Bildu puede ganar, ¿por qué no se hace nada?
Si algo no ha funcionado durante 20 años, sin cambios no funcionará ahora
Llevamos varios meses de campaña electoral, primero para el 28-M y ahora el 23-J, y quiero traer algunos aspectos que me han parecido significativos y esclarecedores.
1.) El día 25 de junio, El Diario Vasco titulaba “La Ley de Vivienda retira de la oferta de alquiler estable un tercio de los pisos de Donostia. Casi una de cada tres ofertas de arrendamiento estable se retiraron del mercado por el recelo de los propietarios ante la intervención de precios y la dificultad de echar a un inquilino que no paga”
En la capital de lo que acertadamente nuestro director denominó Territorio Bildu, de la noche a la mañana, por efectos de una ley impulsada, pactada y presentada por coalición abertzale, se reducía bruscamente la oferta. ¿Hubo reacciones por parte de PP y Vox que votaron en contra a la ley entre otras causas, por este motivo [1]?
A pesar de estar en periodo electoral, las reacciones rozaron lo nulo. Algún responsable hizo un mínimo comentario en las redes, pero ninguno de los dos partidos aprovechó para ejemplificar las nefastas políticas en materia económica y social EH Bildu.
2.) La dirigente del PP de Guipúzcoa, Muriel Larrea fue entrevistada en Radio Euskadi, preguntándole por la dispersión. No tenía preparada ninguna respuesta. Balbuceando desvió la cuestión a las víctimas que terminaban siendo presentadas como unas vengativas.
Etxerat está desplegando una actividad frenética para conseguir la impunidad moral mediante la victimización de los presos y sus familias, que son presentadas también como víctimas y represaliadas con el horizonte de conseguir que los 16 muertos durante los viajes para ir ver criminales tuvieran reconocimiento legal y su culpa asumida por el Estado. Compensación moral y… económica. Ante una ofensiva que lleva desarrollándose años, no fue capaz de explicar que los presos que se desligaron de la banda fueron llevados a prisiones vascas y este premio no se podía dar a los que mantenían la fidelidad al terror.
3.) El escándalo de los candidatos terroristas. Este si que no hay que explicarlo, es conocido por todos. Pero no se ha valorado lo que es realmente grave. Covite fue quien desveló el escándalo. Dejemos la triste realidad del resto de asociaciones, que salvo Dignidad y Justicia en el plano jurídico, llevan años completamente desaparecidas, dejando sola a Consuelo Ordóñez y sus colaboradores en el campo del activismo. Lo realmente grave es que se constató que ni Ciudadanos, ni PP y ni Vox tienen un equipo de seguimiento a la izquierda abertzale. ¿Cómo puedes combatir a un movimiento del que se desconoce casi todo?
Izquierda Abertzale: Lo abertzale los hace peligrosos, la izquierda los hace fuertes
Desde hace años la coalición fake EH Bildu, en la que en realidad quien manda es Sortu, la ETA de toda la vida según confesión de su secretario general [https://youtu.be/rG2y3R3tukM ] no hace más que crecer en votos. De forma lenta, pero firme e inexorable.
¿Qué mecanismos explican esto? Frente la idea de que es “una sociedad enferma” y asumiendo que parte del problema arranca del impacto de la violencia desde los años setenta, el proceso se aceleró con Zapatero. Este inicia la radicalización del PSOE, actuando en el País Vasco mediante dos personajes siniestros, Jesús Eguiguren (el de cierta condena…) y Odón Elorza, “casualmente” ambos “odiadores” de lo que consideran derecha española y siempre partidarios del acercamiento a la izquierda abertzale. El resultado de tan “brillante” iniciativa fue que parte de sus bases y electorado, cada vez más de radical, saludó con entusiasmo la aparición de Podemos, pasándose a él. Y el partido de Iglesias, siempre sumiso y servil al ultranacionalismo vasco, ha sido el puente hacia EH Bildu: en el 23-J, otro 15 % de su electorado dará el salto. De este modo, en estos años, de la mano de la “ideología de izquierdas”, el partido de Arnaldo Otegi Mondragón, alias “El Gordo”, de forma inexorable ha aumentado su representación.
