Sobre el debate presidencial en Estados Unidos
![[Img #26220]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/07_2024/6990_screenshot-2024-07-01-at-17-01-02-debate-biden-trump-buscar-con-google.png)
Este pasado jueves la estación de TV CNN ofreció el debate presidencial entre los dos candidatos seleccionados por cada partido: Biden vs Trump. Y en él pudimos verificar lo que muchos hemos visto con los ojos desde hace tiempo. Biden padece las consecuencias de una senilidad avanzada. En el vídeo de abajo se ve a nuestro presidente caminar totalmente desorientado.
https://twitter.com/i/status/1801300939372118420
El debate, como se puede observar en el vídeo completo ofrecido por La Tribuna del País Vasco, fue un desastre de gran magnitud para Biden. Y muchos demócratas e independientes han sido expuestos a una realidad que los medios han ocultado totalmente. Han mentido asegurando que el presidente estaba en plenas facultades. Lo grave de la situación es que los enemigos saben la situación en la que se encuentra el que tiene los códigos necesarios para apretar el botón rojo. Quizás esto sea una hipérbole, pero no cabe duda de que la debilidad incentiva al enemigo. La pregunta clave que ha dejado el debate es “quien maneja la nación”.
Putin no dudó en atacar a Ucrania después que Trump fuera desalojado de la Casa Blanca. Lo mismo hicieron los talibanes en Afganistán que ahora poseen las armas proporcionadas al gobierno anterior valoradas en 84.000 millones de dólares. Ahora, China amenaza con invadir Taiwan, realizando ejercicios navales y aéreos en el estrecho entre los dos países. Corea del Norte ha reiniciado sus lanzamientos de cohetes sobre Japón y hasta los aliados como Arabia Saudita han rechazado usar los petrodólares y se han unido a los BRICS en detrimento de Occidente. En agosto del 2021, después de unos menosprecios a los saudíes, el ministro de defensa Kalid bin Salman firmó un acuerdo de cooperación militar. Hace un año los hutis iniciaron los ataques a los buques de carga que atraviesan el Mar Rojo y Hamas, financiado por Irán, comete una masacre en Israel. Un mes antes, Biden devolvió al gobierno de Irán 6.500 millones de dólares que fueron congelados en el 2012 por el presidente Obama al no cumplir con las obligaciones impuestas sobre el desarrollo de armas nucleares. Esa devolución de los fondos a Irán, reconocida por la subvención a organizaciones terroristas como Hamas, Hizbollah y los hutis es otro grave error al estar en manos de los que llaman a Israel “el Pequeño Satán” y a EEUU, “el Gran Satán”. Correrá sangre por ello. Todo esto induce a la pregunta clave que ha dejado el debate: “¿Quién maneja la nación?”.
El debate fue visto por unos 50 millones de personas. Por debajo de la mayoría de este tipo de debates en muchos años. Las reacciones han sido diversas, pero ninguna positiva para Biden. Primero, debo mencionar que el debate, al ser organizado por la CNN, notoria por su sesgo pro-demócrata, puso unas reglas sobre el tiempo, contenido y control del micrófono que desfavorecían a Trump. Sus aliados le preguntaron por qué había aceptado los términos y respondió diciendo: “Si me niego me acusarán de que no quiero debatir. Y quiero el debate”. Y, obviamente, los moderadores tampoco eran simpatizantes de Trump, a quien ven como un “criminal convicto” después del juicio en Nueva York. Como bien sabemos, Trump no carece de confianza.
Una de las reacciones a la debacle fue de la misma CNN. Pidió oraciones para el presidente, exigió respuestas de su familia y sugirieron que se apartara a un lado. Bueno, si se aparta a un lado, llenar la presidencia ahora significaría que Kamala Harris tomaría el poder y muy pocos confían en su capacidad para nada.
Otros aseguran que todo fue planeado. Que sabiendo las condiciones de Biden, se buswcaba dar a conocer lo que los medios habían ocultado y que el conocimiento general presionaría su dimisión. Lo que sí ha ocurrido es que ha dejado al Partido Demócrata en un estado de “pánico”, palabra que usan los mismos medios. Cuando la sección editorial de The New York Times y el Atlanta Constitutional lo sugieren, no hay duda de que la situación es grave. Pero la solución tampoco es tan fácil. Una vez que la Convención de los Demócratas decidió que el candidato sería Biden, sus reglas no permiten dicho cambio. Además, Biden es el que tiene que decidir sobre su futuro. El presidente afirmó que se quedaba, pero también es cierto que los Biden han ido a Camp David, lugar de descanso para los presidentes, a sopesar la situación.
