Jueves, 25 de Septiembre de 2025

Actualizada Jueves, 25 de Septiembre de 2025 a las 11:29:09 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Arturo Aldecoa Ruiz
Sábado, 31 de Agosto de 2024 Tiempo de lectura:

Vascorrifeñismo

[Img #26381]

 

Un amigo mío comenta siempre como una curiosidad histórica poco conocida que en la época del bajo Imperio Romano, en concreto bajo la Tetrarquía de Diocleciano,  la “Mauritania Tingitana” (el norte de Marruecos en la zona del Rif y el estrecho) llegó a formar parte de la Diócesis de Hispania, que iba desde las brumas lluviosas del pirineo vascón a las secas ramblas de las faldas del Atlas.

 

Lo que creo que mi amigo no sabe es que para ciertos mitógrafos vascos, las kábilas bereberes que causaron la derrota de las tropas españolas en Annual en 1921 eran en realidad, descendientes de vascos, y el propio Abd el-Krim era también de ascendencia vasca.

 

Vamos, que Annual fue un segundo Roncesvalles, pero en vez de contra la retaguardia de Carlomagno, contra las tropas del general Silvestre.

 

¿Cómo es posible semejante dislate histórico? La historia antigua y moderna del País Vasco y sus tres territorios están tan llenas de mitos inventados a lo largo de los últimos cinco siglos por motivos religiosos, políticos o económicos, según la conveniencia de la época, que encontrar una nueva “perla” en el popurrí de fantasías publicadas no es raro, pero que está sea divertida como la que les voy a referir, es más difícil.

 

Esta invención, que denominaré “vascorrifeñismo”, es una creación original “ex novo”, nada tiene que ver con las antiguas teorías sobre la existencia de una relación entre el amazigh (la lengua bereber del Rif) y el euskera, y la existencia por tanto de un vínculo entre sus pueblos hablantes, una posibilidad ya descartada por la linguística, ni con la existencia de una hipotética y expansión hacia el norte de África de la población vasco-aquitana tras la glaciación, desmentida por los estudios genéticos.

 

Lo curioso de este mito es que surge “ex novo” gracias a una analogía fonética “cogida por los pelos” y que permite de un plumazo a sus creadores encontrar parientes de los vascos en el norte de África.

 

Aunque es uno de los mitos vascos menos conocidos, siempre habrá público para estas fantasías, y, quien sabe, el día menos pensado veremos en ETB un programa especial de “vascos por el mundo” dedicado a nuestros parientes lejanos en el corazón del Rif. O una misión de Euskaltzaindia para hallar el rastro de palabras vascas en el dialecto local rifeño de Tafersit. Sería emocionante escuchar como saludo un “agur” en vez de un “assul” (azul) a la población rifeña local.

 

Los mitos es mejor dejar claro que no son otra cosa que fantasías para evitar que confundan a los incautos, como tantas veces ha sucedido en nuestro pasado, como con el tubalismo, el vascocantabrismo y otros “ismos” que aún perduran.

 

Para que los lectores conozcan de primera mano el mito reproduzco el mismo, manteniendo su gráfía, tal como lo recoge una carta publicada en la Revista Euzkadi en 1978:

 

“Desde la Argentina

 

¿Abd-el-Krim vasco?

 

El 20 de diciembre de 1948, el periodista español Fabián Vidal, escribió en el diario "España Republicana” que se editaba en Buenos Aires, un articulo titulado "Franco y Abd-el-Krim, La sombra del pasado", recuerdos episódicos de ia lucha del ejército español en Marruecos.

 

En su escrito, el periodista mencionado traía a colación un viaje a Melilla en el año 1910 y cómo conoció a Abd-el-Krim que, a la sazón, era colaborador del diario "El Telegrama del Rif", cuyo director, el teniente de artillería Cándido Lobera, le presentó "Soy cadi-coda o Juez de Asuntos Indígenas en Melilla, le dijo. Además del español, hablo el francés y el inglés. Me ilustro lo que puedo, para ser útil a mis hermanos de raza.”

 

A una pregunta del periodista, si era de la kabila de Beni Urriaguel, como le habla manifestado Lobera, el futuro triunfador de Annual, luego de responder afirmativamente, aclaró así sus palabras:

 

  • "Urriaguel es un apellido vasco. Hará un siglo largo, que se refugió entre los kabileños de la bahía de Alhucemas, un preso escapado del presidio de Melilla. Era vascongado. Abjuró del catolicismo y profesó la fe musulmana. Se casó con ocho mujeres. Tuvo más de cuarenta hijos. Y muchos de ellos fueron como él, rubios, blancos y de ojos azules.”

 

  • Y aquel renegado...

 

  • “Como se apellidaba Urriaguel, se denominó a sus descendientes Beni-Urriagueles, o sea, en vuestra lengua, "hijos de Urriaguel". Y esos descendientes llegaron a multiplicarse de tal modo, que dominaron a toda la kabila y le dieron su nombre...”

 

Indalecio prieto, exilado en México, haciéndose eco de ese artículo, sostuvo que en efecto. Abd-el-Krim no descendía de Fátima Zora, sino que era descendiente de esos moros Beni-Urriaguel, un nombre que a su juicio se componía de dos palabras: Beni (hijo), árabe, y Urriaga (Avellaneda). vasco

 

¿Será cierta la información sobre el origen vasco del rebelde de Tafersit, que en aquellos acuciantes momentos tuvo en jaque a los ejércitos comandos por Petain y Berenguer?

 

Del primer Urriaguel del que se dice hay noticias, aparecen en la segunda mitad del siglo XVIII entre un grupo de gipuzkoanos y bizkainos, integrando el contingente que se amotinó en la matxinada de 1766, cuya primera chispa se produjo en el valle de Loyola El motivo, la carestía del pan, que luego tuvo concomitancias políticas.

 

Como los sublevados hicieron barbaridades, al ser derrotados fueron condenados a  presidio, a trabajos forzados. ¿Uno de esos revoltosos sería algún antecesor de Abd-el-Krim?

 

Bueno sería saber, si por esos avatares de la vida tenemos en el norte de África paisanos que, a pesar de las afrentas recibidas, han pasado hasta hoy, para nosotros, inadvertidos.

 

Andoni de Soraluze.”

 

Calderón diría del “vascorrifeñismo” “que todo mito es sueño, y los sueños, sueños son.”

 

Lo malo es que cuando se extiende la ignorancia en las sociedades humanas los sueños de la razón derivan en pesadillas, por eso hay que dejar claro que los mitos no tienen más consistencia que el humo, y son solo relatos imaginarios.

 

[Img #26382]

 

(*) Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 – 2019

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.