El oro de la soberanía a cambio de baratijas: “ayudas sociales” económicamente insostenibles a futuro y falsos derechos decretados unilateralmente. Con una añadido gravísimo y que ha pasado desapercibido. Si apoyaron el Congreso ayudas basadas en la insostenibilidad económica o que provoquen un grave impacto social como el alquiler, ha sido en base a la ponencia que aprobaron en el II Congreso de EH Bildu, las crisis políticas y económicas de España ofrecían oportunidades: provocando la recesión se facilita la secesión. ¿Entendemos ahora cómo han azuzado en las calles el movimiento de los jubilados vascos exigiendo unas pensiones irreales para la realidad económica actual?
Lo peligroso de ellos es su carácter abertzale, por cuanto su objetivo proclamado es volar el Estado, pero crecen por el lado izquierdista. ¿Hay una estrategia para frenarles en este campo? En absoluto. Lo hemos visto en el Congreso, como los tres partidos constitucionalistas (al PSOE ya es difícil incluirle en el apartado), en sus respuestas a los portavoces batasunos demostraban un sorprendente desconocimiento, careciendo de una táctica de deslegitimación y refutación de un programa formalmente izquierdista, objetivamente insostenible en finanzas y crecimiento, tal como ya hemos visto y que defendiendo todo tipo de paridas woke y ultrafeministas, que dañan la cohesión social. Añadamos lo que han proclamado repetidamente: Venezuela es su modelo revolucionario.
Eso es en Madrid, pero en el País Vasco es peor. A los cuadros y militantes de los nuestros, poco se les puede reprochar a causa de la endémica debilidad de los partidos nacionales y sus escasas posibilidades de acción. El resultado es que no hay una acción política para combatir esta progresiva inundación de un tosco izquierdismo gracias al cual los abertzales no hacen más que crecer. Y es que, con insuficiente apoyo de las estructuras centrales, sin apenas dinero ni voluntarios, es imposible afrontar dos tareas íntimamente unidas: el avasallador dominio del ideario e imaginario de izquierdas en la sociedad vasca y como este se plasma en un programa político ultra de los viejos batasunos que cada vez tiene más apoyo en las provincias vascas y Navarra.
Desde el fin del franquismo, unas veces a golpe de bombas y otras a golpe de cesión y entrega ideológica, todos los mantras del izquierdismo se han impuesto en la vida política vasca. Pablo Iglesias resumió a la perfección este avasallamiento ideológico: “ojalá la derecha española fuera como el PNV”. Sí, esta fuerza a la que estos trileros presentan “de derechas”, ha comprado el pack completo y salvo pequeñas matizaciones como en los impuestos (la pela es la pela), en todo lo demás, a través de sus propios medios, ha vendido un ideario que a medio plazo termina engordando a esa coalición que dirige “El Gordo”. Pack, que con el colaboracionismo sumiso y servil de los jelkides, no se puede cuestionar abiertamente. Buen ejemplo de a donde lleva este camino lo tenemos en el sindicato ELA, que hoy es más radical que LAB.
Es un dominio tan avasallador, que si nos vamos al PP posiblemente estemos hablando de la delegación regional menos combativa ideológicamente, algo perfectamente representado en el popular Borja Semper.
Una vez liquidado Ciudadanos, a la espera del desembarco de El Jacobino y su novedoso planteamiento rojo-centralista, el último actor es Vox. Pero esta fuerza, a efectos prácticos joven en el País Vasco, con estructuras organizativas débiles, ahogada porla mayoría de los medios informativos locales a niveles no vistos en el resto de España, que sigue sufriendo las agresiones físicas [https://latribunadelpaisvasco.com/art/18743/tres-ultras-agreden-a-militantes-de-vox-en-vitoria], ha terminado arrastrada a un discurso autoafirmativo, dirigido a los ya convencidos y que le cuesta salir del encasillamiento de la derecha tradicional, lo que en este asfixiante ambiente de izquierda que todo lo impregna donde no se admite el matiz, es letal para un crecimiento.
