Elisabete Etxanobe Landajuela
Elisabete Etxanobe Landajuela ha sido nombrada esta semana diputada general de Vizcaya, tras las elecciones del 28 de mayo. Es la primera mujer en el cargo de la historia reciente de esta institución. Desde 1979, fecha de las primeras elecciones municipales y forales de la democracia instaurada tras el fallecimiento del general Franco, ha habido cinco diputados generales de Vizcaya, todos varones y todos, como Elisabete que hace la sexta en el cargo, del PNV. Fueron José María Makua Zarandona (1979-1987), José Alberto Pradera Jauregi (1987-1995), Josu Bergara Etxebarria (1995-2003), José Luis Bilbao Eguren (2003-2015) y Unai Rementeria Maiz (2015-2023). Todos estuvieron ocho años en el cargo, menos José Luis Bilbao, que estuvo doce.
Como alguien dijo alguna vez, y no le faltaba razón, en Vizcaya da igual a quien ponga el PNV como candidato a diputado general, como si pone el palo de una escoba, que sale igualmente elegido: tal es el dominio abrumador que tiene este partido sobre la provincia. También resulta particularmente significativo que todos los candidatos tienen los dos primeros apellidos eusquéricos, menos uno, Alberto Pradera, que solo tenía el segundo apellido eusquérico. Nada de esto es casual: obedece a una discriminación positiva a favor de los apellidos eusquéricos ejercida a conciencia desde el nacionalismo vasco. Lo cual se deduce de la estadística de José Aranda Aznar, que ya conocemos de sobra en esta serie de El balle del ziruelo, en cuanto a porcentajes de portadores de apellidos eusquéricos y que en la provincia de Vizcaya es incluso inferior a la media del País Vasco, que recordemos que era de 20% de sus habitantes con los dos primeros apellidos eusquéricos, 30% con uno eusquérico y otro castellano y 50% con los dos primeros apellidos castellanos. Pues bien, en el caso concreto de Vizcaya el porcentaje es de 15% con los dos primeros apellidos eusquéricos, 25% con uno eusquérico y otro castellano y 60% con los dos primeros apellidos castellanos. Entonces resulta que los diputados generales elegidos por el PNV y votados por los vizcaínos desde 1979 para acá, tienen todos los dos primeros apellidos eusquéricos, menos uno (que tiene uno sí y otro no), cuando resulta que el 60% de la población vizcaína no tiene ninguno de los dos primeros apellidos eusquéricos. Por eso es por lo que cabe afirmar, sin la más mínima duda, que todo esto obedece a una operación premeditada de selección de candidatos basada en sus apellidos eusquéricos, que son privilegiados por este partido para ocupar los cargos políticos. Selección a conciencia o impregnada en el ambiente, me da igual, porque el caso es que se repite generación tras generación, porque si, entre los habitantes de Vizcaya, por cada uno que tiene sus dos primeros apellidos eusquéricos hay cuatro que no tienen ninguno, y resulta que todos los diputados generales de Vizcaya de los últimos cuarenta y tantos años hasta hoy, tienen todos (menos uno que tiene uno de los dos) sus dos primeros apellidos eusquéricos, ya me dirán cómo se le llama a eso: ¿selección apellidística, discriminación étnica?
Por supuesto todos los diputados generales también escriben sus apellidos en grafía eusquérica, cuando tienen ocasión de hacerlo, es decir, cuando el propio apellido les deja: Makua, Zarandona (que no cambia sea escrito en eusquera o castellano), Jauregi, Bergara, Etxebarria, Bilbao (Euskaltzaindia proponía en su día Bilbo como correlato eusquérico oficial, pero fue el propio Ayuntamiento de Bilbao el que vetó esa posibilidad), Eguren (se pone así tanto en eusquera como en castellano), Rementeria (aquí la tilde funciona como discriminador), Maiz (la tilde también hace que sea grafía eusquérica o castellana), Etxanobe y Landajuela (este último tampoco cambia, sea en grafía eusquérica o castellana).
Con este listado de apellidos de los diputados generales de Vizcaya podemos hacer nuestro particular ejercicio de desvelamiento (o quizás habría que decir denuncia) del supremacismo que transmite esta selección de apellidos eusquéricos, y a la vez, por el mismo precio, demostrar que dichos apellidos, en su grafía castellana, están más presentes fuera del País Vasco y Navarra, es decir, en el resto de España, que en los propios territorios donde se originaron, lo que desmonta la exclusividad del nacionalismo vasco en cuanto a monopolizador o detentador y manipulador único de los apellidos eusquéricos.
