Qué eran o qué son los asesinos y los golpistas
"No voy a declarar, no voy a participar, no voy a contestar", son las palabras en euskera que Javier García Gaztelu, 'Txapote', ha pronunciado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por el asesinato con bomba del concejal del PP en Rentaría (Guipúzcoa), Manuel Zamarreño, el 25 de junio de 1998. Junto a él ha estado Irantzu Gallastegui, 'Amaia', quien también se ha negado a declarar.
La lista de víctimas mortales de 'Txapote' la completan Alfonso Morcillo Calero, Mariano de Juan Santamaría, José Ignacio Iruretagoyena, José Luis López de la Calle, Jorge Díez Elorza, José Javier Múgica Astibia, Irene Fernández Perera, José Ángel de Jesús Encinas, Enrique Nieto Viyella y Máximo Casado Carrera. También se le atribuye el intento de asesinato de Ramón Rabanera y José Ramón Recalde, además de un atentado contra una discoteca.
No hay ninguna duda. Estas alimañas humanoides nunca asumirán la moral de "no matarás". Lo malo es que hicieron escuela en parte de la juventud. Lo terrible es que hubo quien justificó su "lucha" para alcanzar la "Atlántida". Lo espantoso fue cómo resultaban útiles al nacionalismo democrático independentista.
En frente, tres maneras de vivir. Los acomodados al problema. Los aterrados silentes. Los rebeldes amenazados que cuando salíamos de casa nuestras familias nunca sabían si volveríamos.
Si cometemos el error de mezclar otra vez política con crimen para justificar el perdón y así cerrar uno de los capítulos más repugnantes de nuestra reciente memoria histórica, estaremos denigrando a las víctimas y justificando la presunta revolución en la que siempre mataban los mismos y siempre morían los mismos.
Y no debe ser tan extraño lo que pienso ya que han logrado que se olvide la negra sombra de tal periodo. Curiosamente, al mismo tiempo que se intenta recordar las barbaridades del franquismo. Y el resultado, encuestas que colocan a Bildu como probable ganador de las elecciones vascas. Quizá alentado por la conducta del sanchismo que los está blanqueando mientras crece la reacción de la extrema derecha, y así polariza en dos irreconciliables al tejido social de nuestra nación.
Sólo por lo que antecede, el socialismo honesto debería expulsar al sanchismo y hacer pedagogía sobre la verdad que está por encima de una memoria manipulada a inventario del poder.
Soy incrédulo. Cada vez que oigo al hombre de pequeña estatura leal al sanchismo afirmar que nada tiene que ver lo acontecido en Euskadi con lo acontecido en Cataluña, me pongo a tiritar. No hay líneas rojas. Todo vale para mantenerse en el poder. Ignoro cuanto tiempo. Pero será a costa de la dignidad. Temo que si triunfa esta estirpe de trileros asociados a golpistas, asesinos y antisistemas, nada quedará como lo dejó la Constitución española. Puede que hasta tenga que dar explicaciones de mi conducta en el País Vasco por defender la democracia, la libertad y la dignidad de ser y ejercer como español jugándome la vida frente a los comandos de ETA. Puede que la nueva historia declare que tales asesinos tenían razón cuando se declaraban soldados y patriotas vascos -gudaris y abertazales- mientras los tipos como yo éramos perros, colonizadores, enemigos del pueblo vasco.
En cuanto a los hechos retransmitidos por audiovisuales a los que dio lugar el proceso, cualquier observador de esos aciagos días que comenzaron en octubre del 2019, puede afirmar por mucho que traten de engañarlo: hubo golpe de Estado al declararse la República Catalana en el Parlamento de tal Comunidad. Hubo violencia orquestada por grupos tipo "kale borroka" que asaltaron y destrozaron todo lo que pudieron y no causaron peores consecuencias por la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Esto es lo que se quiere, en una primera fase, amnistiar mediante ley.