Como hemos mencionado, Kamala Harris no es la mejor alternativa porque su popularidad es peor que la de Biden. Se ha especulado sobre la posibilidad de Michelle Obama, pero ésta ha negado rotundamente su interés en la candidatura. También hizo declaraciones sobre su salud mental causada por el miedo al Covid-19 y las presiones de la Presidencia son demasiado graves aún para una persona con salud. Así y todo, el senador republicano de Texas, Ted Cruz, asegura que será ella la opción candidata.
Otro candidato del que se habla mucho es el Gobernador de California Gavin Newsom, pero las encuestas también predicen grandes dificultades para el californiano. Rasmussen, el encuestador con los mejores resultados, publica que Donald Trump le ganaría 51-34%. Newsom es joven y no creo que apostaría su futuro en unas elecciones con tan pocas probabilidades. Además, su historial y su fanatismo con el cambio climático es tal, que causó muchos incendios forestales por el indebido mantenimiento de la vegetación debajo de los cables de alta tensión. Y su política relacionada con los indigentes de las calles de Los Angeles y San Francisco serían un buen anuncio en contra de su campaña electoral. California, por primera vez en su historia, está perdiendo población por el costo de la vivienda y las subidas de impuestos. La diferencia entre los que emigran al estado y los que emigran del estado es casi de un millón de personas y miles de negocios durante el mandato de Newsom. Su manejo draconiano durante el Covid influenció en la decisión de los negociantes. Texas, Nevada y Florida, con sus impuestos inferiores, fueron los beneficiados.
Adjunto el mapa electoral con las previsiones claras
Los estados abajo mencionados, son los estados claves debido a la nivelada alineación política de cada partido. Los porcentajes son la media de las numerosas compañías dedicadas al tema. Ya que como Tezanos nos ha demostrado, el sesgo es parte del negocio.
![[Img #26218]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/07_2024/7321_imagen2.png)
Estos son los estados decisivos y las encuestas son favorables a Donald Trump. Si el resultado es igual a las encuestas y si tienen la curiosidad de aplicar el resultado al mapa electoral ofrecido, verán que Trump tiene buenas posibilidades de ganar y de ganar a lo grande.
La Convención de los Republicanos será del 18 al 21 de julio y allí, Trump presentará a su vicepresidente. La Convención del Partido Demócrata será del 19 al 22 de agosto. La palabra “interesante” describe este último evento de la misma forma que “pánico” describe al ánimo de los líderes y simpatizantes de Biden.
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Abajo, la medida de los sentimientos positivos y negativos en los primeros 30 minutos del debate. El verde es el positivo y el rojo negativo.
![[Img #26219]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/07_2024/2618_imagen1.png)
Este pasado jueves la estación de TV CNN ofreció el debate presidencial entre los dos candidatos seleccionados por cada partido: Biden vs Trump. Y en él pudimos verificar lo que muchos hemos visto con los ojos desde hace tiempo. Biden padece las consecuencias de una senilidad avanzada. En el vídeo de abajo se ve a nuestro presidente caminar totalmente desorientado.
https://twitter.com/i/status/1801300939372118420
El debate, como se puede observar en el vídeo completo ofrecido por La Tribuna del País Vasco, fue un desastre de gran magnitud para Biden. Y muchos demócratas e independientes han sido expuestos a una realidad que los medios han ocultado totalmente. Han mentido asegurando que el presidente estaba en plenas facultades. Lo grave de la situación es que los enemigos saben la situación en la que se encuentra el que tiene los códigos necesarios para apretar el botón rojo. Quizás esto sea una hipérbole, pero no cabe duda de que la debilidad incentiva al enemigo. La pregunta clave que ha dejado el debate es “quien maneja la nación”.
Putin no dudó en atacar a Ucrania después que Trump fuera desalojado de la Casa Blanca. Lo mismo hicieron los talibanes en Afganistán que ahora poseen las armas proporcionadas al gobierno anterior valoradas en 84.000 millones de dólares. Ahora, China amenaza con invadir Taiwan, realizando ejercicios navales y aéreos en el estrecho entre los dos países. Corea del Norte ha reiniciado sus lanzamientos de cohetes sobre Japón y hasta los aliados como Arabia Saudita han rechazado usar los petrodólares y se han unido a los BRICS en detrimento de Occidente. En agosto del 2021, después de unos menosprecios a los saudíes, el ministro de defensa Kalid bin Salman firmó un acuerdo de cooperación militar. Hace un año los hutis iniciaron los ataques a los buques de carga que atraviesan el Mar Rojo y Hamas, financiado por Irán, comete una masacre en Israel. Un mes antes, Biden devolvió al gobierno de Irán 6.500 millones de dólares que fueron congelados en el 2012 por el presidente Obama al no cumplir con las obligaciones impuestas sobre el desarrollo de armas nucleares. Esa devolución de los fondos a Irán, reconocida por la subvención a organizaciones terroristas como Hamas, Hizbollah y los hutis es otro grave error al estar en manos de los que llaman a Israel “el Pequeño Satán” y a EEUU, “el Gran Satán”. Correrá sangre por ello. Todo esto induce a la pregunta clave que ha dejado el debate: “¿Quién maneja la nación?”.