Veámoslo. Empezaremos con las grafías eusquéricas. La primera cifra que daremos, como en artículos anteriores donde hemos realizado el mismo ejercicio, es la de sus portadores dentro del País Vasco y Navarra y la segunda la de sus portadores en el resto de España. Vamos a tener en cuenta también si van como primer apellido o como segundo, porque el INE da los dos resultados, que suelen ser muy similares, pero que siempre varían un poco. Lo digo para avisar al que quiera ir a comprobar las cifras que doy. También recordemos que cuando el INE no nos da, por razones de confidencialidad, la cifra de portadores de una provincia, porque su número no llega a 5, nosotros, si es alguna provincia vasca o si es Navarra, ponemos por defecto 4 y si es del resto de España ponemos por defecto 0, para curarnos en salud y dar preferencia a las provincias de origen del apellido.
Makua: 17-0
Zarandona: 442-80
Jauregi: 726-0
Bergara: 426-94
Etxebarria: 2343-42
Bilbao: 7735-2211
Eguren: 741-615
Rementeria: 571-98
Maiz: 499-705
Etxanobe: 18-0
Landajuela: 31-0
Vemos, a simple vista, cómo las primeras cifras, correspondientes a los portadores de País Vasco y Navarra, son siempre mucho mayores que las segundas, correspondientes a los portadores del resto de España. Es lógico, tratándose de apellidos escritos en grafía eusquérica, al ser la forma en que, en dichos territorios vasco-navarros, infectados de nacionalismo, encuentra receptividad esa manera novedosa e ideologizada de escribirlos. Pero aun así también los hay en el resto de España, salvo en cuatro casos de los once considerados. Y véase como hay un apellido, Maiz, que es incluso más abundante en el resto de España. Eguren también está muy parejo en el resto de España respecto de País Vasco y Navarra. Bilbao también destaca, por ser un apellido con muchos portadores y la mayoría dentro de País Vasco y Navarra. De hecho, es uno de los pocos apellidos eusquéricos o vascos en general que, teniendo varios miles de portadores, está más presente dentro del País Vasco y Navarra que en el resto de España, porque cuando se dan esas circunstancias de tener varios miles de portadores, suele ocurrir al revés. El sumatorio de portadores de País Vasco y Navarra por un lado y del resto de España por otro, para estos apellidos escritos en grafía eusquérica es, respectivamente, de: 13549-3845. Vamos a sumar incluso 6 portadores más a la primera cifra, correspondientes a los que se apellidan Errementeria, dando por hecho que viven todos en País Vasco o Navarra, y que es la forma eusquérica de Rementería. Pero que el diputado general de Vizcaya, como la mayoría de los que se apellidan Rementería (o Rentería, como es el caso del lendacari Urkullu), no se quieren cambiar. Quedaría por tanto la suma así: 13555-3845. Muy basculada hacia el lado de País Vasco y Navarra, como cabía suponer. Pero sigamos.
Ahora veamos los apellidos de los diputados generales de Vizcaya en sus grafías castellanas, quitando los que no cambian de grafía (recordemos que para el caso de que cambien solo en la tilde eso no cuenta porque en el Padrón del INE van sin tildes. Son estos:
Macua: 173-107
Jáuregui: 2761-1127
Vergara: 1383-12394
Echevarría: 3337-4790
Echanove:36-142.
Vemos así la presencia apabullante de portadores de apellidos como Vergara y en menor medida Echevarría en el resto de España, por encima de los que residen en País Vasco y Navarra. La suma de portadores de apellidos vascos en grafía castellana sería: 7690-18560, siendo, como antes, la primera cifra correspondiente a los portadores de País Vasco y Navarra y la segunda a los portadores del resto de España.
Si sumamos las cantidades de portadores de los apellidos de los diputados generales de Vizcaya que teníamos en grafía eusquérica con las cantidades de portadores en grafía castellana, nos da, en cuanto a los residentes en País Vasco y Navarra: 13.555+7.690= 21.245; mientras que los portadores de dichos apellidos residentes fuera de País Vasco y Navarra, esto es, en el resto de España, son: 3.845+18.560=22.405, por tanto, superior a la anterior.