Y hay dos conceptos que necesariamente deben ser analizados: terrorismo y vulneración de los derechos humanos. Me recuerda aquellas discusiones que en su momento tuvimos hasta que el alto Tribunal de la nación española aclaró. ¿Donde reside la soberanía popular?. Las alternativas eran: en los parlamentos regionales o en las Cortes. Quedó claro que en Las Cortes. Supongo que para los nacionalistas la Ley y las Sentencias que crean jurisprudenciason papel mojado, y mucho más cuando han logrado que el poder Ejecutivo les dé la razón por motivos de oportunidad mercantil.
Los planes son cortoplacistas. El sanchismo va partido a partido. Los nacionalistas catalanes cifran sus éxitos por objetivos hasta alcanzar la independencia. Es mentira que con las concesiones y amnistía vayan a frenar el proceso. Logran romper la seguridad jurídica. Logran que los independentistas vascos chupen rueda para luego emprender el sprint final. Ahí está lo que acontece en Navarra. Y es que Otegui podrá presumir de haber logrado hacer realidad aquellas viejas reivindicaciones de la alternativa KAS; esta vez, sin necesidad de ETA. Simplemente, sumándose al proceso de negociación entre el nacionalismo - por cierto dos partidos enfrentados para ver quién logra más- y el sanchismo.
No hay terrorismo de baja intensidad. No hay golpe de Estado de menos cuantía. No hay atajos para amnistiar a unos sin hacerlo con los demás. El dislate está servido.
Pero les hago una apuesta. Los gallegos que somos de lluvia y calma, que hemos sufrido las heridas y muertes de nuestros hijos -Pardiñes era de Malpica- sabremos sancionar con las papeletas en las urnas al sanchismo. Es más. Si yo fuera Rueda, en los debates le preguntaría a Besteiro qué posición ocupa sobre la amnistía y el terrorismo de baja intensidad como el que desde nuestro Fisterra pudimos ver en las calles de Barcelona.
Me imagino que el candidato sanchista para presidir la Xunta dirá o esconderá que los CDR también eran patriotas catalanes dirigidos por el Abad de Montserrat... Después del trompazo que se llevará le recomiendo meditación en el Monasterio de Samos.
"No voy a declarar, no voy a participar, no voy a contestar", son las palabras en euskera que Javier García Gaztelu, 'Txapote', ha pronunciado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por el asesinato con bomba del concejal del PP en Rentaría (Guipúzcoa), Manuel Zamarreño, el 25 de junio de 1998. Junto a él ha estado Irantzu Gallastegui, 'Amaia', quien también se ha negado a declarar.
La lista de víctimas mortales de 'Txapote' la completan Alfonso Morcillo Calero, Mariano de Juan Santamaría, José Ignacio Iruretagoyena, José Luis López de la Calle, Jorge Díez Elorza, José Javier Múgica Astibia, Irene Fernández Perera, José Ángel de Jesús Encinas, Enrique Nieto Viyella y Máximo Casado Carrera. También se le atribuye el intento de asesinato de Ramón Rabanera y José Ramón Recalde, además de un atentado contra una discoteca.
No hay ninguna duda. Estas alimañas humanoides nunca asumirán la moral de "no matarás". Lo malo es que hicieron escuela en parte de la juventud. Lo terrible es que hubo quien justificó su "lucha" para alcanzar la "Atlántida". Lo espantoso fue cómo resultaban útiles al nacionalismo democrático independentista.
En frente, tres maneras de vivir. Los acomodados al problema. Los aterrados silentes. Los rebeldes amenazados que cuando salíamos de casa nuestras familias nunca sabían si volveríamos.
Si cometemos el error de mezclar otra vez política con crimen para justificar el perdón y así cerrar uno de los capítulos más repugnantes de nuestra reciente memoria histórica, estaremos denigrando a las víctimas y justificando la presunta revolución en la que siempre mataban los mismos y siempre morían los mismos.
Y no debe ser tan extraño lo que pienso ya que han logrado que se olvide la negra sombra de tal periodo. Curiosamente, al mismo tiempo que se intenta recordar las barbaridades del franquismo. Y el resultado, encuestas que colocan a Bildu como probable ganador de las elecciones vascas. Quizá alentado por la conducta del sanchismo que los está blanqueando mientras crece la reacción de la extrema derecha, y así polariza en dos irreconciliables al tejido social de nuestra nación.
