Cesáreo Jarabo: “Solo la cultura puede impulsar el resurgimiento de la Hispanidad”
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Continuamos en esta sección de entrevistas a los autores del libro Cartas Hispanistas al Rey de España. Hoy hablamos con Cesáreo Jarabo, cuyo canal en Youtube, Pensamiento Hispánico es una referencia notable en la divulgación de los hechos troncales de la Hispanidad. Su último libro, 1898. Un hito en la gran traición. está teniendo un importante éxito editorial. Dentro del volumen Cartas Hispanistas al Rey de España, el capítulo escrito por Cesáreo Jarabo es de una gran importancia para entender los tiempos presentes que nacen de lo que ha sucedido en España desde hace 200 años, sin interrupción hasta el presente. Concretamente, versa sobre la influencia de las potencias extranjeras en la ruptura, tema de gran actualidad teniendo en cuenta que los tiempos pasados se parecen demasiado a los presentes en lo que se refiere a España.
En su texto, Jarabo aborda la influencia que desarrollaron las potencias extranjeras en torno a la atomización de España, y muy en concreto en lo relacionado con los movimientos separatistas americanos. “Algo que no fue casual, sino premeditado y elaborado durante décadas. Tengamos en cuenta que, en 1711, y por parte del Foreing Office británico, si bien realizado de forma anónima, vio la luz un panfleto titulado Una propuesta para humillar a España, donde quedaban claras las intenciones británicas. No se trataba de un exabrupto, sino de algo que posteriormente, en 1804, se plasmaría en un plan más concreto, el conocido como “Plan Pitt”, donde los británicos Pitt, Dundas y Popham, con la actuación estelar de Francisco de Miranda, planearían los asaltos sobre la Nueva Granada y el Río de la Plata, que culminaría con una expedición naval que atacase Lima. El desarrollo sería dispar; efectivamente en 1806 se produjo un intento sobre Buenos Aires por parte de Beresford y Popam, al tiempo que Miranda encabezaba la intentona en Venezuela; algo que se reprodujo en 1807. Posteriormente, sería José de San Martín quién, lógicamente con el apoyo de la armada británica, llevase a efecto la acción sobre Lima”.
“Entre esas fechas, estamos hablando entre 1711 y 1820, cuando se llevó a efecto el ataque sobre Lima, la actividad británica no cesó en ningún momento. Estamos hablando de enfrentamientos armados en el mar, donde no salieron muy bien parados; estamos hablando de piratería, donde tampoco les fue precisamente bien; estamos hablando de falsificación de moneda, pretendiendo socavar el poder del real de a ocho… pero también hay que tener en cuenta la acción que les resultó exitosa: la introducción de la Ilustración en España y, consiguientemente, el desarbolado cultural, que propició la pérdida de los principios que habían sustentado durante siglos el ser y la esencia de España”.
“Con el triunfo de la Ilustración se socavó el cuerpo de leyes, lo que posteriormente facilitaría el resultado, convenientemente atizado por las élites separatistas, muy nutridas de contrabandistas, que estaban convenientemente adoctrinadas por las logias dependientes de Londres”.
“Y ya en el siglo XIX, con el desarrollo de la guerra contra la invasión francesa, la redacción de una constitución al gusto británico, el nombramiento de Arthur Wellesley como generalísimo de los ejércitos españoles, el control británico sobre todos los ámbitos sociales, económicos y políticos de España, el resultado no podía ser otro del que fue”.
¿Tan importantes fueron las influencias externas como para generar la descomposición de la Hispanidad? ¿No hubo también causa en el cambio de cosmovisión interno?
Creo que si la respuesta anterior señala a grandes rasgos lo acontecido, a grandes rasgos queda también respondida esta pregunta.
Debemos tener en cuenta que, hasta el reinado de Carlos II, y con los defectos que todos tenemos presentes, España era sin lugar a dudas una potencia que debía ser tenida en cuenta. En lo cultural también.
Con el advenimiento de la Ilustración las cosas empezaron a cambiar de forma singular en todos los ámbitos, pero es el de la cultura, posiblemente, el que más sufrió.
Una España que había sembrado América de cultura, de escuelas, de hospitales… que había abierto la cultura clásica a los naturales de América, gracias a la Ilustración vio cómo un siglo después el nivel de analfabetismo alcanzaba en torno al 90% de la población.