Es decir, que por 1.160 (22.405-21.245), hay más portadores de los apellidos de quienes han sido diputados generales de Vizcaya desde 1979 hasta hoy residiendo en el resto de España que en el País Vasco y Navarra.
Lo cual desmonta una vez más las razones del monopolio supremacista del nacionalismo vasco y su utilización discriminatoria de los apellidos vascos como argumento para justificar su predominio aquí: en el resto de España, como ya venimos diciendo en artículos anteriores de esta serie, hay más personas con apellido eusquérico que en el País Vasco y Navarra juntos, lo que pasa es que están más diluidos y, por tanto, se notan menos, al estar entremezclados y conviviendo con el resto de españoles que no tienen ningún apellido eusquérico.
Y nos queda una última cuestión a considerar que es la de los apellidos de la flamante diputada general de Vizcaya salida de las elecciones del 28M y recién nombrada esta semana, Elisabete Etxanobe Landajuela. El Etxanobe ya hemos visto que sumando los portadores de grafía eusquérica con los portadores de grafía castellana, ganan por goleada los que residen en el resto de España respecto de los que residen en País Vasco y Navarra. Recordemos: Etxanobe tiene 18 portadores en País Vasco y Navarra por 0 en el resto de España, mientras que Echanove tiene 36 portadores en País Vasco y Navarra por 146 en el resto de España. La suma de las cantidades en ambas grafías da 54 portadores en País Vasco y Navarra por 146 en el resto de España, es decir, casi tres veces más fuera que dentro. ¿Y en cuanto a Landajuela?
Podemos decir que es vasco, puesto que casi todos sus portadores están en Vizcaya. Pero, como sabemos, y de ahí la distinción que hacemos muchas veces en esta serie de El balle del ziruelo, un apellido puede ser perfectamente vasco pero no ser eusquérico. Hay muchos de ese tipo. Por ejemplo, Portugalete, Miravalles, Mondragón, Villaro. Son apellidos vascos, porque su origen son los topónimos respectivos (algunos de ellos desterrados por el nacionalismo, como Villaro postergado por Areatza, o acompañados de otros eusquéricos, como Miravalles-Ugao o Arrasate-Mondragón), pero no son eusquéricos, como es obvio. Con Landajuela pasaría otro tanto. Sus portadores son vascos, porque residen en el País Vasco, sobre todo en Vizcaya, pero el apellido como tal no es eusquérico.
Los portadores totales de Landajuela, según el último Padrón del INE, son 37 de primer apellido y 31 de segundo. De los cuales 26 y 23 respectivamente residen en Vizcaya. El resto no sabemos donde residen, porque son menos de 5 por provincia y el INE, por confidencialidad, ya sabemos que no nos da su lugar de residencia. En concreto no sabemos dónde residen 11 portadores de Landajuela como primer apellido y 8 de segundo. Si concedemos, como hipótesis condescendiente, como hacemos siempre con los apellidos vascos, que hay 4 ocultos en cada una de las dos provincias vascas restantes, Guipúzcoa y Álava y otros 4 en Navarra, estarían todos los Landajuela posibles en dichas provincias, porque no llegan a 12 en total: 11 y 8, como hemos visto.
Pero el apellido en sí, con esa terminación en –juela, no es eusquérico, como decimos. Lo mismo que pasa con Gordejuela. La denominación actual Gordexola es una invención de Sabino Arana sin soporte histórico ni documental ninguno. De hecho, Alfonso Irigoyen Echevarría, de Euskaltzaindia, propuso en un informe oficial de 1983 la grafía eusquérica “Gordoxola”, pero a los nacionalistas que regentaban entonces el ayuntamiento de la localidad les gustó más el Gordexola de Sabino Arana, que es como escribe el fundador del nacionalismo vasco, en lugar de Gordejuela, el nombre de una de las batallas que narra en Bizkaya por su independencia y como luego denominaron a un batallón del Eusko Gudarostea en la Guerra Civil.