Con estos mimbres hay que afrontar el desafío que supone luchar ideológicamente en este ambiente político descrito, con nacionalistas y ultranacionalistas podridos de dinero y voluntarios tenaces, blanqueados, normalizados por los medios vascos y en el ámbito nacional por el PSOE y Podemos junto toda la prensa de izquierda.
Y las próximas elecciones vascas en el horizonte
En condiciones normales, con las elecciones europeas de junio se celebrarán las que quizá sean últimas elecciones autonómicas con el actual Estatuto de Guernica. Con independencia del resultado del 23-J, tanto por el PNV como por EH Bildu, con el colaboracionismo de Elkarrekin-Podemos y del PSE-PSOE, se entrará en la fase de la Confederalización de España mediante ese nuevo Estatuto que lleva años congelado en la comisión del Parlamento vasco. El nuevo Plan Ibarretxe. actualización del viejo que no olvidemos que dejaba como competencias estatales, Asuntos Exteriores (con matizaciones), Defensa, algo de legislación de Seguridad Social (la pela es la pela) y pesos y medidas. En lo demás la plena independencia.
Producto del ambiente ya descrito me llama la atención carácter ingenuo de los analistas ven las próximas elecciones con la falsa perspectiva entre la izquierda y la “derecha” local. ¿Llegará el sorpasso al PNV? ¿Habrá tripartito Bildu-Podemos-PSE? Curiosamente, nadie está planteado una salida “a la catalana” cuando pactaron los herederos de CiU con ERC y el apoyo externo de CUP.
Puede y personalmente creo que el escenario más probable será un pacto EH Bildu-PNV para plantear el Estatuto confederal o directamente el referéndum de autodeterminación. Con el vergonzoso antecedente de Estella, el 17 de diciembre de 2003 Arnaldo Otegi Mondragón, alias “El Gordo” ya hizo esta oferta de Gobierno de unidad nacional para forzar la secesión. Una idea que ya desde 1988 fue expuesta por primera vez por una asociación llamada Euskaria donde por primera vez se sentaban juntos nacionalistas y batasunos, a la que se unieron otras organizaciones como Bai Independitzari. Y no nos remontamos a 1976 con las conversaciones de Chiberta. Sorprende que nadie analice una posibilidad siempre ha estado ahí, máxime con el antecedente catalán.
¿Qué hacer? Lo que está claro es que o los partidos constitucionalistas espabilan y hacen cambios radicales en su estrategia o esto pintará muy mal. Lo que no ha funcionado en veinte años, no va ha funcionar ahora. No puede seguir girando la lucha ideológica contra la coalición fake Bildu, en torno al tema del terrorismo, por mucha razón moral que tengamos. No se puede seguir sin dar prioridad completa a la batalla en temas como el ultrafeminismo, las propuestas impositivas suicidas, la locura energética antinuclear que tanto daño ha hecho a España y tantas emisiones absurdas de CO2 ha provocado, su abandono del campo, el grotesco animalismo que fomentan, su apoyo a la inmigración ilegal y descontrolada, su oposición a las condenas perpetuas a los más sádicos criminales…
Demasiados puntos débiles que no se están aprovechando. Hay que sustituir los mensajes autoafirmativos y ramplones por otros didácticos, originales, que se centren en los puntos débiles… y sin abandonar el tema de la memoria del terrorismo como no puede ser de otra forma, machacar en aquello que les ha permitido crecer.
Nos queda un año para hacer historia. Tic, tac, tic, tac.
[1] El PNV votó en contra pero alegó invasión de competencias. La destrucción del mercado del alquiler no le generó ni frío ni calor.