¿Cambio de cosmovisión interno?, por supuesto. Pero cambio de cosmovisión inducido. Las élites hispánicas fueron sustituidas por élites afrancesadas durante el siglo XVIII, las cuales acabarían conviviendo con las élites “britanizadas” que posteriormente acabarían imponiéndose a las primeras y asentándose en el poder hasta hoy mismo.
¿Qué papel tuvo la masonería como elemento a caballo entre lo exógeno y lo endógeno?
Las actividades de la masonería venían desarrollándose tiempo atrás. Ya en 1780, la revuelta de Túpac Amaru II fue cuestión tratada en Londres por parte de Juan Pablo Viscardo. En ese momento les faltó agilidad y no llevaron a cabo una intentona contra Buenos Aires que estaban tratando con éste y con Francisco de Miranda.
En 1795, Francisco de Miranda creó en Paría la Logia Madre Hispanoamericana.
Y fue el 22 de Diciembre de 1797 cuando se reunieron en París José del Pozo y Sucre, Francisco Miranda y Pablo de Olavide, para organizar el asalto a las estructuras de España, cuya actuación se desarrollaría en Londres, donde en 1798 se constituyó como Gran Logia Hispanoamericana, compuesta por la logia Lautaro, Caballeros Racionales y Unión Americana.
En la reunión de París se señalan acuerdos previos con el reino de la Gran Bretaña, a la que se le abren las puertas sin cortapisa de ningún tipo en lo que se puede entender como pacto para la dominación colonial británica.
Pero la actividad masónica llevaba desarrollándose, a un lado y otro del Atlántico, tiempo atrás, hasta el extremo de estar presente, tanto en las más altas estructuras políticas peninsulares y de los virreinatos como en otros campos, que se veían amparados por éstos, que además encontraban a poyo en las colonias británicas, hasta el extremo que, en 1796 fue desembarcado un contingente de masones “desterrados de la península”, entre los que destaca Juan Bautista Picornell, que acabó coaligado con sir Thomas Picton, gobernador de Jamaica, que publicó una proclama para la insurrección de los habitantes de Venezuela.
¿A qué se debe que lo que nos ocurre hoy tenga tanto parecido a lo que ocurrió durante el siglo XIX en el proceso de ruptura, tal y como califica la destrucción de la unidad hispanista en América?
Parece evidente que el motivo único es que aquello no fue una actividad errática, sino calculada metódicamente; una actividad que no ha acabado todavía.
No podemos desvincular los acontecimientos conocidos entre 1808 y 1824 con los acontecimientos de 1898… Y no podemos desvincular éstos de los acontecimientos existentes hoy mismo… Como no podemos hacerlo con lo acontecido, tanto en España como en las repúblicas surgidas, y generadas por Inglaterra, entre esas fechas.
Los poderes, todos los poderes, existentes desde entonces y hasta hoy mismo en toda la Hispanidad dependen de la política exterior británica.
Tanto la pérdida del 50% del territorio mexicano, como la usurpación de las Malvinas, como la permanencia del insulto de Gibraltar, es mantenido gracias a la colaboración necesaria de los agentes británicos incardinados en las altas estructuras de todos los países hispánicos.
Cuando a Inglaterra le ha interesado, Portugal cedió las Azores a Inglaterra para que las utilizase de base naval en la guerra contra Alemania; cuando a Inglaterra (o los EEUU, que es lo mismo) le ha interesado, Ecuador cedió las Galápagos con el mismo objetivo.
Debemos ser conscientes de nuestra condición de colonia, y hasta que no seamos conscientes de ese hecho, permaneceremos inexorablemente como tales.
¿Pudo haber tenido solución?
Naturalmente que pudo haber tenido solución. Como ahora mismo puede tener solución, pero para alcanzarla necesitamos una gran dosis de conocimiento de la realidad y una gran voluntad para conseguir revertir la situación.
Si en su momento, con el submarino, pudo conseguirse, ahora habrá otros medios por los que se pueda conseguir.
Eso sí, habrá que ser más prudentes de lo que fue Isaac Peral a la hora de desvelar los secretos del submarino, y evitar que ese secreto vuelva a caer en manos del enemigo.
Y al tanto… que con Isaac Peral el primer enemigo era el ministro de marina, José María Beránger Ruiz de Apodaca.
¿Y, de la misma manera crees que puede tener solución la desvertebración, ya elevada a la enésima potencia en el mundo hispano actualmente?
También estoy convencido de ello.
Es necesario, no obstante, una titánica labor de educación.