Landajuela y Gordejuela tienen la misma terminación. Y esa terminación en “–uela” es propia del castellano, tal como en el diccionario de la RAE se explica: “–uelo, la”: “ suf. Tiene valor diminutivo o despectivo. Arroyuelo, locuelo, bellacuelo. En algunas palabras no se conservan estos valores. Pañuelo. A veces toma las formas –ecezuelo, –ezuelo. Piecezuelo, pecezuelo, jovenzuelo, mujerzuela, escritorzuelo. Combinado con –acho, toma las formas –achuelo e –ichuelo. Riachuelo, barquichuelo, copichuela. Tras vocal toma la forma –huelo. Aldehuela, mantehuelo.”
No son muchos los topónimos en toda España que tienen una terminación similar, pero haberlos haylos, por ejemplo, Lantejuela (Sevilla) (lantejuela es una acepción típica de Andalucía, donde a las lentejas hay mucha gente que las llama lantejas) o Herguijuela (Salamanca). Hay además una localidad muy interesante en este sentido en el noroeste de La Rioja, lindando con Burgos y Álava, que se llama Sajazarra. Que sería Saja vieja en eusquera. Al lado de Sajazarra hay otra que se denomina Sajuela, que en relación a Saja sería la Saja pequeña, según explica Eduardo Aznar Martínez en su libro Tierras, gentes y voces. El legado del euskera riojano.
De las explicaciones procedentes del DRAE y de los ejemplos que acabamos de relatar, se puede deducir que Gordejuela y Landajuela son terminaciones diminutivas o despectivas de Gordeja y Landaja, que son a su vez formas diminutivas o despectivas con el sufijo “–ejo, ja”, tal como explica el propio diccionario de la RAE: “–ejo, ja”: “suf. Tiene valor diminutivo y despectivo, en sustantivos y adjetivos. Animalejo, diablejo, medianejo. En algunas palabras no se conserva el valor diminutivo o despectivo. Festejo.”
Está claro, entonces, que Gordejuela y Landajuela tienen necesariamente que proceder de la terminación en –uela aplicada a Gordeja y Landaja. En el caso de Gordejuela, la palabra raíz sería, obviamente, “gordo” o “gorda” y en el caso de Landajuela sería “landa”, que es palabra castellana además de vasca. Y no serían los únicos ejemplos, ni mucho menos, en los que se da una doble sufijación superpuesta de terminación en “–ejo, ja” a la que se añade otra en “–uelo, la”. Por ejemplo: rodajuela (que viene de rodaja y esta de rueda), callejuela (que viene de calleja y esta de calle), tinajuela (tinaja-tina), migajuela (migaja-miga) o, en fin, más claro aún, lentejuela (lenteja-lente).
El diccionario actualmente en vigor de la RAE contiene “landa”: “f. Gran extensión de tierra llana en que solo se crían plantas silvestres”. Y dice que procede del galo landa = “tierra”. También existe en francés y así es como denominamos a una región, que también es departamento, al norte del País Vasco francés y lindando con el océano Atlántico: las Landas. En los diccionarios históricos de la RAE, en las ediciones que van de 1925 a 1992, se dice que “landa” es una voz de origen céltico. En ningún caso aparece su origen eusquérico, por lo que tenemos que pensar que es un préstamo que obtienen tanto el castellano como el eusquera de dicha lengua céltica o, en su caso, gala, pero no del francés descendiente del latín, que también la tomaría del céltico.
Todos los apellidos vascos y topónimos que contienen el término “landa”, que son muchos, y con sus sufijaciones añadidas (Landaburu, Landabaso, Landeta, Landaluce), serían, por tanto, derivados de un préstamo ajeno al eusquera. Y en el caso del apellido Landajuela, además, con el añadido del doble sufijo típico castellano con valor de diminutivo o despectivo, “-ejo, ja” seguido de “-uelo, la”.
Y esto de que Landajuela no es eusquérico lo digo no porque me parezca mal en absoluto, como podrán comprender perfectamente mis lectores, sino porque estoy seguro de que el PNV lo habría querido colar como eusquérico. Pues va a ser que no.
O a lo mejor es que son conscientes en el Euscadi Vuru Vachar de que Landajuela no es eusquérico pero quieren ir abriendo la mano porque no les queda otra. También podría ser. Además, tienen el antecedente de Pradera para hacerlo, el único apellido castellano de los cinco diputados generales de Vizcaya anteriores a Elisabete Etxanobe Landajuela. Ya les vale.