Sólo por lo que antecede, el socialismo honesto debería expulsar al sanchismo y hacer pedagogía sobre la verdad que está por encima de una memoria manipulada a inventario del poder.
Soy incrédulo. Cada vez que oigo al hombre de pequeña estatura leal al sanchismo afirmar que nada tiene que ver lo acontecido en Euskadi con lo acontecido en Cataluña, me pongo a tiritar. No hay líneas rojas. Todo vale para mantenerse en el poder. Ignoro cuanto tiempo. Pero será a costa de la dignidad. Temo que si triunfa esta estirpe de trileros asociados a golpistas, asesinos y antisistemas, nada quedará como lo dejó la Constitución española. Puede que hasta tenga que dar explicaciones de mi conducta en el País Vasco por defender la democracia, la libertad y la dignidad de ser y ejercer como español jugándome la vida frente a los comandos de ETA. Puede que la nueva historia declare que tales asesinos tenían razón cuando se declaraban soldados y patriotas vascos -gudaris y abertazales- mientras los tipos como yo éramos perros, colonizadores, enemigos del pueblo vasco.
En cuanto a los hechos retransmitidos por audiovisuales a los que dio lugar el proceso, cualquier observador de esos aciagos días que comenzaron en octubre del 2019, puede afirmar por mucho que traten de engañarlo: hubo golpe de Estado al declararse la República Catalana en el Parlamento de tal Comunidad. Hubo violencia orquestada por grupos tipo "kale borroka" que asaltaron y destrozaron todo lo que pudieron y no causaron peores consecuencias por la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Esto es lo que se quiere, en una primera fase, amnistiar mediante ley.
Y hay dos conceptos que necesariamente deben ser analizados: terrorismo y vulneración de los derechos humanos. Me recuerda aquellas discusiones que en su momento tuvimos hasta que el alto Tribunal de la nación española aclaró. ¿Donde reside la soberanía popular?. Las alternativas eran: en los parlamentos regionales o en las Cortes. Quedó claro que en Las Cortes. Supongo que para los nacionalistas la Ley y las Sentencias que crean jurisprudenciason papel mojado, y mucho más cuando han logrado que el poder Ejecutivo les dé la razón por motivos de oportunidad mercantil.
Los planes son cortoplacistas. El sanchismo va partido a partido. Los nacionalistas catalanes cifran sus éxitos por objetivos hasta alcanzar la independencia. Es mentira que con las concesiones y amnistía vayan a frenar el proceso. Logran romper la seguridad jurídica. Logran que los independentistas vascos chupen rueda para luego emprender el sprint final. Ahí está lo que acontece en Navarra. Y es que Otegui podrá presumir de haber logrado hacer realidad aquellas viejas reivindicaciones de la alternativa KAS; esta vez, sin necesidad de ETA. Simplemente, sumándose al proceso de negociación entre el nacionalismo - por cierto dos partidos enfrentados para ver quién logra más- y el sanchismo.
No hay terrorismo de baja intensidad. No hay golpe de Estado de menos cuantía. No hay atajos para amnistiar a unos sin hacerlo con los demás. El dislate está servido.
Pero les hago una apuesta. Los gallegos que somos de lluvia y calma, que hemos sufrido las heridas y muertes de nuestros hijos -Pardiñes era de Malpica- sabremos sancionar con las papeletas en las urnas al sanchismo. Es más. Si yo fuera Rueda, en los debates le preguntaría a Besteiro qué posición ocupa sobre la amnistía y el terrorismo de baja intensidad como el que desde nuestro Fisterra pudimos ver en las calles de Barcelona.
Me imagino que el candidato sanchista para presidir la Xunta dirá o esconderá que los CDR también eran patriotas catalanes dirigidos por el Abad de Montserrat... Después del trompazo que se llevará le recomiendo meditación en el Monasterio de Samos.












