Domingo, 09 de Noviembre de 2025

Actualizada Domingo, 09 de Noviembre de 2025 a las 19:44:12 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Elena García
Lunes, 11 de Marzo de 2024 Tiempo de lectura:

8 de marzo feminista: vamos a contar verdades

 Como todos los años por estas fechas, se han preparado actos, manifestaciones, charlas en los medios y otras celebraciones. Sobre todo, para poner de manifiesto los éxitos que se han obtenido gracias a las liberadoras y lo que todavía queda por conseguir. Entre otras cosas, en algunos medios se ha entrevistado a mujeres de cierta edad para que cuenten lo desgraciadas que eran en otros tiempos y las pocas posibilidades que les daba una vida adobada de machismo. Parece que solo para ellas era dura la vida. Realmente ¿lo vivieron así estas mujeres entrevistadas o han sido inducidas a pensar que fue eso lo que sintieron?  Deja la impresión de que para las mujeres “cualquier tiempo pasado fue peor”. ¿En todos los aspectos? ¿en algunos? ¿qué compensación había entre unos y otros?

 

Hagamos un breve repaso de las últimas décadas para ver algunas de las ¿mejoras? que se han producido en la vida de la mujer:

 

En 2004 se crea el ministerio de Igualdad a fin de proteger a las mujeres contra la desigualdad, la violencia, la discriminación, etc., e intensificar la propaganda para concienciar sobre los problemas de la mujer. El presupuesto destinado a este ministerio en 2022 fue de 573 millones de euros, nada más y nada menos, en la creencia, o así nos lo hacen pensar, de que todo es cuestión de gastar dinero. Y si las cosas no salen como queremos es porque hay que gastar más dinero, ¿en qué? ¿cómo se ha rentabilizado ese enorme gasto?

 

Veamos algunos de los grandes “avances” desde la muerte de Franco hasta nuestros días. Tomemos en consideración algunos datos indicativos de cómo han evolucionado las condiciones de vida de la mujer y su salud psíquica y física.

 

Empecemos con la enseñanza: respecto a las posibilidades de estudiar, en las décadas de los 50 y los 60, para todos era muy difícil estudiar, chicos y chicas, sobre todo los que vivían en pueblos, que tenían que examinarse “por libre” en los institutos, centros que solo había en las ciudades de cierto tamaño. Si en 1960 el porcentaje de mujeres que cursaban bachillerato era del 27,5%, en 1970 había aumentado al 38,1% -también lo habían hecho los centros de enseñanza- y en 1980 alcanzaba el 48,2%, estábamos ya casi en el ansiado 50%. Y todo esto ¡sin liberadoras! Sí, en la España franquista las mujeres se estaban incorporando a los estudios sin que hubiese feministas por los alrededores, porque sus familias, tradicionales por aquel entonces, lo permitían y animaban a sus hijas a estudiar, y el régimen político no ponía obstáculo alguno. Muchas de estas mujeres se incorporarían después, como funcionarias, a la administración pública.

 

Asimismo, el porcentaje de mujeres universitarias en 1975 era del 38%. Sin que tuviesen impedimento ni discriminación alguna para ir a la universidad e incluso contando con becas y becas-salario, con los únicos requisitos para obtenerlas que mérito y falta de recursos, al igual que los chicos. Aun teniendo en cuenta que se consideraba que la mujer tenía como fin y aspiración fundamental el formar una familia y tener hijos.

 

Conforme las posibilidades económicas ascendía el número de mujeres que se incorporaban a la universidad. En 1980 se alcanza el 44% de mujeres universitarias, mujeres nacidas y educadas bajo el “patriarcal y machista” régimen franquista. ¿Efecto de las liberadoras, que por aquel entonces no había, o trayectoria normal de algo que se había iniciado en décadas anteriores y que el bienestar económico hacia posible? (INE/MEC)

  

En 1975, en la España que dejó Franco, los suicidios femeninos fueron 201, en 1980 lo hicieron 247 mujeres, mientras que en la España educada y dominada por el feminismo en 2022 se suicidaron 724; el aumento fue del 191%. (INE)