Elisabete Etxanobe Landajuela ha sido nombrada esta semana diputada general de Vizcaya, tras las elecciones del 28 de mayo. Es la primera mujer en el cargo de la historia reciente de esta institución. Desde 1979, fecha de las primeras elecciones municipales y forales de la democracia instaurada tras el fallecimiento del general Franco, ha habido cinco diputados generales de Vizcaya, todos varones y todos, como Elisabete que hace la sexta en el cargo, del PNV. Fueron José María Makua Zarandona (1979-1987), José Alberto Pradera Jauregi (1987-1995), Josu Bergara Etxebarria (1995-2003), José Luis Bilbao Eguren (2003-2015) y Unai Rementeria Maiz (2015-2023). Todos estuvieron ocho años en el cargo, menos José Luis Bilbao, que estuvo doce.
Como alguien dijo alguna vez, y no le faltaba razón, en Vizcaya da igual a quien ponga el PNV como candidato a diputado general, como si pone el palo de una escoba, que sale igualmente elegido: tal es el dominio abrumador que tiene este partido sobre la provincia. También resulta particularmente significativo que todos los candidatos tienen los dos primeros apellidos eusquéricos, menos uno, Alberto Pradera, que solo tenía el segundo apellido eusquérico. Nada de esto es casual: obedece a una discriminación positiva a favor de los apellidos eusquéricos ejercida a conciencia desde el nacionalismo vasco. Lo cual se deduce de la estadística de José Aranda Aznar, que ya conocemos de sobra en esta serie de El balle del ziruelo, en cuanto a porcentajes de portadores de apellidos eusquéricos y que en la provincia de Vizcaya es incluso inferior a la media del País Vasco, que recordemos que era de 20% de sus habitantes con los dos primeros apellidos eusquéricos, 30% con uno eusquérico y otro castellano y 50% con los dos primeros apellidos castellanos. Pues bien, en el caso concreto de Vizcaya el porcentaje es de 15% con los dos primeros apellidos eusquéricos, 25% con uno eusquérico y otro castellano y 60% con los dos primeros apellidos castellanos. Entonces resulta que los diputados generales elegidos por el PNV y votados por los vizcaínos desde 1979 para acá, tienen todos los dos primeros apellidos eusquéricos, menos uno (que tiene uno sí y otro no), cuando resulta que el 60% de la población vizcaína no tiene ninguno de los dos primeros apellidos eusquéricos. Por eso es por lo que cabe afirmar, sin la más mínima duda, que todo esto obedece a una operación premeditada de selección de candidatos basada en sus apellidos eusquéricos, que son privilegiados por este partido para ocupar los cargos políticos. Selección a conciencia o impregnada en el ambiente, me da igual, porque el caso es que se repite generación tras generación, porque si, entre los habitantes de Vizcaya, por cada uno que tiene sus dos primeros apellidos eusquéricos hay cuatro que no tienen ninguno, y resulta que todos los diputados generales de Vizcaya de los últimos cuarenta y tantos años hasta hoy, tienen todos (menos uno que tiene uno de los dos) sus dos primeros apellidos eusquéricos, ya me dirán cómo se le llama a eso: ¿selección apellidística, discriminación étnica?
Por supuesto todos los diputados generales también escriben sus apellidos en grafía eusquérica, cuando tienen ocasión de hacerlo, es decir, cuando el propio apellido les deja: Makua, Zarandona (que no cambia sea escrito en eusquera o castellano), Jauregi, Bergara, Etxebarria, Bilbao (Euskaltzaindia proponía en su día Bilbo como correlato eusquérico oficial, pero fue el propio Ayuntamiento de Bilbao el que vetó esa posibilidad), Eguren (se pone así tanto en eusquera como en castellano), Rementeria (aquí la tilde funciona como discriminador), Maiz (la tilde también hace que sea grafía eusquérica o castellana), Etxanobe y Landajuela (este último tampoco cambia, sea en grafía eusquérica o castellana).
Con este listado de apellidos de los diputados generales de Vizcaya podemos hacer nuestro particular ejercicio de desvelamiento (o quizás habría que decir denuncia) del supremacismo que transmite esta selección de apellidos eusquéricos, y a la vez, por el mismo precio, demostrar que dichos apellidos, en su grafía castellana, están más presentes fuera del País Vasco y Navarra, es decir, en el resto de España, que en los propios territorios donde se originaron, lo que desmonta la exclusividad del nacionalismo vasco en cuanto a monopolizador o detentador y manipulador único de los apellidos eusquéricos.