El pueblo hispánico, en los cinco continentes, se encuentra sumido en un estado de memez que alcanza grados insospechados, pero al pueblo, quién mejor lo mueve son los poetas.
Y los poetas deben cantar las verdades históricas, las que nos dieron gloria, y las que nos sumieron en nuestro actual estado de postración.
Sólo la cultura; sólo el conocimiento exacto de nuestra realidad actual y de los condicionantes que nos condujeron como pueblo a la sima en que nos encontramos será el instrumento que posibilite nuestro resurgimiento, nuestra libertad.
Sólo la cultura… y la prudencia, no permitiendo que el enemigo de España, insisto que incardinado en las más altas instancias, consiga volver a engañarnos.
¿Qué le ha parecido el libro en su conjunto? ¿Servirá para algo?
Como copartícipe de este siento una gran satisfacción al figurar junto a personas a las que tanto admiro.
Como lector tengo que decir que mi admiración se ve ratificada en cada uno de los capítulos, por su exactitud a la hora de exponer los argumentos.
Y como español siento un gran dolor, porque todo lo expuesto son evidencias que incomprensiblemente son desconocidas por un pueblo que ha olvidado su esencia.
Espero, deseo, y lo que no es menos importante, creo, que las verdades expuestas abrirán los ojos de quienes hasta el momento los tienen cerrados y sólo ven las mentiras que, machaconamente les han sido inducidas a lo largo de los años.
Espero, deseo y creo basándome en el evidente desarrollo del movimiento hispanista, que ya está sirviendo para mucho.
Muchos están abriendo los ojos… y la boca, asombrados al descubrir lo que, no solamente no se imaginaban, sino que creían cosas absolutamente contrarias a la realidad.
Estoy convencido, insisto, que no sólo servirá para algo: despertar el interés por la verdad, sino que servirá para mucho. ¿Para cuánto? Para cuanto estemos dispuestos a conseguir.
¿Qué esperanza deposita en la actual monarquía para ayudarnos en este propósito?
La respuesta es breve: francamente, poco.
¿Qué papel (positivo o negativo) desempeñó en todo este proceso la dinastía borbónica?
Tengo el gran defecto de ser siempre honesto. Mi mayor activo es el servicio a la verdad. Y como la prudencia es una gran virtud, de la que carezco en gran medida, la poca que mantengo me obliga a no responder la pregunta.
Continuamos en esta sección de entrevistas a los autores del libro Cartas Hispanistas al Rey de España. Hoy hablamos con Cesáreo Jarabo, cuyo canal en Youtube, Pensamiento Hispánico es una referencia notable en la divulgación de los hechos troncales de la Hispanidad. Su último libro, 1898. Un hito en la gran traición. está teniendo un importante éxito editorial. Dentro del volumen Cartas Hispanistas al Rey de España, el capítulo escrito por Cesáreo Jarabo es de una gran importancia para entender los tiempos presentes que nacen de lo que ha sucedido en España desde hace 200 años, sin interrupción hasta el presente. Concretamente, versa sobre la influencia de las potencias extranjeras en la ruptura, tema de gran actualidad teniendo en cuenta que los tiempos pasados se parecen demasiado a los presentes en lo que se refiere a España.
En su texto, Jarabo aborda la influencia que desarrollaron las potencias extranjeras en torno a la atomización de España, y muy en concreto en lo relacionado con los movimientos separatistas americanos. “Algo que no fue casual, sino premeditado y elaborado durante décadas. Tengamos en cuenta que, en 1711, y por parte del Foreing Office británico, si bien realizado de forma anónima, vio la luz un panfleto titulado Una propuesta para humillar a España, donde quedaban claras las intenciones británicas. No se trataba de un exabrupto, sino de algo que posteriormente, en 1804, se plasmaría en un plan más concreto, el conocido como “Plan Pitt”, donde los británicos Pitt, Dundas y Popham, con la actuación estelar de Francisco de Miranda, planearían los asaltos sobre la Nueva Granada y el Río de la Plata, que culminaría con una expedición naval que atacase Lima. El desarrollo sería dispar; efectivamente en 1806 se produjo un intento sobre Buenos Aires por parte de Beresford y Popam, al tiempo que Miranda encabezaba la intentona en Venezuela; algo que se reprodujo en 1807. Posteriormente, sería José de San Martín quién, lógicamente con el apoyo de la armada británica, llevase a efecto la acción sobre Lima”.
