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Enrique Arias Vega
Martes, 02 de Julio de 2024 Tiempo de lectura:

¿Y si ganase Biden?

El grupo de ciudadanos que más crece en Estados Unidos es el de los doblemente frustrados: que no quieren que gane Trump la presidencia, pero les aterra también el que lo puedan hacer Biden. Esos norteamericanos en tierra de nadie tienen, al menos, la ventaja de no estar instalados en el odio a uno u otro personaje, sino que rechazan por igual a los dos.

 

Una eventual victoria de Trump ya se sabe qué ofrecería: más de lo mismo de su anterior mandato presidencial: el odio político como sistema, el menosprecio de las instituciones y su abducción hacia los intereses personales de un individuo megalómano y paranoide. Es decir unos males reconocidos y reconocibles. ¿Pero qué pasaría si ganase Joe Biden?

 

Eso sería una incógnita que puede resultar igual de devastadora que si triunfase su oponente, debido a los fallos cognitivos y las lagunas mentales del hoy presidente que empiezan a manifestarse al final de su mandato. El miedo de muchos demócratas convencidos no es que su candidato pueda perder ante Donald Trump, lo que sería una desgracia, sino que pueda ganar y llevarles a un universo desconocido de decisiones inverosímiles y de indecisiones paralizantes. O sea, que el Biden de hoy día ofrece más preocupaciones que soluciones razonables.

 

Por eso la necesidad de un candidato con garantías, para quien la edad no sea un problema como hoy ocurre con el aspirante a la reelección. La decisión no es nada fácil por el empeño del candidato demócrata de seguir en la carrera presidencial y el miedo de su partido a cambiar de cabello e mitad de la carrera.

 

Pero si Estados Unidos no quiere caer en el populismo y la demagogia de uno o en la imprevisibilidad errática de otro, necesita un aspirante que recoja lo mejor de la tradición americana de altruismo y servicio a los interesas generales y no dejar llevarse por el cainismo o la improvisación. Le queda poco tiempo al país para tomar tan grave decisión, pero la mayor irresponsabilidad consistiría en no hacerlo por los riesgos que conlleva. Los de dejar las cosas como están son aún mayores y están a la vista de todos.   

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