Un nuevo informe publicado por el Oakland Institute titulado Guerre et Spoliation: La prise de contrôle des terres agricoles ukrainiennes revela cómo la guerra en Ucrania ha acelerado la concentración de las tierras agrícolas más fértiles del país en manos de oligarcas locales y grandes corporaciones extranjeras, mayormente de Europa y América del Norte.
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El informe destaca que la reforma agraria de 2021, impulsada por instituciones financieras occidentales, ha permitido la creación de un mercado de tierras que ha beneficiado principalmente a actores poderosos. Desde que se levantó la moratorio sobre la venta de tierras agrícolas, que había estado vigente desde 2001, las grandes corporaciones agroindustriales y los oligarcas han adquirido millones de hectáreas, desplazando a pequeños agricultores y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del país.
Según el informe, el 28% de las tierras arables de Ucrania ya están controladas por oligarcas y grandes empresas agroindustriales, muchas de las cuales tienen su sede en paraísos fiscales. Empresas como Kernel, MHP y UkrLandFarming figuran entre los mayores propietarios de tierras del país, con cientos de miles de hectáreas bajo su control. Además, instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial y la BERD, han sido claves en financiar este proceso, prestando miles de millones de dólares a las grandes agroindustrias ucranianas.
El informe también denuncia que, mientras que los pequeños agricultores luchan por mantenerse a flote en medio de la guerra, estas grandes empresas, muchas de las cuales están orientadas a la exportación, continúan expandiendo su influencia en el sector agrícola ucraniano. La guerra ha facilitado este proceso, con empresas agroindustriales que han aprovechado la situación para adquirir tierras que han quedado desocupadas o que han sido tomadas por las fuerzas rusas.
Con la reconstrucción de Ucrania en el horizonte, el informe advierte que los poderosos actores internacionales seguirán presionando para privatizar aún más el sector agrícola, en detrimento de los pequeños agricultores ucranianos. El futuro de las tierras agrícolas de Ucrania, conocido históricamente como el "granero de Europa", corre el riesgo de quedar cada vez más en manos de intereses extranjeros, amenazando la soberanía económica del país.
El informe concluye subrayando la necesidad de un cambio de enfoque en las políticas de reconstrucción de Ucrania, priorizando el bienestar de los agricultores locales y protegiendo las tierras de una mayor privatización para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad a largo plazo.