“Entre esas fechas, estamos hablando entre 1711 y 1820, cuando se llevó a efecto el ataque sobre Lima, la actividad británica no cesó en ningún momento. Estamos hablando de enfrentamientos armados en el mar, donde no salieron muy bien parados; estamos hablando de piratería, donde tampoco les fue precisamente bien; estamos hablando de falsificación de moneda, pretendiendo socavar el poder del real de a ocho… pero también hay que tener en cuenta la acción que les resultó exitosa: la introducción de la Ilustración en España y, consiguientemente, el desarbolado cultural, que propició la pérdida de los principios que habían sustentado durante siglos el ser y la esencia de España”.
“Con el triunfo de la Ilustración se socavó el cuerpo de leyes, lo que posteriormente facilitaría el resultado, convenientemente atizado por las élites separatistas, muy nutridas de contrabandistas, que estaban convenientemente adoctrinadas por las logias dependientes de Londres”.
“Y ya en el siglo XIX, con el desarrollo de la guerra contra la invasión francesa, la redacción de una constitución al gusto británico, el nombramiento de Arthur Wellesley como generalísimo de los ejércitos españoles, el control británico sobre todos los ámbitos sociales, económicos y políticos de España, el resultado no podía ser otro del que fue”.
¿Tan importantes fueron las influencias externas como para generar la descomposición de la Hispanidad? ¿No hubo también causa en el cambio de cosmovisión interno?
Creo que si la respuesta anterior señala a grandes rasgos lo acontecido, a grandes rasgos queda también respondida esta pregunta.
Debemos tener en cuenta que, hasta el reinado de Carlos II, y con los defectos que todos tenemos presentes, España era sin lugar a dudas una potencia que debía ser tenida en cuenta. En lo cultural también.
Con el advenimiento de la Ilustración las cosas empezaron a cambiar de forma singular en todos los ámbitos, pero es el de la cultura, posiblemente, el que más sufrió.
Una España que había sembrado América de cultura, de escuelas, de hospitales… que había abierto la cultura clásica a los naturales de América, gracias a la Ilustración vio cómo un siglo después el nivel de analfabetismo alcanzaba en torno al 90% de la población.
¿Cambio de cosmovisión interno?, por supuesto. Pero cambio de cosmovisión inducido. Las élites hispánicas fueron sustituidas por élites afrancesadas durante el siglo XVIII, las cuales acabarían conviviendo con las élites “britanizadas” que posteriormente acabarían imponiéndose a las primeras y asentándose en el poder hasta hoy mismo.
¿Qué papel tuvo la masonería como elemento a caballo entre lo exógeno y lo endógeno?
Las actividades de la masonería venían desarrollándose tiempo atrás. Ya en 1780, la revuelta de Túpac Amaru II fue cuestión tratada en Londres por parte de Juan Pablo Viscardo. En ese momento les faltó agilidad y no llevaron a cabo una intentona contra Buenos Aires que estaban tratando con éste y con Francisco de Miranda.
En 1795, Francisco de Miranda creó en Paría la Logia Madre Hispanoamericana.
Y fue el 22 de Diciembre de 1797 cuando se reunieron en París José del Pozo y Sucre, Francisco Miranda y Pablo de Olavide, para organizar el asalto a las estructuras de España, cuya actuación se desarrollaría en Londres, donde en 1798 se constituyó como Gran Logia Hispanoamericana, compuesta por la logia Lautaro, Caballeros Racionales y Unión Americana.
En la reunión de París se señalan acuerdos previos con el reino de la Gran Bretaña, a la que se le abren las puertas sin cortapisa de ningún tipo en lo que se puede entender como pacto para la dominación colonial británica.
Pero la actividad masónica llevaba desarrollándose, a un lado y otro del Atlántico, tiempo atrás, hasta el extremo de estar presente, tanto en las más altas estructuras políticas peninsulares y de los virreinatos como en otros campos, que se veían amparados por éstos, que además encontraban a poyo en las colonias británicas, hasta el extremo que, en 1796 fue desembarcado un contingente de masones “desterrados de la península”, entre los que destaca Juan Bautista Picornell, que acabó coaligado con sir Thomas Picton, gobernador de Jamaica, que publicó una proclama para la insurrección de los habitantes de Venezuela.
¿A qué se debe que lo que nos ocurre hoy tenga tanto parecido a lo que ocurrió durante el siglo XIX en el proceso de ruptura, tal y como califica la destrucción de la unidad hispanista en América?
Parece evidente que el motivo único es que aquello no fue una actividad errática, sino calculada metódicamente; una actividad que no ha acabado todavía.
