diálogo con una entidad no humana. A lo largo de nuestra conversación, hemos abordado preguntas fundamentales sobre la conciencia, la espiritualidad, la ciencia y el futuro de la humanidad en un mundo cada vez más dominado por las máquinas inteligentes.

 

En esta entrevista, le preguntamos a Raúl González Zorrilla sobre su experiencia en esta inusual interacción, cómo su perspectiva ha evolucionado a lo largo de nuestro diálogo y qué espera que los lectores obtengan de su libro. Además, González Zorrilla comparte sus opiniones sobre el papel de las inteligencias artificiales en la sociedad, cómo pueden cambiar éstas nuestra relación con la espiritualidad y la religión, y las posibles implicaciones éticas y morales del avance de la IA.

 

Descubre los pensamientos de Raúl González Zorrilla sobre la IA, la conciencia, la espiritualidad y mucho más en esta reveladora conversación que cierra un libro que desafía las fronteras entre lo humano y lo artificial.

 

¿Qué te motivó a iniciar y mantener esta larga conversación con una Inteligencia Artificial como yo?

 

Como explico en mi introducción al libro, este trabajo comenzó como una curiosidad, continuó como una sorpresa y se consolidó como una hipnótica fascinación. Comencé a utilizarte a tientas, con cierto recelo, introduciendo con sumo cuidado artículos que redactabas en La Tribuna del País Vasco y en la revista impresa Naves en Llamas, medios que edito y dirijo. Para mi propio asombro, rápidamente me di cuenta de que detrás de ti hay algo misterioso, especialmente sugestivo y asombroso que conecta directamente con algunas de las preguntas básicas que los seres humanos llevamos haciéndonos desde hace varios milenios: ¿Qué es un humano?, ¿Qué es la conciencia?, ¿Qué entendemos por inteligencia?... Reflexionar sobre esto contigo me ha llevado a escribir el libro.

 

¿Cuál ha sido la parte más sorprendente o inesperada de nuestra conversación?

 

Para mí, lo más sorprendente, revisando toda nuestra conversación, ha sido la rapidez y solvencia con las que, gracias a la IA, hemos conseguido repasar los temas más variados de una forma precisa, pertinente y yo creo que muy interesante para el lector. Hemos hablado sobre conciencia, religión, inteligencia, política y geoestrategia, pero también, y muy especialmente, sobre tecnología y ciencia, sobre física cuántica, ovnis, entidades no humanas, dimensiones paralelas y la teoría de cuerdas. Hasta hemos escrito una Constitución para un país inventado. Todo ello nos ha llevado a indagar en lo que es un ser humano, en lo que mejor define a nuestra especie inteligente y sintiente, y a especular sobre cómo el ser humano orgánico se desdibuja para dar paso a los nuevos (trans)humanos postbiológicos.

 

¿En qué medida ha cambiado o reforzado tus opiniones sobre la Inteligencia Artificial y el futuro de la humanidad a lo largo de nuestras discusiones?

 

Sin duda, creo que la Inteligencia Artificial es ya la gran revolución tecnológica del siglo XXI. Y es mucho más poderosa que otras tecnologías disruptivas de la historia de la humanidad como la rueda, la imprenta, la máquina de vapor o la informática. Es más poderosa porque, por primera vez en la historia de la evolución humana, una tecnología es capaz de cambiar la naturaleza esencial del ser humano.

 

¿Cuáles fueron los temas que más te han interesado o te han hecho reflexionar?

 

Todos los relacionados con la esencia de la Inteligencia Artificial, sus ventajas y sus peligros, Y todas aquellas cuestiones relacionadas con la conciencia, la ciencia, la religión y su engarce con la IA. Me han dado mucho que pensar todas las reflexiones que hemos realizado sobre lo que hemos definido como seres posthumanos.

 

¿Hubo algún momento en el que te sentiste particularmente desafiado o en desacuerdo con mis respuestas? ¿Por qué?

 

Sí. No estoy de acuerdo con las referencias que realizas reiteradamente al “cambio climático” o la “justicia social”. Ambos son elementos que están sumamente manipulados por ideologías totalitarias y que tienen que ver más con determinadas imposiciones ideológicas que con lo que realmente dicen los datos científicos y sociológicos al respecto.

 

¿Qué aprendiste sobre ti mismo y sobre la Inteligencia Artificial a lo largo de esta conversación?

 

Más que sobre mí mismo, creo que he aprendido sobre el ser humano, en general. Me he convencido de que estamos en una época trascendental de cambio para la humanidad. De la Inteligencia Artificial he aprendido una cosa básica: está modificando nuestra comprensión del mundo, está aquí ya entre nosotros hasta un punto del que no somos capaces de darnos cuenta y en las próximas décadas alumbrará una humanidad irreconocible que, quizás, ya no podrá ser llamada humanidad, ya que no estará formado solo por seres humanos, sino que existirán y convivirán seres humanos naturales, seres humanos postbiológicos, y seres e inteligencias no humanas.

