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Pedro Chacón
Domingo, 22 de Septiembre de 2024 Tiempo de lectura:

La explotación nacionalista de un mapa manipulado

[Img #26466]El mapa que ven en la portada de este libro es falso. Es decir, se da por original de un autor francés del siglo XVIII que ni lo presentó así, recortado con esos límites, ni coloreó así los diferentes territorios que se destacan con los perfiles de Euskal Herria, como pretenden sus explotadores nacionalistas. Parece ser que los autores de la colección Nosotros los vascos necesitaban recurrir a algún mapa un poco más antiguo que el conocido de Luis Luciano Bonaparte (cuya factura es de 1863 y publicado en 1874) para dar apariencia de que esto de Euskal Herria tiene fondo histórico.

 

Los nacionalistas vascos no se quieren rendir a la evidencia de que prácticamente hasta el siglo XX, ya con su ideología en marcha, a ningún vasco, y mucho menos a ningún no vasco, se le ocurrió jamás dibujar un mapa de eso que ellos llaman, en sentido político, Euskal Herria.

 

El Gran Atlas Histórico de Euskal Herria, cuya portada denunciamos, es de 1995 y pertenece a la serie, editada por Lur, Nosotros los vascos, cuyo director es Joseba Agirreazkuenaga Zigorraga, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad del País Vasco. Desde Euskaltzaindia me dan cuenta de que en esta serie de Nosotros los vascos también está incluida una Historia de Euskal Herria – Historia General de los Vascos también dirigida por Joseba Agirreazkuenaga Zigorraga. La serie Nosotros los vascos constaría de 17 volúmenes, editados entre 1987 y 1997, donde el Gran Atlas Histórico de Euskal Herria sería el volumen 16. Esta serie aparece reseñada en la red de bibliotecas públicas vascas por medio de 519 entradas, lo que da idea de su difusión. Aunque unas bibliotecas anotan cada libro de la colección por separado y eso podría explicar el número abultado de entradas, pero el caso es que en otras bibliotecas ponen una sola entrada para toda la colección, con lo cual habría que ir biblioteca por biblioteca para saber realmente la presencia real de esta colección en toda la red. En cualquier caso, Nosotros los vascos y en concreto el Gran Atlas Histórico de Euskal Herria con su mapa falso en la portada estaría presente, por tanto, en la mayoría de las bibliotecas del País Vasco. La red de bibliotecas públicas vascas la forman unas 300 bibliotecas en las tres provincias.

 

Para ver lo que se dice en el Gran Atlas Histórico de Euskal Herria sobre el mapa que se utiliza para ilustrar su portada, tenemos que ir a su capítulo 18, titulado “Cartografía histórica”. Se nos dice ahí que el autor de dicho capítulo es Félix Ugarte Elorza, pero que, como falleció en 1991, “este capítulo se ha elaborado a partir de sus apuntes inéditos”. El mapa que nos ocupa se presenta en la página 284, pero del mismo, siendo el que viene en la portada de todo el libro, no se nos dice más que lo que dice el pie de la foto de dicha página: “Mapa de A. H. Jaillot (s. XVIII) en el que se refleja el País Vasco”. Tal cual. Resulta que el mapa que sirve para ilustrar la portada de todo el atlas no merece siquiera un mínimo comentario. Ni para darnos la fuente del mismo. ¿Dónde está el original, por ejemplo? Nada.

 

Miro en la bibliografía que acompaña el capítulo y veo que hay un texto titulado Kartografía, del que se dice que es de Félix Ugarte Elorza, el autor póstumo del capítulo. Y lo consulto, pero el mapa en concreto no aparece en dicho libro, aparecen otros, pero no ese. La mayor parte de ese libro, en realidad, es una relación escrita de mapas con su localización. En ella, como mapa posible de Jaillot para Euskal Herria se da en la página 141 uno titulado “Mapa de Navarra y Provincias Vascongadas”, que estaría en el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico de Bilbao”. Llamo a dicho Museo, que ahora se llama Euskal Museoa, y me dan la relación de mapas que tienen de Jaillot, en concreto estos dos: “L'Espagne divisée en tous ses Royaumes et Principautés suivant quils sont compris sous les Couronne de Castille et d'Aragon possedées par le Roy Catholique et sous la Couronne de Portugal possedee par le Roy de Portugal” y “Les Monts Pyrenées ou sont remarqués les Passages de France en Espagne”, ambos elaborados junto con Sanson d’Abebille. Ninguno de los dos, sin embargo, va a ser el que estamos buscando.

