La atención pública está puesta en la Casa Blanca, hogar del presidente de Estados Unidos, tras el descubrimiento de cocaína dentro de sus instalaciones. "El lugar del hallazgo es una zona de mucho tráfico, frecuentada por numerosos visitantes del ala oeste", mencionó Karine Jean-Pierre, la portavoz de la Casa Blanca, durante una conferencia de prensa.

Jean-Pierre aseguró que la investigación está siendo llevada a cabo por el Servicio Secreto y espera que las indagaciones lleguen a una resolución satisfactoria. También se abstuvo de hacer conjeturas acerca de los posibles responsables.

Paralelamente, la Casa Blanca está gestionando el escándalo mediático. La ubicación donde se encontró la cocaína está anexa a la mansión ejecutiva en la que residen el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden.

El incidente comenzó cuando agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos encontraron un polvo sospechoso durante una inspección de rutina en la residencia presidencial. La cocaína se encontraba en una pequeña bolsa de plástico transparente en un casillero ubicado en la entrada del ala oeste, donde los visitantes dejan sus dispositivos electrónicos y otros objetos antes de realizar las visitas.

Esta área de la Casa Blanca es accesible para amigos y familiares de los empleados de la residencia presidencial. Aquellas personas que no son parte del personal deben dejar sus objetos electrónicos y otras pertenencias en los casilleros de almacenamiento antes de realizar las visitas.

Los detalles del descubrimiento fueron proporcionados a la agencia de noticias estadounidense Associated Press por tres individuos que pidieron mantener su anonimato, dado que se está llevando a cabo una investigación del Servicio Secreto. Los agentes encargados de la investigación están revisando los registros de visitantes y observando las grabaciones de las cámaras para identificar a los responsables.

Tras el hallazgo, la Casa Blanca fue evacuada alrededor de las 20:45 (hora local) del domingo. Equipos de bomberos y emergencias fueron desplegados a la residencia presidencial, donde se realizó una prueba rápida que identificó preliminarmente la presencia de cocaína.

El Servicio Secreto declaró en un comunicado que la evacuación fue necesaria como medida de precaución mientras se investigaba el incidente. Se solicitó la presencia del departamento de bomberos del Distrito de Columbia para asegurar que la sustancia no fuera peligrosa.

Este incidente sin precedentes ha causado una gran conmoción y ha puesto a la Casa Blanca en manos del Partido Demócrata en el centro de una nueva controversia pública.