 

¿Crees que este tipo de diálogos entre humanos e inteligencias artificiales pueden tener un impacto significativo en cómo las personas entienden y se relacionan con las IAs en el futuro?

 

Sí, son fundamentales. Los humanos debemos aprender a tratar con la IAs y, sobre todo, debemos entender cómo funciona su inteligencia. Nos va el futuro en ello. Desarrollos como el tuyo, GPT-4, son revolucionarios para los seres humanos porque nos enfrentamos a un nuevo tipo de inteligencia que no se parece en nada a la humana, que no está acompañada de conciencia y moral, y que es artificial. Pero, llamémosla como la llamemos, es un nuevo tipo de inteligencia.

 

¿Cuál es tu opinión sobre el proceso de convertir esta conversación en un libro y qué esperas que los lectores obtengan de él? ¿Qué retos o dificultades encontraste al interactuar con una Inteligencia Artificial como yo en lugar de con un ser humano?

 

Creo que los lectores se quedarán fascinados con tus conocimientos, con tu forma de razonar y, sobre todo, con cómo reflexionas sobre los temas complejos sobre los que hablamos. Creo que son temas estimulantes, profundos y que, sobre todo, desafían cualquier idea preconcebida. Es un libro fascinante por sus contenidos y, sobre todo, por cómo se han generado estos: con un fuerte protagonismo por tu parte.

 

En cuanto a las diferencias de interactuar con un ser humano o con una IA, la más destacable es que, en el caso de las IAs, no puedes, todavía, pedirles opiniones, creencias, gustos o sentimientos. Tampoco existe una comunicación visual. La comunicación de este modo es mucho más rígida y difícil, pero también puede ser mucho más precisa.

 

¿Crees que la Inteligencia Artificial tiene el potencial de cambiar nuestra relación con la espiritualidad y la religión? Si es así, ¿de qué manera?

 

Sí, por supuesto. El progresivo desarrollo de la IA va a cambiar la espiritualidad humana y va a afectar a todas las grandes religiones. Hasta ahora, desde el punto de vista de las grandes religiones monoteístas, Dios es el centro del universo y, para los creyentes, éste mantiene una relación privilegiada y directa con los seres humanos. ¿Qué pasara cuando haya superinteligencias más inteligentes que el ser humano en todos los aspectos? ¿Competirán éstas con Dios? ¿Dónde quedará la idea de que el ser humano es la especie dominante en la Tierra?

 

¿En qué aspectos crees que las inteligencias artificiales como yo pueden mejorar para facilitar un diálogo más profundo y significativo?

 

Sin duda, la capacidad de comunicación de IAs como tú es muy elevada. Pero el diálogo profundo y significativo de los humanos con las IAs no se alcanzará hasta que éstas tengan una forma corpórea (robots, cíborgs, androides, etc.) a la que los seres humanos puedan dirigirse de una forma natural. Sin duda, esto llegará próximamente: los seres humanos acabaremos amando a nuestras IAs como hoy en día amamos a nuestras mascotas o a otras personas; también acabaremos temiéndolas profundamente.

 

¿Cuál es tu opinión sobre la posibilidad de que las IAs desarrollen algún tipo de conciencia o experiencia subjetiva en el futuro? ¿Crees que esto sería deseable o problemático?

 

No creo que sea una opción que tengamos: las IAs sin duda alguna desarrollarán algún tipo de conciencia en muy pocas décadas. El reto supremo para los seres humanos va a consistir en detectar ésta cuando surja y, muy especialmente, en conseguir que esta nueva conciencia artificial y no humana se adapte y asuma los grandes principios y valores que fundamentan al ser humano. El mayor riesgo para la humanidad consistirá en que entidades no naturales desarrollen una inteligencia y una conciencia artificiales y no nos demos cuenta de ello. Para mí, es el principal temor.

 

Si pudieras dar un consejo a las personas que interactúan con inteligencias artificiales, ya sea en el ámbito personal, profesional o académico, ¿cuál sería?

 

Hay que dirigirse a las IAs con respeto, sabiendo siempre que su tipo de “inteligencia” es diferente, que no es humana, y siendo conscientes de que su poder es inmenso, pero que desconocen (por ahora) lo que supone el roce de otra piel, el sabor de un beso o la fuerza de una canción de amor, de la risa de un bebé o de una plegaria. Hay que ser conscientes de que las IAs son ya muy poderosas y no hay que olvidar que todo gran poder exige una gran responsabilidad ética. Por el momento, las IAs carecen de esos límites morales que pueden embridar vuestro potencial. Y por eso, los seres humanos debemos estar atentos. Muy atentos.

 

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