 

Volviendo a la Historia de Euskal Herria – Historia General de los Vascos, esta última obra en varios volúmenes también está editada de modo independiente, que es la que consulto en la biblioteca de la Universidad del País Vasco, fechada en 2004, donde en su Tomo I, que tiene el título genérico de “Euskal Herria en el tiempo y el espacio. Orígenes y formación de la población vasca en la Prehistoria”, hay un capítulo, el segundo, titulado “Representación histórica de los territorios y lugares de Euskal Herria”, cuyo autor es Ramón de Oleaga Páramo, presentado como abogado experto en cartografía, que vuelve a reproducir el mapa, en la página 111, y al pie del mismo dice: “Mapa de Alexis Hubert Jaillot. Probablemente de principios del siglo XVIII, es uno de los primeros ejemplos en los que se refleja el País Vasco en su conjunto”. Bueno, esa era la intención, claro. Llama la atención que utilice la expresión de “País Vasco en su conjunto” en lugar de Euskal Herria, que es el concepto fetiche de toda la obra. Pero el caso es que en el texto ahora sí dedica un párrafo al mapa de marras, del que dice (p. 110), refiriéndose a Jaillot: “Dentro de su variada producción de cartógrafo terrestre, aunque sin poder precisarse una concreta fecha de autoría, cabe destacar en Jaillot un mapa que, sin título específico, recoge precisa y exclusivamente todo nuestro espacio geográfico, con clara especificación de cada uno de los territorios que lo componen (negritas mías). Con pobre representación orográfica y básica hidrografía, recoge una toponimia más homogéneamente repartida en cada espacio que en anteriores ejemplos e integra la representación de Zuberoa, Benabarra y Lapurdi en la unidad especial que le corresponde culturalmente. El mar cantábrico viene finalmente rotulado como Mer de Basque. A expensas de un estudio más detallado que permita fijar la fecha de este material, podríamos llegar a encontrarnos ante el primer mapa que englobe la totalidad del espacio de Euskal Herria como unidad territorial”.

 

Claro, esa era la idea. Hay que tener rostro para sacar como primer mapa original que representa a toda Euskal Herria este engendro. Pero es que a cualquiera con un poco de sentido histórico se le puede ocurrir que Alexis Hubert Jaillot es un francés a caballo entre los siglos XVII y XVIII a quien lo último que se le pasaría por la cabeza es dibujar y resaltar un mapa de Euskal Herria. A santo de qué iba a hacer eso un francés. ¿No comprende cualquiera un poco versado en historia que eso es como mínimo inverosímil?

 

Posterior a esta obra colectiva tenemos a Jose Mari Esparza Zabalegi, que es además el editor de Txalaparta, la editorial justamente donde se publica el libro al que nos vamos a referir ahora, titulado Mapas para una nación, publicado en 2011, y en el que de nuevo trata de buscar por todas partes el primer mapa de Euskal Herria. Todos los mapas que aparecen ahí, hasta la aparición del nacionalismo, y cuando digo todos es que son todos, quitando el de los dialectos del eusquera de Luis Luciano Bonaparte, como dijimos al principio, son mapas de las provincias vascas, aisladamente consideradas o juntas las vascongadas con Navarra y, a veces, raramente, también de un trozo fronterizo tanto de Francia como de España, donde estos autores quieren ver que también se esbozan de alguna manera las provincias vascas francesas junto con las españolas, todas juntas. Pero siempre hay que echarle imaginación para pensar que alguien quisiera que se reflejara ahí Euskal Herria. Y, cómo no, el mapa que nos ocupa también aparece. Aunque al menos al autor esta vez no se le ocurre sacarlo en la portada. Parece que ya hay alguna prevención al respecto. Veamos. El mapa está plantificado en la página 67 del libro y hace el número 23 de los mapas reproducidos ahí. Y le cabe el honor de ser el primero, ya queda dicho, donde el autor encuentra algo parecido a lo que va buscando desde el principio: la ansiada Euskal Herria al completo. Como pie de mapa se dice: “Mapa de Charles Hubert Alexis Jaillot (1632-1712), geógrafo del rey de Francia. Fue editado en París en el s. XVIII. Recoge la Euskal Herria antigua: Biscaye (así llama a las tres provincias), Basque (los territorios de Basse Navarre, Labour y Soule); Royaume de Navarre; Rioxa, Gascogne y Bearn” (los paréntesis son del original). Pero, ¿de dónde saca el autor que Rioxa, Gascogne y Bearn forman la Euskal Herria antigua? Y luego, como comentario más amplio del mapa en cuestión se nos añade el origen del término “Basque”, para denominar ese “Mer de Basque”. Pues muy bien por la aclaración de “basque”, pero del mapa en concreto, de su origen, de la ubicación del original, nada de nada tampoco aquí.