Veámoslo. Empezaremos con las grafías eusquéricas. La primera cifra que daremos, como en artículos anteriores donde hemos realizado el mismo ejercicio, es la de sus portadores dentro del País Vasco y Navarra y la segunda la de sus portadores en el resto de España. Vamos a tener en cuenta también si van como primer apellido o como segundo, porque el INE da los dos resultados, que suelen ser muy similares, pero que siempre varían un poco. Lo digo para avisar al que quiera ir a comprobar las cifras que doy. También recordemos que cuando el INE no nos da, por razones de confidencialidad, la cifra de portadores de una provincia, porque su número no llega a 5, nosotros, si es alguna provincia vasca o si es Navarra, ponemos por defecto 4 y si es del resto de España ponemos por defecto 0, para curarnos en salud y dar preferencia a las provincias de origen del apellido.
Makua: 17-0
Zarandona: 442-80
Jauregi: 726-0
Bergara: 426-94
Etxebarria: 2343-42
Bilbao: 7735-2211
Eguren: 741-615
Rementeria: 571-98
Maiz: 499-705
Etxanobe: 18-0
Landajuela: 31-0
Vemos, a simple vista, cómo las primeras cifras, correspondientes a los portadores de País Vasco y Navarra, son siempre mucho mayores que las segundas, correspondientes a los portadores del resto de España. Es lógico, tratándose de apellidos escritos en grafía eusquérica, al ser la forma en que, en dichos territorios vasco-navarros, infectados de nacionalismo, encuentra receptividad esa manera novedosa e ideologizada de escribirlos. Pero aun así también los hay en el resto de España, salvo en cuatro casos de los once considerados. Y véase como hay un apellido, Maiz, que es incluso más abundante en el resto de España. Eguren también está muy parejo en el resto de España respecto de País Vasco y Navarra. Bilbao también destaca, por ser un apellido con muchos portadores y la mayoría dentro de País Vasco y Navarra. De hecho, es uno de los pocos apellidos eusquéricos o vascos en general que, teniendo varios miles de portadores, está más presente dentro del País Vasco y Navarra que en el resto de España, porque cuando se dan esas circunstancias de tener varios miles de portadores, suele ocurrir al revés. El sumatorio de portadores de País Vasco y Navarra por un lado y del resto de España por otro, para estos apellidos escritos en grafía eusquérica es, respectivamente, de: 13549-3845. Vamos a sumar incluso 6 portadores más a la primera cifra, correspondientes a los que se apellidan Errementeria, dando por hecho que viven todos en País Vasco o Navarra, y que es la forma eusquérica de Rementería. Pero que el diputado general de Vizcaya, como la mayoría de los que se apellidan Rementería (o Rentería, como es el caso del lendacari Urkullu), no se quieren cambiar. Quedaría por tanto la suma así: 13555-3845. Muy basculada hacia el lado de País Vasco y Navarra, como cabía suponer. Pero sigamos.
Ahora veamos los apellidos de los diputados generales de Vizcaya en sus grafías castellanas, quitando los que no cambian de grafía (recordemos que para el caso de que cambien solo en la tilde eso no cuenta porque en el Padrón del INE van sin tildes. Son estos:
Macua: 173-107
Jáuregui: 2761-1127
Vergara: 1383-12394
Echevarría: 3337-4790
Echanove:36-142.
Vemos así la presencia apabullante de portadores de apellidos como Vergara y en menor medida Echevarría en el resto de España, por encima de los que residen en País Vasco y Navarra. La suma de portadores de apellidos vascos en grafía castellana sería: 7690-18560, siendo, como antes, la primera cifra correspondiente a los portadores de País Vasco y Navarra y la segunda a los portadores del resto de España.
Si sumamos las cantidades de portadores de los apellidos de los diputados generales de Vizcaya que teníamos en grafía eusquérica con las cantidades de portadores en grafía castellana, nos da, en cuanto a los residentes en País Vasco y Navarra: 13.555+7.690= 21.245; mientras que los portadores de dichos apellidos residentes fuera de País Vasco y Navarra, esto es, en el resto de España, son: 3.845+18.560=22.405, por tanto, superior a la anterior.