Si algo no ha funcionado durante 20 años, sin cambios no funcionará ahora
Llevamos varios meses de campaña electoral, primero para el 28-M y ahora el 23-J, y quiero traer algunos aspectos que me han parecido significativos y esclarecedores.
1.) El día 25 de junio, El Diario Vasco titulaba “La Ley de Vivienda retira de la oferta de alquiler estable un tercio de los pisos de Donostia. Casi una de cada tres ofertas de arrendamiento estable se retiraron del mercado por el recelo de los propietarios ante la intervención de precios y la dificultad de echar a un inquilino que no paga”
En la capital de lo que acertadamente nuestro director denominó Territorio Bildu, de la noche a la mañana, por efectos de una ley impulsada, pactada y presentada por coalición abertzale, se reducía bruscamente la oferta. ¿Hubo reacciones por parte de PP y Vox que votaron en contra a la ley entre otras causas, por este motivo [1]?
A pesar de estar en periodo electoral, las reacciones rozaron lo nulo. Algún responsable hizo un mínimo comentario en las redes, pero ninguno de los dos partidos aprovechó para ejemplificar las nefastas políticas en materia económica y social EH Bildu.
2.) La dirigente del PP de Guipúzcoa, Muriel Larrea fue entrevistada en Radio Euskadi, preguntándole por la dispersión. No tenía preparada ninguna respuesta. Balbuceando desvió la cuestión a las víctimas que terminaban siendo presentadas como unas vengativas.
Etxerat está desplegando una actividad frenética para conseguir la impunidad moral mediante la victimización de los presos y sus familias, que son presentadas también como víctimas y represaliadas con el horizonte de conseguir que los 16 muertos durante los viajes para ir ver criminales tuvieran reconocimiento legal y su culpa asumida por el Estado. Compensación moral y… económica. Ante una ofensiva que lleva desarrollándose años, no fue capaz de explicar que los presos que se desligaron de la banda fueron llevados a prisiones vascas y este premio no se podía dar a los que mantenían la fidelidad al terror.
3.) El escándalo de los candidatos terroristas. Este si que no hay que explicarlo, es conocido por todos. Pero no se ha valorado lo que es realmente grave. Covite fue quien desveló el escándalo. Dejemos la triste realidad del resto de asociaciones, que salvo Dignidad y Justicia en el plano jurídico, llevan años completamente desaparecidas, dejando sola a Consuelo Ordóñez y sus colaboradores en el campo del activismo. Lo realmente grave es que se constató que ni Ciudadanos, ni PP y ni Vox tienen un equipo de seguimiento a la izquierda abertzale. ¿Cómo puedes combatir a un movimiento del que se desconoce casi todo?
Izquierda Abertzale: Lo abertzale los hace peligrosos, la izquierda los hace fuertes
Desde hace años la coalición fake EH Bildu, en la que en realidad quien manda es Sortu, la ETA de toda la vida según confesión de su secretario general [https://youtu.be/rG2y3R3tukM ] no hace más que crecer en votos. De forma lenta, pero firme e inexorable.
¿Qué mecanismos explican esto? Frente la idea de que es “una sociedad enferma” y asumiendo que parte del problema arranca del impacto de la violencia desde los años setenta, el proceso se aceleró con Zapatero. Este inicia la radicalización del PSOE, actuando en el País Vasco mediante dos personajes siniestros, Jesús Eguiguren (el de cierta condena…) y Odón Elorza, “casualmente” ambos “odiadores” de lo que consideran derecha española y siempre partidarios del acercamiento a la izquierda abertzale. El resultado de tan “brillante” iniciativa fue que parte de sus bases y electorado, cada vez más de radical, saludó con entusiasmo la aparición de Podemos, pasándose a él. Y el partido de Iglesias, siempre sumiso y servil al ultranacionalismo vasco, ha sido el puente hacia EH Bildu: en el 23-J, otro 15 % de su electorado dará el salto. De este modo, en estos años, de la mano de la “ideología de izquierdas”, el partido de Arnaldo Otegi Mondragón, alias “El Gordo”, de forma inexorable ha aumentado su representación.