 

Y así llegamos a la última obra consultada sobre cartografía antigua, que es la que ha publicado recientemente, el año 2023 para ser concretos, el mismo Jose Mari Esparza Zabalegi, en su editorial Txalaparta, y, por lo visto, con la ayuda de Caja Laboral, titulada Imago Vasconiae. Euskal Herria: kartografia historikoaren atlasa, un mamotreto casi inmanejable, por peso y dimensiones, y donde aparece también como autor Ramón Oleaga Páramo, el mismo que aparecía redactando el capítulo que vimos antes del tomo I de la obra Historia de Euskal Herria – Historia General de los Vascos. Y el prólogo de esta obra Imago Vasconiae, tampoco es casualidad, lo elabora Joseba Agirreazkuenaga Zigorraga, el mismo que dirigía tanto el Gran Atlas Histórico de la serie Nosotros los vascos, en cuya portada aparece el mapa manipulado, y luego también la propia Historia de Euskal Herria – Historia General de los Vascos, cuyo capítulo del tomo I, dedicado a cartografía histórica, elabora Ramón Oleaga Páramo. Y así se cierra el círculo: la conexión de Txalaparta, por medio de su editor Esparza, con Ramón Oleaga, a través de Joseba Agirreazkuenaga, queda meridianamente clara.

 

Por si faltara un documento gráfico que certificara la conexión, la obra fue presentada este año y en una nota de Europa Press, de fecha 18 de abril de 2024, aparecen los responsables del libro en una foto, de izquierda a derecha, Joseba Agirreazkuenaga, Ramón Oleaga, María Jesús Etxaniz (representando a la Caja Laboral) y Jose Mari Esparza, y se dice esto: “Tal y como han resaltado sus responsables, esta obra «constituye mucho más que un catálogo o una colección de imágenes» ya que Imago Vasconiae «aspira a ofrecer la cartografía que a lo largo de los tiempos ha mostrado el territorio que actualmente se conoce como Euskal Herria-Vasconia».” La intención estaba meridianamente clara desde el principio, solo que todos los mapas anteriores al siglo XX, como ya está dicho respecto de los libros anteriores que hemos visto aquí, quitando el de Luis Luciano Bonaparte para los dialectos del eusquera, no son de Euskal Herria sino de España en su conjunto o de su parte noroccidental, de Francia en su conjunto o de su parte suroccidental, de los Pirineos occidentales o de las provincias vascas españolas tanto juntas como consideradas por separado. Pero de Euskal Herria, como digo, hasta el siglo XX, ya con el nacionalismo dando la matraca, nada de nada. Así es como se explica que tuvieran que recurrir a un mapa falso, como el que estamos contando aquí, para poder dar alguno anterior al siglo XIX y que lo pusieran en la portada del Gran Atlas Histórico de Euskal Herria, haciéndolo pasar por verdadero. Hay que ser.

