Desde las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre, han quedado al descubierto de manera flagrante e innegable la parcialidad y las violaciones de la neutralidad cometidas desde hace tiempo por determinados organismos profesionales de las Naciones Unidas. Los principales organismos de la ONU han difundido información engañosa y aplicado un doble rasero a la hora de abordar las acciones de Israel y el conflicto en general. Han desvirtuado tanto el discurso político como el público y sirven como fuente principal de desinformación en los procedimientos jurídicos internacionales contra Israel.

Aunque el sesgo antiisraelí dentro del sistema de la ONU no es un fenómeno nuevo, ahora está claro que este sesgo ha impregnado incluso los rangos profesionales que deben mantener la neutralidad y la imparcialidad. Este menoscabo de los principios básicos de la ONU supone una amenaza más amplia, no sólo para Israel, sino para la integridad de la ONU y del sistema internacional en su conjunto. Es importante señalar que Israel trabaja y coopera regularmente con muchas organizaciones de la ONU que se adhieren estrictamente a las normas y principios profesionales a los que obliga su estatus especial. Las críticas se dirigen a aquellos funcionarios y organismos que se desvían de este compromiso, dañando así la credibilidad de toda la organización y, por tanto, su capacidad para cumplir sus importantes funciones.

Altos cargos de la ONU han calificado las críticas de Israel a la organización de «desinformación». Esta página recopila publicaciones difundidas por organismos oficiales israelíes en los últimos meses que describen con detalle una plétora de ejemplos de la parcialidad sistemática de las principales agencias de la ONU. En conjunto, pintan un panorama preocupante de una desviación radical de los principios y normas fundamentales de la ONU.

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