Armando Besga Marroquín
Las Españas de la Reconquista
Las Españas de la Reconquista es la continuación de Hispania: La primera España y de Spania: La España visigoda. Con La Reconquista forma parte de la historia de la hispanización de España. No es, por tanto, una breve historia general de la España de la época de la Reconquista. Su objetivo es analizar las unidades que tuvo España entre los siglos VIII y XV, y los progresos del proceso de hispanización que harán viable la monarquía española creada por los Reyes Católicos. España, que en plena época de la Reconquista comenzó a escribirse así y que no tenía otro nombre, no fue en esos siglos un mero concepto geográfico, algo, por cierto, que los que han recurrido a ese tópico para ahorrarse el trámite de la argumentación nunca se han detenido a precisar y demostrar. Baste decir, ahora, que sin la idea de España no se entendería la Reconquista y, por consiguiente, no podría hacerse la historia de la península ibérica de esos siglos. Además, a partir de finales del siglo XI se puede hablar con toda propiedad de “españoles” que es cuando apareció el gentilicio ¡en Francia!
El plural “Españas” del título no tiene que ver con la diversidad que han tenido cada una de las que existieron, sino con la existencia de distintas Españas a lo largo de un periodo de ocho siglos, que supone más de un tercio de la historia de España. Ciertamente, en los textos aparece a partir del siglo V el plural “Españas”, lo que ha sido malinterpretado demasiadas veces, creando una interesada confusión en el público. Hace mucho tiempo que José Antonio Maravall demostró que simplemente fue un recurso retórico, que se aplicó a muchos territorios, en una época en la que los términos geográficos se empleaban sin la precisión de hoy; además, esa forma se corresponde unívocamente con el gentilicio “hispano” (El concepto de España en la Edad Media, pp. 63–72). Es posible que el plural pueda tener su origen en el hecho de que desde el principio Hispania estuvo dividida en provincias. En todo caso, su carácter retórico queda claro si se recuerda que el plural se siguió utilizando hasta la Constitución de 1869 (Gonzalo Martínez Díez, “El Rey y su tratamiento: titulaciones de los reyes de España”, pp. 240–249). El libro citado de Maravall está escrito por uno de los mayores historiadores españoles del pasado siglo XX y tiene más de medio millar de páginas, bien razonadas y documentadas. Dada la situación, me da la impresión de que esta obra “tan bien documentada como incómoda en la actualidad” (Serafín Fanjul, La quimera de al–Andalus, p. 199) no se lee apenas. Si se leyera más y como es debido, estimo que no serían necesarias reivindicaciones como la del presente libro.
¿Cuántas fueron esas Españas de la Reconquista? No lo sé porque no es un asunto que me haya interesado, dado que no es relevante para la argumentación de lo que quería demostrar, y porque, dada la continuidad que hay entre ellas, me parece una tarea muy difícil, para la cual, además, no tengo conocimientos suficientes, Lo que sé es que la España del siglo VIII fue muy distinta de la del siglo XV. Posiblemente sean tres, porque esos son los periodos que habitualmente suelen distinguir los medievalistas en esos ocho siglos: los tres primeras centurias de la época de la Reconquista, la Plena Edad Media (siglos XI–XIII) y la Muy Baja Edad Media, en la que ya se está produciendo la transición a la Edad Moderna. Por cierto, el mismo problema tendríamos si se tratara de precisar las distintas Españas que existieron desde el punto de vista geográfico, es decir, en cada una de las épocas. Baste decir que en el más pequeño de los reinos hispanos había más de una Navarra.
Eso sí: entre esas Españas estaba Portugal. Pero no, Al–Ándalus. Ese país fue la España que dejó de ser España. A estudiar ese fenómeno se dedicará la siguiente entrega de La hispanización de España.
Armando Besga Marroquín: Las Españas de la Reconquista. Letras Inquietas (Julio de 2023)
Las Españas de la Reconquista es la continuación de Hispania: La primera España y de Spania: La España visigoda. Con La Reconquista forma parte de la historia de la hispanización de España. No es, por tanto, una breve historia general de la España de la época de la Reconquista. Su objetivo es analizar las unidades que tuvo España entre los siglos VIII y XV, y los progresos del proceso de hispanización que harán viable la monarquía española creada por los Reyes Católicos. España, que en plena época de la Reconquista comenzó a escribirse así y que no tenía otro nombre, no fue en esos siglos un mero concepto geográfico, algo, por cierto, que los que han recurrido a ese tópico para ahorrarse el trámite de la argumentación nunca se han detenido a precisar y demostrar. Baste decir, ahora, que sin la idea de España no se entendería la Reconquista y, por consiguiente, no podría hacerse la historia de la península ibérica de esos siglos. Además, a partir de finales del siglo XI se puede hablar con toda propiedad de “españoles” que es cuando apareció el gentilicio ¡en Francia!
El plural “Españas” del título no tiene que ver con la diversidad que han tenido cada una de las que existieron, sino con la existencia de distintas Españas a lo largo de un periodo de ocho siglos, que supone más de un tercio de la historia de España. Ciertamente, en los textos aparece a partir del siglo V el plural “Españas”, lo que ha sido malinterpretado demasiadas veces, creando una interesada confusión en el público. Hace mucho tiempo que José Antonio Maravall demostró que simplemente fue un recurso retórico, que se aplicó a muchos territorios, en una época en la que los términos geográficos se empleaban sin la precisión de hoy; además, esa forma se corresponde unívocamente con el gentilicio “hispano” (El concepto de España en la Edad Media, pp. 63–72). Es posible que el plural pueda tener su origen en el hecho de que desde el principio Hispania estuvo dividida en provincias. En todo caso, su carácter retórico queda claro si se recuerda que el plural se siguió utilizando hasta la Constitución de 1869 (Gonzalo Martínez Díez, “El Rey y su tratamiento: titulaciones de los reyes de España”, pp. 240–249). El libro citado de Maravall está escrito por uno de los mayores historiadores españoles del pasado siglo XX y tiene más de medio millar de páginas, bien razonadas y documentadas. Dada la situación, me da la impresión de que esta obra “tan bien documentada como incómoda en la actualidad” (Serafín Fanjul, La quimera de al–Andalus, p. 199) no se lee apenas. Si se leyera más y como es debido, estimo que no serían necesarias reivindicaciones como la del presente libro.
¿Cuántas fueron esas Españas de la Reconquista? No lo sé porque no es un asunto que me haya interesado, dado que no es relevante para la argumentación de lo que quería demostrar, y porque, dada la continuidad que hay entre ellas, me parece una tarea muy difícil, para la cual, además, no tengo conocimientos suficientes, Lo que sé es que la España del siglo VIII fue muy distinta de la del siglo XV. Posiblemente sean tres, porque esos son los periodos que habitualmente suelen distinguir los medievalistas en esos ocho siglos: los tres primeras centurias de la época de la Reconquista, la Plena Edad Media (siglos XI–XIII) y la Muy Baja Edad Media, en la que ya se está produciendo la transición a la Edad Moderna. Por cierto, el mismo problema tendríamos si se tratara de precisar las distintas Españas que existieron desde el punto de vista geográfico, es decir, en cada una de las épocas. Baste decir que en el más pequeño de los reinos hispanos había más de una Navarra.
Eso sí: entre esas Españas estaba Portugal. Pero no, Al–Ándalus. Ese país fue la España que dejó de ser España. A estudiar ese fenómeno se dedicará la siguiente entrega de La hispanización de España.
Armando Besga Marroquín: Las Españas de la Reconquista. Letras Inquietas (Julio de 2023)