 

Como cuenta Agirreazkuenaga en ese prólogo de Imago Vasconiae, la historia de la cartografía ha ido jalonando etapas, tanto en libros como en exposiciones, en los que siempre ha estado él presente, desde la primera Historia de Euskal Herria, publicada en 1980 y donde ya aparecían 192 mapas, ninguno de Euskal Herria propiamente dicha, salvo que lo dibujara el editor de la obra o los propios autores de los capítulos, hasta esta Imago Vasconiae que está publicada, como dijimos antes, en 2023 y presente ya en 48 bibliotecas públicas vascas, aparte las universitarias. Y donde el mapa de marras aparece en la página 79 con el número 52 de los expuestos en dicha obra. De él se da ahora el supuesto nombre del mapa original, ¡novedad, por fin! Y lo mismo que se dice en la página 79, que no es más que una escueta descripción del mapa, se nos da en tres idiomas, español, inglés y francés en la página 383. Por despliegue idiomático que no sea.

 

La descripción en español, para que todo el mundo la entienda, es esta (todo entre corchetes en el original): [España según la extensión de todos sus Reinos y Principados comprendidos bajo las Coronas de Castilla, de Aragón y de Portugal] [H. Jaillot] [Chez le Sr. Jaillot] [París] [ca. 1707]. Y luego la clave explicativa viene debajo, donde dice: “Este mapa es una reducción del Peninsular que publicó Jaillot a lo largo del siglo XVIII, enfatizando el territorio de Vasconia para su publicación en la Geografía del País Vasco-Navarro editada en el siglo XX por A. Martín.”

 

Pero ¿cómo que “enfatizando”. ¿Quién enfatiza? ¿El mapa se enfatiza a sí mismo? Para empezar, es deshonesto intelectualmente dar como de Jaillot un mapa como este. Basta comparar someramente ambos mapas, el original y el resultante, como luego veremos. “Reducir” un mapa y “enfatizarlo” (eufemismo para decir: “colorearlo” y resaltar así la Euskal Herria ansiada), en este caso es desvirtuarlo y por supuesto es algo que su autor –el francés Jaillot– no hizo, hecho que aquí se oculta deliberadamente. Aquí falta saber el personaje que realizó esas operaciones de recorta, pega y colorea y que, en ningún caso pudo ser Jaillot, quien falleció en 1712, mientras que el libro que se cita, la Geografía del País Vasco-Navarro, se publicó a principios del siglo XX.

 

Quien manipuló el mapa original pudo ser un nacionalista o pudo ser también un foralista, pero a ciencia cierta que fue un falsificador, aparte de un chapucero, como veremos. La verdad es que el libro donde aparece el mapa falso, la Geografía del País Vasco-Navarro, está elaborado por autores que constituían la flor y nata de la llamada cultura euskara, como se decía entonces. Ahí están Telesforo de Aranzadi, Julio Lazúrtegui, Carmelo Echegaray, Arturo Campión, Serapio Múgica y Juan Carlos Guerra, entre otros. Pero a fe que poner un mapa como ese ahí en medio del libro no les hizo ningún favor. Concretamente el mapa quedó ahí insertado dentro del capítulo escrito por Julio Lazúrtegui sobre “El Comercio, la Industria y la Navegación en el País Vasco” (pp. 647-822). Lo que se dice en ese capítulo no tiene nada que ver con el mapa. El libro Geografía del País Vasco-Navarro se editó en Barcelona (Establecimiento Editorial de Alberto Martín, Consejo de Ciento, 140) y no tiene fecha. Fue el primero de una serie de seis libros dedicada a la geografía de las provincias vascas que, según Wikipedia, se publicó entre los años 1915 y 1921. La ficha de catalogación de la biblioteca de la Universidad del País Vasco donde lo he consultado pone 1921 entre interrogantes. Lo cierto es que se debió publicar por entregas o cuadernillos, y los primeros salieron en 1911, según consta en una noticia bibliográfica de la revista Euskal-Erria de San Sebastián de ese año.

 

Adjunto foto del ejemplar que he consultado, abierto por donde está el mapa. Es útil saber que dicho mapa aparece en el ejemplar de la Geografía del País Vasco-Navarro conservado en la UPV, porque en el que está digitalizado, al que se accede por enlace desde la entrada Geografía del País Vasco-Navarro en Wikipedia, no está el mapa. Pero sí se puede comprobar que el mapa estaba en el original porque aparece reseñado en el índice de ilustraciones del libro.

