La noche de la iguana o los misterios del escrutinio electoral
![[Img #24594]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/07_2023/6449_iguana-g687f50f5e_1280.jpg)
"De qué lado masca la iguana" es una expresión utilizada en México para decir “vamos a ver qué pasa” ante alguna situación extraña. También se suele usar antes de intentar explicar un misterio.
Creo que pocas veces una noche electoral como la del 23 de julio ha sido tan emocionante y llena de incógnitas para los ciudadanos que seguimos por los medios de comunicación el escrutinio de mesas de las elecciones generales.
Lo cierto es que fuimos de sorpresa en sorpresa.
Y no tanto porque las encuestas publicadas hasta el lunes anterior se equivocaran (las del CIS de Tezanos incluidas, ¿no decían que iba a ganar el PSOE?), ya que ciertamente en la última semana siempre puede haber cambios en la intención de voto de los electores, aparecer corrientes subterráneas de voto útil y, sobre todo, votos “a la contra”, porque en España no se vota tanto a favor sino en contra de algo o de alguien.
Pero la primera sorpresa fue que los sondeos a pie de urna, entrevistas a electores que ya habían emitido su voto, se equivocaran claramente. Algo sorprendente porque los fiascos no fueron sufridos por una única empresa demoscópica especializada, sino por varias diferentes. Y todas erraron significativamente al predecir resultados y mayorías posibles. ¿Mentimos los electores al encuestador que nos entrevista al salir del colegio electoral, o las muestras de estos sondeos están mal realizadas? Lo ignoro.
Si solo fuera esto, las sorpresas de la noche podría haber quedado en una simple reflexión sobre la poca fiabilidad en nuestro país cainita de los sondeos.
Pero según comenzaron a darnos datos de escrutinio real de mesas surgió otro misterio, al menos para los que seguíamos en paralelo los escrutinios del Congreso y Senado, que por lógica van añadiendo a sus respectivas bases de datos los resultados de las mismas mesas en cada Cámara.
El caso es que en los datos del Ministerio del Interior en la noche electoral había una incoherencia que me llamaba la atención, al menos a mí.
- El escrutinio de mesas al Congreso hasta un porcentaje de escrutinio bastante avanzado, de casi el 50%, comenzó dando como ganador en el Congreso al PSOE, claramente por delante del PP, algo extraño visto el resultado final (el PP superaba finalmente al PSOE en 1,3 puntos).
La evolución del Congreso fue está:
21.10 H - Con el 15% escrutado, el PSOE obtenía 127 diputados, mientras el PP lograba 124, Vox se quedaba con 31 y Sumar con 26.
21.22 H - Con el 21,26% de los votos escrutados, el PSOE lograba un total de 128 diputados, mientras el PP se quedaba con 122. Por su parte, Vox lograba 31 y Sumar 27.
22.30 H - Media hora después del comienzo del recuento de votos, con el 30% escrutado, el PSOE obtenía 133 y el PP 128.Vox se quedaba con 32 y Sumar lograba 29.
21.43 H - Con el 40% de los votos escrutados, el PSOE obtenía 132 diputados y el PP lograba 129. Por su parte, Vox lograba 32 y Sumar 29.
21 50 H - Con el 50% de los votos escrutados, el PSOE obtenía 131 diputados y el PP lograba 130. Por su parte, Vox lograba 31 y Sumar 30.
22.00 H - Con el 59,5% escrutado, el PP lograba 131 escaños y el PSOE 128; Vox se quedaba con 33 y Sumar con 30.
Como se ve, es sólo con más de un 50% o 60% del voto al Congreso escrutado cuando el resultado provisional empieza a ser un poco más similar al orden real, dando como partido ganador al PP. Algo sorprendente.