El oro de la soberanía a cambio de baratijas: “ayudas sociales” económicamente insostenibles a futuro y falsos derechos decretados unilateralmente. Con una añadido gravísimo y que ha pasado desapercibido. Si apoyaron el Congreso ayudas basadas en la insostenibilidad económica o que provoquen un grave impacto social como el alquiler, ha sido en base a la ponencia que aprobaron en el II Congreso de EH Bildu, las crisis políticas y económicas de España ofrecían oportunidades: provocando la recesión se facilita la secesión. ¿Entendemos ahora cómo han azuzado en las calles el movimiento de los jubilados vascos exigiendo unas pensiones irreales para la realidad económica actual?
Lo peligroso de ellos es su carácter abertzale, por cuanto su objetivo proclamado es volar el Estado, pero crecen por el lado izquierdista. ¿Hay una estrategia para frenarles en este campo? En absoluto. Lo hemos visto en el Congreso, como los tres partidos constitucionalistas (al PSOE ya es difícil incluirle en el apartado), en sus respuestas a los portavoces batasunos demostraban un sorprendente desconocimiento, careciendo de una táctica de deslegitimación y refutación de un programa formalmente izquierdista, objetivamente insostenible en finanzas y crecimiento, tal como ya hemos visto y que defendiendo todo tipo de paridas woke y ultrafeministas, que dañan la cohesión social. Añadamos lo que han proclamado repetidamente: Venezuela es su modelo revolucionario.
Eso es en Madrid, pero en el País Vasco es peor. A los cuadros y militantes de los nuestros, poco se les puede reprochar a causa de la endémica debilidad de los partidos nacionales y sus escasas posibilidades de acción. El resultado es que no hay una acción política para combatir esta progresiva inundación de un tosco izquierdismo gracias al cual los abertzales no hacen más que crecer. Y es que, con insuficiente apoyo de las estructuras centrales, sin apenas dinero ni voluntarios, es imposible afrontar dos tareas íntimamente unidas: el avasallador dominio del ideario e imaginario de izquierdas en la sociedad vasca y como este se plasma en un programa político ultra de los viejos batasunos que cada vez tiene más apoyo en las provincias vascas y Navarra.
Desde el fin del franquismo, unas veces a golpe de bombas y otras a golpe de cesión y entrega ideológica, todos los mantras del izquierdismo se han impuesto en la vida política vasca. Pablo Iglesias resumió a la perfección este avasallamiento ideológico: “ojalá la derecha española fuera como el PNV”. Sí, esta fuerza a la que estos trileros presentan “de derechas”, ha comprado el pack completo y salvo pequeñas matizaciones como en los impuestos (la pela es la pela), en todo lo demás, a través de sus propios medios, ha vendido un ideario que a medio plazo termina engordando a esa coalición que dirige “El Gordo”. Pack, que con el colaboracionismo sumiso y servil de los jelkides, no se puede cuestionar abiertamente. Buen ejemplo de a donde lleva este camino lo tenemos en el sindicato ELA, que hoy es más radical que LAB.
Es un dominio tan avasallador, que si nos vamos al PP posiblemente estemos hablando de la delegación regional menos combativa ideológicamente, algo perfectamente representado en el popular Borja Semper.
Una vez liquidado Ciudadanos, a la espera del desembarco de El Jacobino y su novedoso planteamiento rojo-centralista, el último actor es Vox. Pero esta fuerza, a efectos prácticos joven en el País Vasco, con estructuras organizativas débiles, ahogada porla mayoría de los medios informativos locales a niveles no vistos en el resto de España, que sigue sufriendo las agresiones físicas [https://latribunadelpaisvasco.com/art/18743/tres-ultras-agreden-a-militantes-de-vox-en-vitoria], ha terminado arrastrada a un discurso autoafirmativo, dirigido a los ya convencidos y que le cuesta salir del encasillamiento de la derecha tradicional, lo que en este asfixiante ambiente de izquierda que todo lo impregna donde no se admite el matiz, es letal para un crecimiento.