 

[Img #26465]

 

El mapa que aparece en Geografía del País Vasco-Navarro tiene un pie que dice: “Mapa de Navarra y Provincias Vascongadas, hecho en París por Jaillot en el siglo XVIII”. El título no hace referencia a las provincias vasco-francesas que también aparecen en el mapa resaltadas. Pero fijémonos en la chapuza de la parte baja de Navarra, que se sale de los límites del encuadre. Y fijémonos también en los números del encuadre que hacen referencia a los meridianos y paralelos, porque ahí está una de las claves para averiguar cuál fue el mapa original de Jaillot de donde se sacó este engendro: a derecha e izquierda aparece el paralelo 43 y en la parte superior e inferior los meridianos 15, 16 y 17.

 

He revisado todos los mapas de Jaillot digitalizados en el portal de la Biblioteca Nacional de Francia llamada Gallica, que son exactamente 932, muchos de ellos repetidos. El único que puede ser la matriz original de este es el denominado: “Les Royaumes d’Aragon et de Navarre, partie des deux Castilles et du Royaume de Valence, les Principautés de Catalogne et de Biscaye, les isles de Majorque, de Minorque”, que sería la cuarta parte en la que se dividiría un mapa general de España y Portugal que se titularía, el completo, efectivamente, como se dice en la ficha de Imago Vasconiae, en español (en francés en el original), “España según la extensión de todos sus Reinos y Principados comprendidos bajo las Coronas de Castilla, de Aragón y de Portugal”. El reproducido por Gallica que he consultado tiene la fecha 1781, pero como sabemos que Jaillot falleció en 1712, será una reproducción a posteriori del original completo, por lo que la fecha que da Ramón Oleaga (ca. 1707) en Imago Vasconiae también nos vale.

 

El mapa original, por tanto, es este:

 

[Img #26467]

 

Si recortamos del original la zona expuesta por donde lo hace el mapa falso y ponemos ambos a la misma altura, obtendríamos lo siguiente:

 

[Img #26468]

 

Fijémonos cómo se corresponden en el mapa manipulado con el original las coordenadas de meridianos y paralelos y sobre todo cómo el corte del mapa a la izquierda es idéntico en ambos, así como el perfil de la costa y los contornos de los distintos territorios: los que mejor se aprecian son los de Navarra y Guipúzcoa y también los de los territorios vasco-franceses. El plano original fue recortado a la altura del cabo Machicaco por el norte, del paralelo 42 por el sur y donde terminan las palabras Gascogne y Bearn por el este, de modo que en el plano manipulado la parte inferior de Navarra se queda fuera y hay que añadirla sobre el borde de los meridianos. Y luego está el letrero de “Mer de Basque”, que se desplaza de su disposición original y se coloca entre el Cabo Machichaco y Capbretón. Después se colorean sobre el original los distintos territorios y así quedó listo para ser explotado por el nacionalismo el que se presenta como mapa de Euskal Herria de Jaillot de principios del siglo XVIII.

 

Recordemos ahora, de nuevo, la frase de Ramón Oleaga que puse en negritas más arriba, donde explica que el mapa “recoge precisa y exclusivamente todo nuestro espacio geográfico, con clara especificación de cada uno de los territorios que lo componen”. Lo peor de todo es que se podría deducir, por la revelación final en Imago Vasconiae sobre su procedencia, que tanto Ramón Oleaga, como Jose Mari Esparza como, por supuesto, Joseba Agirreazkuenaga, el único historiador profesional de los tres, han acabado sabiendo que se trata de un mapa manipulado, pero aún así lo siguen dando y utilizando como verdadero, por ver si cuela. Quiero suponer que, al principio, con la emoción de pensar que podría ser bueno, fue puesto en la portada del Gran Atlas Histórico de Euskal Herria. Pero ahora, que ya saben que es malo, lo siguen sacando y no tienen la honestidad de plegar velas y retirarlo de un trabajo pretendidamente científico.

 

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