Es decir, que por 1.160 (22.405-21.245), hay más portadores de los apellidos de quienes han sido diputados generales de Vizcaya desde 1979 hasta hoy residiendo en el resto de España que en el País Vasco y Navarra.
Lo cual desmonta una vez más las razones del monopolio supremacista del nacionalismo vasco y su utilización discriminatoria de los apellidos vascos como argumento para justificar su predominio aquí: en el resto de España, como ya venimos diciendo en artículos anteriores de esta serie, hay más personas con apellido eusquérico que en el País Vasco y Navarra juntos, lo que pasa es que están más diluidos y, por tanto, se notan menos, al estar entremezclados y conviviendo con el resto de españoles que no tienen ningún apellido eusquérico.
Y nos queda una última cuestión a considerar que es la de los apellidos de la flamante diputada general de Vizcaya salida de las elecciones del 28M y recién nombrada esta semana, Elisabete Etxanobe Landajuela. El Etxanobe ya hemos visto que sumando los portadores de grafía eusquérica con los portadores de grafía castellana, ganan por goleada los que residen en el resto de España respecto de los que residen en País Vasco y Navarra. Recordemos: Etxanobe tiene 18 portadores en País Vasco y Navarra por 0 en el resto de España, mientras que Echanove tiene 36 portadores en País Vasco y Navarra por 146 en el resto de España. La suma de las cantidades en ambas grafías da 54 portadores en País Vasco y Navarra por 146 en el resto de España, es decir, casi tres veces más fuera que dentro. ¿Y en cuanto a Landajuela?
Podemos decir que es vasco, puesto que casi todos sus portadores están en Vizcaya. Pero, como sabemos, y de ahí la distinción que hacemos muchas veces en esta serie de El balle del ziruelo, un apellido puede ser perfectamente vasco pero no ser eusquérico. Hay muchos de ese tipo. Por ejemplo, Portugalete, Miravalles, Mondragón, Villaro. Son apellidos vascos, porque su origen son los topónimos respectivos (algunos de ellos desterrados por el nacionalismo, como Villaro postergado por Areatza, o acompañados de otros eusquéricos, como Miravalles-Ugao o Arrasate-Mondragón), pero no son eusquéricos, como es obvio. Con Landajuela pasaría otro tanto. Sus portadores son vascos, porque residen en el País Vasco, sobre todo en Vizcaya, pero el apellido como tal no es eusquérico.
Los portadores totales de Landajuela, según el último Padrón del INE, son 37 de primer apellido y 31 de segundo. De los cuales 26 y 23 respectivamente residen en Vizcaya. El resto no sabemos donde residen, porque son menos de 5 por provincia y el INE, por confidencialidad, ya sabemos que no nos da su lugar de residencia. En concreto no sabemos dónde residen 11 portadores de Landajuela como primer apellido y 8 de segundo. Si concedemos, como hipótesis condescendiente, como hacemos siempre con los apellidos vascos, que hay 4 ocultos en cada una de las dos provincias vascas restantes, Guipúzcoa y Álava y otros 4 en Navarra, estarían todos los Landajuela posibles en dichas provincias, porque no llegan a 12 en total: 11 y 8, como hemos visto.
Pero el apellido en sí, con esa terminación en –juela, no es eusquérico, como decimos. Lo mismo que pasa con Gordejuela. La denominación actual Gordexola es una invención de Sabino Arana sin soporte histórico ni documental ninguno. De hecho, Alfonso Irigoyen Echevarría, de Euskaltzaindia, propuso en un informe oficial de 1983 la grafía eusquérica “Gordoxola”, pero a los nacionalistas que regentaban entonces el ayuntamiento de la localidad les gustó más el Gordexola de Sabino Arana, que es como escribe el fundador del nacionalismo vasco, en lugar de Gordejuela, el nombre de una de las batallas que narra en Bizkaya por su independencia y como luego denominaron a un batallón del Eusko Gudarostea en la Guerra Civil.