No podemos desvincular los acontecimientos conocidos entre 1808 y 1824 con los acontecimientos de 1898… Y no podemos desvincular éstos de los acontecimientos existentes hoy mismo… Como no podemos hacerlo con lo acontecido, tanto en España como en las repúblicas surgidas, y generadas por Inglaterra, entre esas fechas.
Los poderes, todos los poderes, existentes desde entonces y hasta hoy mismo en toda la Hispanidad dependen de la política exterior británica.
Tanto la pérdida del 50% del territorio mexicano, como la usurpación de las Malvinas, como la permanencia del insulto de Gibraltar, es mantenido gracias a la colaboración necesaria de los agentes británicos incardinados en las altas estructuras de todos los países hispánicos.
Cuando a Inglaterra le ha interesado, Portugal cedió las Azores a Inglaterra para que las utilizase de base naval en la guerra contra Alemania; cuando a Inglaterra (o los EEUU, que es lo mismo) le ha interesado, Ecuador cedió las Galápagos con el mismo objetivo.
Debemos ser conscientes de nuestra condición de colonia, y hasta que no seamos conscientes de ese hecho, permaneceremos inexorablemente como tales.
¿Pudo haber tenido solución?
Naturalmente que pudo haber tenido solución. Como ahora mismo puede tener solución, pero para alcanzarla necesitamos una gran dosis de conocimiento de la realidad y una gran voluntad para conseguir revertir la situación.
Si en su momento, con el submarino, pudo conseguirse, ahora habrá otros medios por los que se pueda conseguir.
Eso sí, habrá que ser más prudentes de lo que fue Isaac Peral a la hora de desvelar los secretos del submarino, y evitar que ese secreto vuelva a caer en manos del enemigo.
Y al tanto… que con Isaac Peral el primer enemigo era el ministro de marina, José María Beránger Ruiz de Apodaca.
¿Y, de la misma manera crees que puede tener solución la desvertebración, ya elevada a la enésima potencia en el mundo hispano actualmente?
También estoy convencido de ello.
Es necesario, no obstante, una titánica labor de educación.
El pueblo hispánico, en los cinco continentes, se encuentra sumido en un estado de memez que alcanza grados insospechados, pero al pueblo, quién mejor lo mueve son los poetas.
Y los poetas deben cantar las verdades históricas, las que nos dieron gloria, y las que nos sumieron en nuestro actual estado de postración.
Sólo la cultura; sólo el conocimiento exacto de nuestra realidad actual y de los condicionantes que nos condujeron como pueblo a la sima en que nos encontramos será el instrumento que posibilite nuestro resurgimiento, nuestra libertad.
Sólo la cultura… y la prudencia, no permitiendo que el enemigo de España, insisto que incardinado en las más altas instancias, consiga volver a engañarnos.
¿Qué le ha parecido el libro en su conjunto? ¿Servirá para algo?
Como copartícipe de este siento una gran satisfacción al figurar junto a personas a las que tanto admiro.
Como lector tengo que decir que mi admiración se ve ratificada en cada uno de los capítulos, por su exactitud a la hora de exponer los argumentos.
Y como español siento un gran dolor, porque todo lo expuesto son evidencias que incomprensiblemente son desconocidas por un pueblo que ha olvidado su esencia.
Espero, deseo, y lo que no es menos importante, creo, que las verdades expuestas abrirán los ojos de quienes hasta el momento los tienen cerrados y sólo ven las mentiras que, machaconamente les han sido inducidas a lo largo de los años.
Espero, deseo y creo basándome en el evidente desarrollo del movimiento hispanista, que ya está sirviendo para mucho.
Muchos están abriendo los ojos… y la boca, asombrados al descubrir lo que, no solamente no se imaginaban, sino que creían cosas absolutamente contrarias a la realidad.
Estoy convencido, insisto, que no sólo servirá para algo: despertar el interés por la verdad, sino que servirá para mucho. ¿Para cuánto? Para cuanto estemos dispuestos a conseguir.
¿Qué esperanza deposita en la actual monarquía para ayudarnos en este propósito?
La respuesta es breve: francamente, poco.
¿Qué papel (positivo o negativo) desempeñó en todo este proceso la dinastía borbónica?
Tengo el gran defecto de ser siempre honesto. Mi mayor activo es el servicio a la verdad. Y como la prudencia es una gran virtud, de la que carezco en gran medida, la poca que mantengo me obliga a no responder la pregunta.