  

Respecto a la salud psíquica. En 1980 el consumo de ansiolíticos por parte de las mujeres era del 3%, en 2010 había subido al 24,6% y en 2022 nada menos que al 30,6%. (OEDA/SEP)

 

Hablemos de la soledad. En la actualidad 1 de cada 4 mujeres mayores de 65 años se siente sola, y entre las jóvenes de 16 a 25 años, un 25% también experimenta la soledad. (Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada)

 

En cuanto a las ETS (enfermedades de transmisión sexual). El aumento desde el año 2000 ha sido espectacular, especialmente en las mujeres más jóvenes (12.000 casos notificados en 2022) (MS). Con los problemas derivados que provocan algunas de estas enfermedades, sobre todo de infertilidad, en mujeres que sí querían tener hijos en el futuro. Pero bueno, las enfermedades así contraídas para las liberadoras no tienen importancia, solo las que provoca el tabaco, el azúcar, los alimentos procesados y cosas así.

     

Estabilidad de la pareja. En España la tasa de divorcios en 1985 fue del 0,3% (legalizado en 1981), mientras que en 2022 fue del 50%. España tiene uno de los porcentajes de divorcio, o fracaso de la convivencia, más altos de Europa. Y ya sabemos el impacto emocional y las dificultades económicas que normalmente llevan aparejadas las separaciones, con el doloroso problema de los hijos, en caso de que los haya. En EEUU la tasa de divorcio en 1960 era del 9,2%, en 2023 del 39%, eso sin tener en cuenta la separación de las parejas que no han llegado a casarse. Esto hace pensar que no son las leyes en sí que permiten el divorcio las que han llevado a la ruptura de los hogares, sino la falta de capacidad -fomentada por la educación actual y por la superficialidad con que se inician las relaciones- para convivir, para aguantar en conjunto las dificultades que se presentan en la vida, para el sacrificio mutuo y para la generosidad real.

 

En cuanto a la violencia contra la mujer -llamada de género por las liberadoras- los asesinatos por parejas o exparejas ha sufrido variaciones que van desde 79 en 2004 o 73 en 2010, a 49 en 2016; para volver a ascender a 55 en 2019 o 56 en 2023. Las oscilaciones no son demasiado significativas, a pesar del dinero gastado en propaganda, demonización del hombre y minutos de silencio. Y siempre hay factores constantes que nunca se nombran como la enfermedad mental, el alcoholismo o las drogas.

 

Por otra parte, los delitos contra la libertad sexual han aumentado en 2022 un 13% respecto a 2021 y las denuncias de violaciones con penetración aumentaron desde 2019 el 53,2% (datos del MI).

 

Y para acabar, tenemos el gran logro de las últimas décadas, la incorporación de las mujeres al trabajo fuera de casa. Ciertamente la mujer ha ganado en independencia económica, pero aquellas que trabajan en sectores no especializados como la industria manufacturera, el comercio, la agricultura, la hostelería, etc., que son la mayoría, el 58%, e incluso aquellas tituladas que tienen salarios medios, se encuentran con enormes dificultades para tener hijos, o atenderlos si los han tenido. Cuidarlos, sobre todo si se encuentran en un hogar monoparental; con las dificultades que entraña el tener que hacerse cargo de los hijos, en todos los aspectos, una persona sola. En España hay ya 1.887.500 y de ellos 8 de cada 10 están encabezados por mujeres (INE).

 

Hemos contemplado importantes marcadores para medir la “felicidad” o las mejoras en la vida de las mujeres, como la educación, los suicidios, la soledad, los cuadros de ansiedad y depresión, las ETM, la inestabilidad de las parejas, el trabajo fuera de casa. Lo conseguido no parece ser muy positivo, más bien un retroceso. O un avance hacia el abismo.

 

¿Estos son los grandes logros de las liberadoras?  Desde luego, a juzgar por los datos, no parece que el enorme gasto de dinero que manejan haya contribuido a mejorar la vida de las mujeres. Quizá la de ellas mismas, al menos durante algunos años.

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.