Estado en que se encuentra el sistema democrático
El sanchismo está desviando la atención de los ciudadanos y la oposición le sigue los pasos. Pero, además, y por razones acordes con la intención de mantenerse en el poder estatal, pretende dar cartas de naturaleza democrática o lo que es lo mismo definir las coordenadas del sistema democrático en la nación. Por esto deberíamos reflexionar sobre cuál es el estado en el que se encuentra a estas alturas del siglo XXI en España.
Concepto. Democracia es mucho más que votar. Es participar. Es garantizar. Es acceder. Es valorar su alcance y capacidad para mejorar las condiciones de vida.
Derechos. Si hay incumplimiento o interpretación fraudulenta de la Constitución Española de 1978, los derechos fundamentales y sociales quedan al albur del que los gestiona.
Partidos políticos y sociedad civil. Ahí está el núcleo del problema. La democracia ha sido capturada por la partitocracia. El espacio de la sociedad civil ha sido ocupado, en gran parte, por la política, que además impide que tal sociedad actúa con espontaneidad. Para ello se hace uso de la manipulación y del clientelismo.
Estado de Derecho. Fallido. En la medida que se cercena la división e independencia en los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- Se camina hacia un ejecutivo que somete a los otros dos, los desprestigia y los usa a su antojo.
Acceso a la igualdad. Junto a las libertades y al papel del Estado que debe organizar la solidaridad, no hay ciudadanía de hecho sin posibilidad real de acceso en igualdad de condiciones personales y territoriales. No sólo no se avanza en tal espacio -igualdad de oportunidades-, es que se retrocede y cada vez son mayores las diferencias entre comunidades estableciéndose un modelo de Estado asimétrico dónde el nacionalismo en sus pactos con el Gobierno logra mayores ventajas y privilegios, esgrimiendo presuntos Derechos Históricos que a estas alturas del relato historicista no tienen fundamento y resultan insoportables para los residentes ciudadanos en otros territorios a los que se ignora en el reparto y concesiones desde el Gobierno central, con el consentimiento o promoción de un partido político que durante muchos años hizo bandera ideológica del principio para la igualdad de oportunidades en el ejercicio de la ciudadanía española desde cualquier punto del territorio nacional. Los derechos se han convertido en mercancías para comprar votos en el legislativo y así crear o mantener el poder ejecutivo.
Poderes y límites. Se han borrado los que garantiza la Constitución española de 1978. El poder viene dado por el número de escaños en los parlamentos. Los límites a inventario del que manda que se acostumbra a ignorar o enfrentar las sentencias del poder legislativo al que tacha de fascistoide dentro de lo que se ha venido a señalar como "fachosfera". Ante una población con bajo nivel cultural en cuanto a ideología democrática que además está siendo entretenida con la denominada Memoria Democrática con la que se intenta, por parte del sanchismo, conformar una amalgama de sentimientos entre el pasado franquismo y los que hoy no son de su cuerda.
Generaciones entre dos siglos. El sanchismo ideológico no sólo se autoproclama paladín del concepto democrático, es que sacude a diestro y siniestro con proclamas de feminismo y progresismo como si fueran los dueños de la academia. Establecen un nexo de unión entre los enfrentamientos del siglo XX y los que ahora desean instalar y así evitar que la sociedad civil analice el presente del que casi llevamos consumido un tercio del siglo XXI. Vuelven los fantasmas de las dos Españas. Vuelven los fantasmas de la inquina por motivos de pensamiento disidente. Vuelve la ruptura entre alternativas. Todo ello en una sociedad a la que se ha educado con métodos perversos que conducen a la indigencia cultural.
Instauración de complejos. Una vez más los complejos de culpabilidad son herramientas del ejecutivo para acallar las voces libre pensadoras y críticas con le gestión del poder Institucional. Mientras se insultan no legislan. Mientras acuden a las comisiones de investigación tienen a las cámaras legislativas ociosas en materia para promover normas que requieran conciliar mayorías que el sanchismo sabe sólo fueron coyunturales y a cambio de concesiones contra Derecho Constitucional. Incluso con la amenaza de secesión en Cataluña y a buen seguro que Euskadi.