Esto sólo tenía para mí una explicación posible: para orientar de manera favorable al Gobierno el relato político de la jornada electoral. el Ministerio no estaba metiendo a cómputo todas las mesas al azar y según le iban llegando, sino sólo las más favorables al PSOE, dejando para el final las demás. Una técnica para informar resultados dando una impresión concreta de los mismos, bien conocida en su día por Martín Villa y Alfonso Guerra.
Pero sucedía algo extraño. Mientras iban dando desde el Ministerio los datos de porcentaje de escrutinio del Congreso y Senado, si estaban contando primero y a propósito mesas favorables al PSOE, serían por tanto favorables al PSOE para ambas Cámaras, y sus resultados debieran ser resultados coherentes en sus desviaciones respecto al cómputo final.
Pero sucedía que con un porcentaje de escrutinio al Congreso del 40%, el PSOE obtenía 132 diputados y el PP 129, mientras que al Senado, con el 37,09% escrutado, el PP obtenía 107 senadores y el PSOE 86.
Vamos, que el PP ganaba de calle en el Senado mientras que con la mismas mesas iba perdiendo claramente en el Congreso.
De hecho, desde que se comienza a dar porcentajes de mesas escrutadas, el PP iba claramente por delante del PSOE al Senado mientras que con las mismas mesas y electores el PSOE iba ganando al Congreso. Cómo mínimo, sorprendente.
La causa de esta anomalía numérica la ignoro y la dejo a la reflexión del lector. Pero lo que es imposible, no sucede, y los números no mienten.
¿Estaba un discípulo de Tezanos “revoloteando” sobre las aguas de datos electorales esa noche?
Solo un estudio detallado de los datos definitivos del escrutinio de mesas, podrá quizás encontrar explicación a los dos misterios que nacen, al menos para mí, en la “noche de la iguana” del 23 de julio de 2023, para ver “de qué lado masca” el reptil respecto a dos cosas:
a) Los sorprendentes fallos respecto a la predicción de los sondeos a pie de urna de los escaños y porcentajes que obtendrían los partidos y b) la extraña anomalía del escrutinio con resultados paralelos diferentes en el Congreso y Senado.
Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 - 2019
"De qué lado masca la iguana" es una expresión utilizada en México para decir “vamos a ver qué pasa” ante alguna situación extraña. También se suele usar antes de intentar explicar un misterio.
Creo que pocas veces una noche electoral como la del 23 de julio ha sido tan emocionante y llena de incógnitas para los ciudadanos que seguimos por los medios de comunicación el escrutinio de mesas de las elecciones generales.
Lo cierto es que fuimos de sorpresa en sorpresa.
Y no tanto porque las encuestas publicadas hasta el lunes anterior se equivocaran (las del CIS de Tezanos incluidas, ¿no decían que iba a ganar el PSOE?), ya que ciertamente en la última semana siempre puede haber cambios en la intención de voto de los electores, aparecer corrientes subterráneas de voto útil y, sobre todo, votos “a la contra”, porque en España no se vota tanto a favor sino en contra de algo o de alguien.
Pero la primera sorpresa fue que los sondeos a pie de urna, entrevistas a electores que ya habían emitido su voto, se equivocaran claramente. Algo sorprendente porque los fiascos no fueron sufridos por una única empresa demoscópica especializada, sino por varias diferentes. Y todas erraron significativamente al predecir resultados y mayorías posibles. ¿Mentimos los electores al encuestador que nos entrevista al salir del colegio electoral, o las muestras de estos sondeos están mal realizadas? Lo ignoro.
Si solo fuera esto, las sorpresas de la noche podría haber quedado en una simple reflexión sobre la poca fiabilidad en nuestro país cainita de los sondeos.
Pero según comenzaron a darnos datos de escrutinio real de mesas surgió otro misterio, al menos para los que seguíamos en paralelo los escrutinios del Congreso y Senado, que por lógica van añadiendo a sus respectivas bases de datos los resultados de las mismas mesas en cada Cámara.
