¿Apoya la UE la censura?
Instagram acaba de eliminar brutalmente las cuentas de influencers franceses sin justificación. No se trata de un simple incidente: es la prueba flagrante del poder de los gigantes digitales estadounidenses sobre nuestro debate público. Es una amenaza directa a nuestra soberanía y democracia.
¿Y qué decir de la Unión Europea? En lugar de defender nuestras libertades, está fomentando estos excesos liberticidas. Con su normativa, incluida la Ley de Servicios Digitales (DSA), no está defendiendo nuestros derechos: está proporcionando a los GAFAM (empresas tecnológicas) un marco para amordazar nuestras voces. El enfrentamiento entre Elon Musk y Thierry Breton, vuestro comisario digital, es una ilustración perfecta: cuando un hombre como Musk quiere libertad de expresión, la UE se apresura a sofocarla y a obligarle a censurar.
Es hora de cambiar el software. Si la UE quiere limitar las plataformas, debe ser para impedir que censuren, no para obligarlas a hacerlo. Los europeos nacimos en un país de libertad. Queremos debatir, publicar y pensar según nuestras propias reglas, no las dictadas por Silicon Valley y Bruselas.
¿Va a revisar la Comisión la Ley de Servicios Digitales (DSL) para prohibir la censura política y garantizar que las plataformas respeten nuestra libertad de expresión?
Instagram acaba de eliminar brutalmente las cuentas de influencers franceses sin justificación. No se trata de un simple incidente: es la prueba flagrante del poder de los gigantes digitales estadounidenses sobre nuestro debate público. Es una amenaza directa a nuestra soberanía y democracia.
¿Y qué decir de la Unión Europea? En lugar de defender nuestras libertades, está fomentando estos excesos liberticidas. Con su normativa, incluida la Ley de Servicios Digitales (DSA), no está defendiendo nuestros derechos: está proporcionando a los GAFAM (empresas tecnológicas) un marco para amordazar nuestras voces. El enfrentamiento entre Elon Musk y Thierry Breton, vuestro comisario digital, es una ilustración perfecta: cuando un hombre como Musk quiere libertad de expresión, la UE se apresura a sofocarla y a obligarle a censurar.
Es hora de cambiar el software. Si la UE quiere limitar las plataformas, debe ser para impedir que censuren, no para obligarlas a hacerlo. Los europeos nacimos en un país de libertad. Queremos debatir, publicar y pensar según nuestras propias reglas, no las dictadas por Silicon Valley y Bruselas.
¿Va a revisar la Comisión la Ley de Servicios Digitales (DSL) para prohibir la censura política y garantizar que las plataformas respeten nuestra libertad de expresión?