La noche de Walpurguis de Pedro Sánchez
Si los datos de los resultados de escrutinio que conocemos a esta hora de la noche en que escribo (21.55) se confirman, parece que estamos asistiendo este domingo 23 de julio a una segunda noche electoral de Walpurguis.
La magnitud numérica de la victoria del PP o, más dudosa, del PSOE dependerá de los datos finales en algunas provincias con escaños en disputa por pocos votos, números que solo conoceremos al sumar el miércoles al resultado de las mesas electorales de hoy el voto extranjero, por lo que conviene ser prudentes con las cifras y esperar al escrutinio general.
Lo cierto es que Pedro Sánchez no convocó estas elecciones tras su contundente derrota en las elecciones municipales de mayo tanto pensando en ganar las propias generales, sino en cómo obtener para el PSOE un resultado lo mejor posible, reabsorbiendo una gran parte del voto de izquierdas descontento con Podemos (que eso debilite a Sumar, nada le importa a Sánchez, fiel seguidor de los consejos de Maquiavelo).
Pues si lo lograra con un buen % de votos y número razonable de escaños, dado su control del futuro grupo parlamentario del PSOE (cuyas listas ha llenado de fieles) y su red de apoyos mediáticos, quizás podría sobrevivir como líder de la oposición, evitando el verse obligado con un muy mal resultado a convocar un Congreso Extraordinario del PSOE que lo sustituya por otro Secretario General del PSOE. El plan de futuro de Sánchez es intentar bloquear el gobierno del PP, desgastarlo y presentar batalla en las elecciones Europeas de junio de 2024.
Que logre tales cosas, o que todo quede en meros deseos imposibles de materializarse, solo va a depender al final de las cifras del voto al PSOE y de número de diputados logrados, por lo que, más allá de los análisis de esta noche sería prudente esperar a valorar con los resultados definitivos de las Juntas Electorales Provinciales.
En todo caso las cifras indican una victoria del Partido Popular en el Senado y una victoria que posiblemente no es suficiente en el Congreso para intentar formar un gobierno en solitario, no dependiendo de Vox.
Si los datos reales del PP mejoran sustancialmente a lo largo de la noche, cosa difícil, el PP podría intentar poner a Vox ante un dilema: apoyar al PP a cambio de un acuerdo programático y sin entrar en el Gobierno, ya que el partido de Santiago Abascal tendría muy difícil justificar un voto similar al de PSOE, Sumar, PNV, Bildu y los independentistas catalanes contra la candidatura a la presidencia de gobierno de Feijóo.
Con los datos más avanzados de escrutinio de mesas de esta noche, y las tendencias ya claras, las reuniones mañana de las ejecutivas de los partidos que resulten derrotados van a ser unos auténticos aquelarres, pero esta vez sin la bala mágica Pedro Sánchez para paralizar la rebelión interna disolviendo las Cortes.
Las brujas de Walpurgis organizarán aquelarres y mañana veremos a quienes sacrifican.
Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado de las Juntas Generales de Bizkaia 1999 -2019
Si los datos de los resultados de escrutinio que conocemos a esta hora de la noche en que escribo (21.55) se confirman, parece que estamos asistiendo este domingo 23 de julio a una segunda noche electoral de Walpurguis.
La magnitud numérica de la victoria del PP o, más dudosa, del PSOE dependerá de los datos finales en algunas provincias con escaños en disputa por pocos votos, números que solo conoceremos al sumar el miércoles al resultado de las mesas electorales de hoy el voto extranjero, por lo que conviene ser prudentes con las cifras y esperar al escrutinio general.
Lo cierto es que Pedro Sánchez no convocó estas elecciones tras su contundente derrota en las elecciones municipales de mayo tanto pensando en ganar las propias generales, sino en cómo obtener para el PSOE un resultado lo mejor posible, reabsorbiendo una gran parte del voto de izquierdas descontento con Podemos (que eso debilite a Sumar, nada le importa a Sánchez, fiel seguidor de los consejos de Maquiavelo).
Pues si lo lograra con un buen % de votos y número razonable de escaños, dado su control del futuro grupo parlamentario del PSOE (cuyas listas ha llenado de fieles) y su red de apoyos mediáticos, quizás podría sobrevivir como líder de la oposición, evitando el verse obligado con un muy mal resultado a convocar un Congreso Extraordinario del PSOE que lo sustituya por otro Secretario General del PSOE. El plan de futuro de Sánchez es intentar bloquear el gobierno del PP, desgastarlo y presentar batalla en las elecciones Europeas de junio de 2024.
Que logre tales cosas, o que todo quede en meros deseos imposibles de materializarse, solo va a depender al final de las cifras del voto al PSOE y de número de diputados logrados, por lo que, más allá de los análisis de esta noche sería prudente esperar a valorar con los resultados definitivos de las Juntas Electorales Provinciales.
En todo caso las cifras indican una victoria del Partido Popular en el Senado y una victoria que posiblemente no es suficiente en el Congreso para intentar formar un gobierno en solitario, no dependiendo de Vox.
Si los datos reales del PP mejoran sustancialmente a lo largo de la noche, cosa difícil, el PP podría intentar poner a Vox ante un dilema: apoyar al PP a cambio de un acuerdo programático y sin entrar en el Gobierno, ya que el partido de Santiago Abascal tendría muy difícil justificar un voto similar al de PSOE, Sumar, PNV, Bildu y los independentistas catalanes contra la candidatura a la presidencia de gobierno de Feijóo.
Con los datos más avanzados de escrutinio de mesas de esta noche, y las tendencias ya claras, las reuniones mañana de las ejecutivas de los partidos que resulten derrotados van a ser unos auténticos aquelarres, pero esta vez sin la bala mágica Pedro Sánchez para paralizar la rebelión interna disolviendo las Cortes.
Las brujas de Walpurgis organizarán aquelarres y mañana veremos a quienes sacrifican.
Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado de las Juntas Generales de Bizkaia 1999 -2019