Regeneración. El nivel de los "padres de la patria" es alarmantemente bajo. Hay una dependencia muy generalizada del clientelismo. Desde los Ayuntamientos hasta las Cortes, pasando por las comunidades autónomas y diputaciones. Es necesario lograr que sean los mejores y no los aventureros o mercenarios de la nómina pública, quienes regresen al servicio público.
Reformas. Actualizar la independencia entre los tres poderes. Evitar el cuarto poder que con mando a distancia controla a los anteriores. Restablecer las relaciones leales entre Estado y comunidades. Legislar para controlar el espacio de los partidos políticos, su democracia interna y el acceso real del ciudadano a sus derechos con especial incidencia en las leyes electorales y de partidos políticos.
Deberían crearse foros de notables que reflexionaran en voz alta y por escrito con lo que antecede. La Universidad en tal misión puede y debe ser punto de encuentro, sustituyendo a esos tertulianos que forman parte en su mayoría del negocio mediático que recibe las ayudas que reparte el Ejecutivo a criterio de lealtades.
Más pronto que tarde habrán de valorar cómo queda España tras un periodo cuantitativo y cualitativo poselectoral: Galicia, Euskadi, Cataluña, Bruselas. Las heridas entre socios coyunturales. Las heridas en los partidos de la coalición gubernativa. Las heridas en el nacionalismo. Las heridas entre la Justicia y el Ejecutivo. Mientras, seguiremos con el entretenimiento de las comisiones para investigar... ¿qué, y para qué?
Llegará un momento en que se guarden las urnas y salgan del cajón los auténticos problemas de la sociedad. El estado de la sanidad, la educación, la deuda, las promesas a diestro y siniestro en el Estado de las autonomías con Derechos Históricos, frente al resto que parece no tengan más derecho que al pataleo.
Soy de los que auguro la insostenibilidad del "pisto" y la convocatoria anticipada de elecciones generales.
El sanchismo está desviando la atención de los ciudadanos y la oposición le sigue los pasos. Pero, además, y por razones acordes con la intención de mantenerse en el poder estatal, pretende dar cartas de naturaleza democrática o lo que es lo mismo definir las coordenadas del sistema democrático en la nación. Por esto deberíamos reflexionar sobre cuál es el estado en el que se encuentra a estas alturas del siglo XXI en España.
Concepto. Democracia es mucho más que votar. Es participar. Es garantizar. Es acceder. Es valorar su alcance y capacidad para mejorar las condiciones de vida.
Derechos. Si hay incumplimiento o interpretación fraudulenta de la Constitución Española de 1978, los derechos fundamentales y sociales quedan al albur del que los gestiona.
Partidos políticos y sociedad civil. Ahí está el núcleo del problema. La democracia ha sido capturada por la partitocracia. El espacio de la sociedad civil ha sido ocupado, en gran parte, por la política, que además impide que tal sociedad actúa con espontaneidad. Para ello se hace uso de la manipulación y del clientelismo.
Estado de Derecho. Fallido. En la medida que se cercena la división e independencia en los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- Se camina hacia un ejecutivo que somete a los otros dos, los desprestigia y los usa a su antojo.
Acceso a la igualdad. Junto a las libertades y al papel del Estado que debe organizar la solidaridad, no hay ciudadanía de hecho sin posibilidad real de acceso en igualdad de condiciones personales y territoriales. No sólo no se avanza en tal espacio -igualdad de oportunidades-, es que se retrocede y cada vez son mayores las diferencias entre comunidades estableciéndose un modelo de Estado asimétrico dónde el nacionalismo en sus pactos con el Gobierno logra mayores ventajas y privilegios, esgrimiendo presuntos Derechos Históricos que a estas alturas del relato historicista no tienen fundamento y resultan insoportables para los residentes ciudadanos en otros territorios a los que se ignora en el reparto y concesiones desde el Gobierno central, con el consentimiento o promoción de un partido político que durante muchos años hizo bandera ideológica del principio para la igualdad de oportunidades en el ejercicio de la ciudadanía española desde cualquier punto del territorio nacional. Los derechos se han convertido en mercancías para comprar votos en el legislativo y así crear o mantener el poder ejecutivo.