El caso es que en los datos del Ministerio del Interior en la noche electoral había una incoherencia que me llamaba la atención, al menos a mí.
- El escrutinio de mesas al Congreso hasta un porcentaje de escrutinio bastante avanzado, de casi el 50%, comenzó dando como ganador en el Congreso al PSOE, claramente por delante del PP, algo extraño visto el resultado final (el PP superaba finalmente al PSOE en 1,3 puntos).
La evolución del Congreso fue está:
21.10 H - Con el 15% escrutado, el PSOE obtenía 127 diputados, mientras el PP lograba 124, Vox se quedaba con 31 y Sumar con 26.
21.22 H - Con el 21,26% de los votos escrutados, el PSOE lograba un total de 128 diputados, mientras el PP se quedaba con 122. Por su parte, Vox lograba 31 y Sumar 27.
22.30 H - Media hora después del comienzo del recuento de votos, con el 30% escrutado, el PSOE obtenía 133 y el PP 128.Vox se quedaba con 32 y Sumar lograba 29.
21.43 H - Con el 40% de los votos escrutados, el PSOE obtenía 132 diputados y el PP lograba 129. Por su parte, Vox lograba 32 y Sumar 29.
21 50 H - Con el 50% de los votos escrutados, el PSOE obtenía 131 diputados y el PP lograba 130. Por su parte, Vox lograba 31 y Sumar 30.
22.00 H - Con el 59,5% escrutado, el PP lograba 131 escaños y el PSOE 128; Vox se quedaba con 33 y Sumar con 30.
Como se ve, es sólo con más de un 50% o 60% del voto al Congreso escrutado cuando el resultado provisional empieza a ser un poco más similar al orden real, dando como partido ganador al PP. Algo sorprendente.
Esto sólo tenía para mí una explicación posible: para orientar de manera favorable al Gobierno el relato político de la jornada electoral. el Ministerio no estaba metiendo a cómputo todas las mesas al azar y según le iban llegando, sino sólo las más favorables al PSOE, dejando para el final las demás. Una técnica para informar resultados dando una impresión concreta de los mismos, bien conocida en su día por Martín Villa y Alfonso Guerra.
Pero sucedía algo extraño. Mientras iban dando desde el Ministerio los datos de porcentaje de escrutinio del Congreso y Senado, si estaban contando primero y a propósito mesas favorables al PSOE, serían por tanto favorables al PSOE para ambas Cámaras, y sus resultados debieran ser resultados coherentes en sus desviaciones respecto al cómputo final.
Pero sucedía que con un porcentaje de escrutinio al Congreso del 40%, el PSOE obtenía 132 diputados y el PP 129, mientras que al Senado, con el 37,09% escrutado, el PP obtenía 107 senadores y el PSOE 86.
Vamos, que el PP ganaba de calle en el Senado mientras que con la mismas mesas iba perdiendo claramente en el Congreso.
De hecho, desde que se comienza a dar porcentajes de mesas escrutadas, el PP iba claramente por delante del PSOE al Senado mientras que con las mismas mesas y electores el PSOE iba ganando al Congreso. Cómo mínimo, sorprendente.
La causa de esta anomalía numérica la ignoro y la dejo a la reflexión del lector. Pero lo que es imposible, no sucede, y los números no mienten.
¿Estaba un discípulo de Tezanos “revoloteando” sobre las aguas de datos electorales esa noche?
Solo un estudio detallado de los datos definitivos del escrutinio de mesas, podrá quizás encontrar explicación a los dos misterios que nacen, al menos para mí, en la “noche de la iguana” del 23 de julio de 2023, para ver “de qué lado masca” el reptil respecto a dos cosas:
a) Los sorprendentes fallos respecto a la predicción de los sondeos a pie de urna de los escaños y porcentajes que obtendrían los partidos y b) la extraña anomalía del escrutinio con resultados paralelos diferentes en el Congreso y Senado.
Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 - 2019