Landajuela y Gordejuela tienen la misma terminación. Y esa terminación en “–uela” es propia del castellano, tal como en el diccionario de la RAE se explica: “–uelo, la”: “ suf. Tiene valor diminutivo o despectivo. Arroyuelo, locuelo, bellacuelo. En algunas palabras no se conservan estos valores. Pañuelo. A veces toma las formas –ecezuelo, –ezuelo. Piecezuelo, pecezuelo, jovenzuelo, mujerzuela, escritorzuelo. Combinado con –acho, toma las formas –achuelo e –ichuelo. Riachuelo, barquichuelo, copichuela. Tras vocal toma la forma –huelo. Aldehuela, mantehuelo.”
No son muchos los topónimos en toda España que tienen una terminación similar, pero haberlos haylos, por ejemplo, Lantejuela (Sevilla) (lantejuela es una acepción típica de Andalucía, donde a las lentejas hay mucha gente que las llama lantejas) o Herguijuela (Salamanca). Hay además una localidad muy interesante en este sentido en el noroeste de La Rioja, lindando con Burgos y Álava, que se llama Sajazarra. Que sería Saja vieja en eusquera. Al lado de Sajazarra hay otra que se denomina Sajuela, que en relación a Saja sería la Saja pequeña, según explica Eduardo Aznar Martínez en su libro Tierras, gentes y voces. El legado del euskera riojano.
De las explicaciones procedentes del DRAE y de los ejemplos que acabamos de relatar, se puede deducir que Gordejuela y Landajuela son terminaciones diminutivas o despectivas de Gordeja y Landaja, que son a su vez formas diminutivas o despectivas con el sufijo “–ejo, ja”, tal como explica el propio diccionario de la RAE: “–ejo, ja”: “suf. Tiene valor diminutivo y despectivo, en sustantivos y adjetivos. Animalejo, diablejo, medianejo. En algunas palabras no se conserva el valor diminutivo o despectivo. Festejo.”
Está claro, entonces, que Gordejuela y Landajuela tienen necesariamente que proceder de la terminación en –uela aplicada a Gordeja y Landaja. En el caso de Gordejuela, la palabra raíz sería, obviamente, “gordo” o “gorda” y en el caso de Landajuela sería “landa”, que es palabra castellana además de vasca. Y no serían los únicos ejemplos, ni mucho menos, en los que se da una doble sufijación superpuesta de terminación en “–ejo, ja” a la que se añade otra en “–uelo, la”. Por ejemplo: rodajuela (que viene de rodaja y esta de rueda), callejuela (que viene de calleja y esta de calle), tinajuela (tinaja-tina), migajuela (migaja-miga) o, en fin, más claro aún, lentejuela (lenteja-lente).
El diccionario actualmente en vigor de la RAE contiene “landa”: “f. Gran extensión de tierra llana en que solo se crían plantas silvestres”. Y dice que procede del galo landa = “tierra”. También existe en francés y así es como denominamos a una región, que también es departamento, al norte del País Vasco francés y lindando con el océano Atlántico: las Landas. En los diccionarios históricos de la RAE, en las ediciones que van de 1925 a 1992, se dice que “landa” es una voz de origen céltico. En ningún caso aparece su origen eusquérico, por lo que tenemos que pensar que es un préstamo que obtienen tanto el castellano como el eusquera de dicha lengua céltica o, en su caso, gala, pero no del francés descendiente del latín, que también la tomaría del céltico.
Todos los apellidos vascos y topónimos que contienen el término “landa”, que son muchos, y con sus sufijaciones añadidas (Landaburu, Landabaso, Landeta, Landaluce), serían, por tanto, derivados de un préstamo ajeno al eusquera. Y en el caso del apellido Landajuela, además, con el añadido del doble sufijo típico castellano con valor de diminutivo o despectivo, “-ejo, ja” seguido de “-uelo, la”.
Y esto de que Landajuela no es eusquérico lo digo no porque me parezca mal en absoluto, como podrán comprender perfectamente mis lectores, sino porque estoy seguro de que el PNV lo habría querido colar como eusquérico. Pues va a ser que no.
O a lo mejor es que son conscientes en el Euscadi Vuru Vachar de que Landajuela no es eusquérico pero quieren ir abriendo la mano porque no les queda otra. También podría ser. Además, tienen el antecedente de Pradera para hacerlo, el único apellido castellano de los cinco diputados generales de Vizcaya anteriores a Elisabete Etxanobe Landajuela. Ya les vale.