Poderes y límites. Se han borrado los que garantiza la Constitución española de 1978. El poder viene dado por el número de escaños en los parlamentos. Los límites a inventario del que manda que se acostumbra a ignorar o enfrentar las sentencias del poder legislativo al que tacha de fascistoide dentro de lo que se ha venido a señalar como "fachosfera". Ante una población con bajo nivel cultural en cuanto a ideología democrática que además está siendo entretenida con la denominada Memoria Democrática con la que se intenta, por parte del sanchismo, conformar una amalgama de sentimientos entre el pasado franquismo y los que hoy no son de su cuerda.
Generaciones entre dos siglos. El sanchismo ideológico no sólo se autoproclama paladín del concepto democrático, es que sacude a diestro y siniestro con proclamas de feminismo y progresismo como si fueran los dueños de la academia. Establecen un nexo de unión entre los enfrentamientos del siglo XX y los que ahora desean instalar y así evitar que la sociedad civil analice el presente del que casi llevamos consumido un tercio del siglo XXI. Vuelven los fantasmas de las dos Españas. Vuelven los fantasmas de la inquina por motivos de pensamiento disidente. Vuelve la ruptura entre alternativas. Todo ello en una sociedad a la que se ha educado con métodos perversos que conducen a la indigencia cultural.
Instauración de complejos. Una vez más los complejos de culpabilidad son herramientas del ejecutivo para acallar las voces libre pensadoras y críticas con le gestión del poder Institucional. Mientras se insultan no legislan. Mientras acuden a las comisiones de investigación tienen a las cámaras legislativas ociosas en materia para promover normas que requieran conciliar mayorías que el sanchismo sabe sólo fueron coyunturales y a cambio de concesiones contra Derecho Constitucional. Incluso con la amenaza de secesión en Cataluña y a buen seguro que Euskadi.
Regeneración. El nivel de los "padres de la patria" es alarmantemente bajo. Hay una dependencia muy generalizada del clientelismo. Desde los Ayuntamientos hasta las Cortes, pasando por las comunidades autónomas y diputaciones. Es necesario lograr que sean los mejores y no los aventureros o mercenarios de la nómina pública, quienes regresen al servicio público.
Reformas. Actualizar la independencia entre los tres poderes. Evitar el cuarto poder que con mando a distancia controla a los anteriores. Restablecer las relaciones leales entre Estado y comunidades. Legislar para controlar el espacio de los partidos políticos, su democracia interna y el acceso real del ciudadano a sus derechos con especial incidencia en las leyes electorales y de partidos políticos.
Deberían crearse foros de notables que reflexionaran en voz alta y por escrito con lo que antecede. La Universidad en tal misión puede y debe ser punto de encuentro, sustituyendo a esos tertulianos que forman parte en su mayoría del negocio mediático que recibe las ayudas que reparte el Ejecutivo a criterio de lealtades.
Más pronto que tarde habrán de valorar cómo queda España tras un periodo cuantitativo y cualitativo poselectoral: Galicia, Euskadi, Cataluña, Bruselas. Las heridas entre socios coyunturales. Las heridas en los partidos de la coalición gubernativa. Las heridas en el nacionalismo. Las heridas entre la Justicia y el Ejecutivo. Mientras, seguiremos con el entretenimiento de las comisiones para investigar... ¿qué, y para qué?
Llegará un momento en que se guarden las urnas y salgan del cajón los auténticos problemas de la sociedad. El estado de la sanidad, la educación, la deuda, las promesas a diestro y siniestro en el Estado de las autonomías con Derechos Históricos, frente al resto que parece no tengan más derecho que al pataleo.
Soy de los que auguro la insostenibilidad del "pisto" y la convocatoria anticipada de elecciones generales.