El debate fue visto por unos 50 millones de personas. Por debajo de la mayoría de este tipo de debates en muchos años. Las reacciones han sido diversas, pero ninguna positiva para Biden. Primero, debo mencionar que el debate, al ser organizado por la CNN, notoria por su sesgo pro-demócrata, puso unas reglas sobre el tiempo, contenido y control del micrófono que desfavorecían a Trump. Sus aliados le preguntaron por qué había aceptado los términos y respondió diciendo: “Si me niego me acusarán de que no quiero debatir. Y quiero el debate”. Y, obviamente, los moderadores tampoco eran simpatizantes de Trump, a quien ven como un “criminal convicto” después del juicio en Nueva York. Como bien sabemos, Trump no carece de confianza.
Una de las reacciones a la debacle fue de la misma CNN. Pidió oraciones para el presidente, exigió respuestas de su familia y sugirieron que se apartara a un lado. Bueno, si se aparta a un lado, llenar la presidencia ahora significaría que Kamala Harris tomaría el poder y muy pocos confían en su capacidad para nada.
Otros aseguran que todo fue planeado. Que sabiendo las condiciones de Biden, se buswcaba dar a conocer lo que los medios habían ocultado y que el conocimiento general presionaría su dimisión. Lo que sí ha ocurrido es que ha dejado al Partido Demócrata en un estado de “pánico”, palabra que usan los mismos medios. Cuando la sección editorial de The New York Times y el Atlanta Constitutional lo sugieren, no hay duda de que la situación es grave. Pero la solución tampoco es tan fácil. Una vez que la Convención de los Demócratas decidió que el candidato sería Biden, sus reglas no permiten dicho cambio. Además, Biden es el que tiene que decidir sobre su futuro. El presidente afirmó que se quedaba, pero también es cierto que los Biden han ido a Camp David, lugar de descanso para los presidentes, a sopesar la situación.
Como hemos mencionado, Kamala Harris no es la mejor alternativa porque su popularidad es peor que la de Biden. Se ha especulado sobre la posibilidad de Michelle Obama, pero ésta ha negado rotundamente su interés en la candidatura. También hizo declaraciones sobre su salud mental causada por el miedo al Covid-19 y las presiones de la Presidencia son demasiado graves aún para una persona con salud. Así y todo, el senador republicano de Texas, Ted Cruz, asegura que será ella la opción candidata.
Otro candidato del que se habla mucho es el Gobernador de California Gavin Newsom, pero las encuestas también predicen grandes dificultades para el californiano. Rasmussen, el encuestador con los mejores resultados, publica que Donald Trump le ganaría 51-34%. Newsom es joven y no creo que apostaría su futuro en unas elecciones con tan pocas probabilidades. Además, su historial y su fanatismo con el cambio climático es tal, que causó muchos incendios forestales por el indebido mantenimiento de la vegetación debajo de los cables de alta tensión. Y su política relacionada con los indigentes de las calles de Los Angeles y San Francisco serían un buen anuncio en contra de su campaña electoral. California, por primera vez en su historia, está perdiendo población por el costo de la vivienda y las subidas de impuestos. La diferencia entre los que emigran al estado y los que emigran del estado es casi de un millón de personas y miles de negocios durante el mandato de Newsom. Su manejo draconiano durante el Covid influenció en la decisión de los negociantes. Texas, Nevada y Florida, con sus impuestos inferiores, fueron los beneficiados.
Adjunto el mapa electoral con las previsiones claras
Los estados abajo mencionados, son los estados claves debido a la nivelada alineación política de cada partido. Los porcentajes son la media de las numerosas compañías dedicadas al tema. Ya que como Tezanos nos ha demostrado, el sesgo es parte del negocio.
Estos son los estados decisivos y las encuestas son favorables a Donald Trump. Si el resultado es igual a las encuestas y si tienen la curiosidad de aplicar el resultado al mapa electoral ofrecido, verán que Trump tiene buenas posibilidades de ganar y de ganar a lo grande.
La Convención de los Republicanos será del 18 al 21 de julio y allí, Trump presentará a su vicepresidente. La Convención del Partido Demócrata será del 19 al 22 de agosto. La palabra “interesante” describe este último evento de la misma forma que “pánico” describe al ánimo de los líderes y simpatizantes de Biden.
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Abajo, la medida de los sentimientos positivos y negativos en los primeros 30 minutos del debate. El verde es el positivo y el rojo negativo.