La pesadilla de 1936 vuelve a España de la mano del sanchismo, apostillando su iniquidad con la firma del ilegal e inconstitucional acuerdo de amnistía con el golpista fugitivo Puigdemont, acusado también de terrorista.

Este acuerdo rompe así la unidad nacional, destruye la igualdad entre los españoles y, sobre todo, rompe la separación de poderes porque el Ejecutivo se asigna el papel de Tribunal Superior de Justicia, especialmente dedicado al control de las decisiones del Poder Judicial, es decir, a decidir el fondo de las sentencias del Poder Judicial, eliminando un principio fundamental de toda democracia: la separación de poderes.

Aprobada esta ley de amnistía, ya no nos sorprenderá que, en el futuro, se premie el crimen cuando este beneficie al Ejecutivo.

Hoy, con este proyecto de ley, se abre un nuevo periodo de dictadura donde todo será posible, salvo la justicia y la seguridad, y para marcar este momento en el inconsciente colectivo de los españoles, como ya ocurrió en 1936 con el asesinato del exministro de Economía de España José Calvo Sotelo, el jueves 9 de noviembre de 2023, se produjo, en Madrid, un atentado terrorista contra Alejo Vidal Quadras, ex vicepresidente del Parlamento Europeo y cofundador de Vox.

Este ataque no es fortuito porque podría aumentar la violencia de los manifestantes contra la amnistía que Sánchez quiere conceder a los separatistas y darle la excusa para declarar el estado de alarma, con lo que, por el artículo 116 de la Constitución, ampliar el plazo para presentarse a su candidatura, con el fin de asegurarse todo el apoyo de los separatistas, entre otras cosas.

Los piratas del poder ya ocupan todas las instancias administrativas del Estado y, como termitas hambrientas, carcomen con fruición los pilares de la aún joven constitución de 1978.