Con estos mimbres hay que afrontar el desafío que supone luchar ideológicamente en este ambiente político descrito, con nacionalistas y ultranacionalistas podridos de dinero y voluntarios tenaces, blanqueados, normalizados por los medios vascos y en el ámbito nacional por el PSOE y Podemos junto toda la prensa de izquierda.
Y las próximas elecciones vascas en el horizonte
En condiciones normales, con las elecciones europeas de junio se celebrarán las que quizá sean últimas elecciones autonómicas con el actual Estatuto de Guernica. Con independencia del resultado del 23-J, tanto por el PNV como por EH Bildu, con el colaboracionismo de Elkarrekin-Podemos y del PSE-PSOE, se entrará en la fase de la Confederalización de España mediante ese nuevo Estatuto que lleva años congelado en la comisión del Parlamento vasco. El nuevo Plan Ibarretxe. actualización del viejo que no olvidemos que dejaba como competencias estatales, Asuntos Exteriores (con matizaciones), Defensa, algo de legislación de Seguridad Social (la pela es la pela) y pesos y medidas. En lo demás la plena independencia.
Producto del ambiente ya descrito me llama la atención carácter ingenuo de los analistas ven las próximas elecciones con la falsa perspectiva entre la izquierda y la “derecha” local. ¿Llegará el sorpasso al PNV? ¿Habrá tripartito Bildu-Podemos-PSE? Curiosamente, nadie está planteado una salida “a la catalana” cuando pactaron los herederos de CiU con ERC y el apoyo externo de CUP.
Puede y personalmente creo que el escenario más probable será un pacto EH Bildu-PNV para plantear el Estatuto confederal o directamente el referéndum de autodeterminación. Con el vergonzoso antecedente de Estella, el 17 de diciembre de 2003 Arnaldo Otegi Mondragón, alias “El Gordo” ya hizo esta oferta de Gobierno de unidad nacional para forzar la secesión. Una idea que ya desde 1988 fue expuesta por primera vez por una asociación llamada Euskaria donde por primera vez se sentaban juntos nacionalistas y batasunos, a la que se unieron otras organizaciones como Bai Independitzari. Y no nos remontamos a 1976 con las conversaciones de Chiberta. Sorprende que nadie analice una posibilidad siempre ha estado ahí, máxime con el antecedente catalán.
¿Qué hacer? Lo que está claro es que o los partidos constitucionalistas espabilan y hacen cambios radicales en su estrategia o esto pintará muy mal. Lo que no ha funcionado en veinte años, no va ha funcionar ahora. No puede seguir girando la lucha ideológica contra la coalición fake Bildu, en torno al tema del terrorismo, por mucha razón moral que tengamos. No se puede seguir sin dar prioridad completa a la batalla en temas como el ultrafeminismo, las propuestas impositivas suicidas, la locura energética antinuclear que tanto daño ha hecho a España y tantas emisiones absurdas de CO2 ha provocado, su abandono del campo, el grotesco animalismo que fomentan, su apoyo a la inmigración ilegal y descontrolada, su oposición a las condenas perpetuas a los más sádicos criminales…
Demasiados puntos débiles que no se están aprovechando. Hay que sustituir los mensajes autoafirmativos y ramplones por otros didácticos, originales, que se centren en los puntos débiles… y sin abandonar el tema de la memoria del terrorismo como no puede ser de otra forma, machacar en aquello que les ha permitido crecer.
Nos queda un año para hacer historia. Tic, tac, tic, tac.
[1] El PNV votó en contra pero alegó invasión de competencias. La destrucción del mercado del alquiler no le generó ni frío ni calor.