Tiempo de guerra
No debemos hacernos trampas. Ni tampoco que nos las quieran hacer. El mundo sufre guerras. Los cuatro jinetes del Apocalipsis de San Juan cabalgan. Algunas cuestiones han cambiado, otras no. Como el gran negocio que supone la industria armamentística. Y no vale ser hipócrita. Declaraciones dolientes por las víctimas. Al mismo tiempo envíos de esas nuevas armas de destrucción masiva.
Mientras veo la luna llena desde mi ventana al norte del norte, reflexiono. ¿A quién conviene el estado de guerra ?. ¿A quién perjudica la guerra?. Llego a la conclusión que no hay diferencias entre el siglo XX y el XXI. Siempre matan los mismos. Siempre mueren los mismos. Siempre huyen los mismos. Siempre hay víctimas que para unos son colaterales y para otros ambiente de terror con olor a derrota.
La frontera oriental de la OTAN es causa de la guerra entre Rusia y Ucrania. Y de inmediato me pongo a pensar. ¿Puede desencadenarse una contienda en la frontera sur? Ahí es donde España, debilitada por un gobierno acosado en el legislativo y judicial, puede ser pieza codiciada por los islamitas que se organizan en el Magreb.
Han cambiado los escenarios bélicos, Ahora no se enfrentan a campo abierto grandes ejércitos. Basta con esos artefactos voladores que se dirigen con mando a distancia contra objetivos previstos por la logística militar. Las unidades que combaten son muy especializadas. Dotadas de armamentos y recursos fruto de la alta tecnología, que convierte a cada soldado en un arma multiusos.
En el otro lado del mundo, Israel vuelve a luchar por la supervivencia. Es una nación con derechos históricos bíblicos. Es un país en el que cada habitante es un soldado potencial que está preparado para defender su hogar. Además, existe la hermandad de pueblo judío. Donde quiera que se encuentre un miembro de esa comunidad, aportará lo que tenga para evitar que otros pueblos o naciones traten de quitarles sus derechos a ser y existir.
No termino de comprender cómo militares que están en guerra llegan a poner sus cuarteles en los bajos de una escuela o de un hospital. No solo es una odiosa cobardía. Es convertir en objetivo a la población civil que terminan por ser escudos humanos. Y luego, al reportar los muertos, sirven para esa otra guerra de propaganda cruel que actúa como señuelo de intereses bastardos.
Y tal como dice la Biblia "ojo por ojo". Gaza, Líbano, Irán... Quién sabe si Taiwán y Corea. Según Moratinos, estamos en el borde de la tercera guerra mundial.
Y España...¿Qué ?. En franca decadencia democrática. Con un enfrentamiento entre los partidos políticos que comienza a trasladarse a las calles. Es la subcultura del odio. El...¡"y tú más"!. ¿A dónde nos conduce tamaño dislate ?. A las dos Españas que un día reflejó Antonio Machado. En medio de indicios razonables de Estado con dirigentes corruptos. Ocupados en atizarse en la ceja. Despreocupados para con los problemas reales de la sociedad. No hay política de Estado y sí de una jauría de mequetrefes.
¿Quién se atreve a invertir en la marca España?. ¿Quién puede predecir lo que tendremos en seis meses?. Vivimos o moramos instalados en el cada vez más profundo estado de la inseguridad.
No veo carismas que me emocionen. Soporto a duras penas los discursos televisados de lenguaraces mediocres. Echo de menos coherencia, rectitud y patriotismo -nada que ver con el descrito en Patria- Desde mi exilio al norte del norte me preocupa el mundo más cercano que soportan mis hijos. Y una vez más... cuanto más conozco y sé de los hombres, más quiero a mi perro Zar.
No debemos hacernos trampas. Ni tampoco que nos las quieran hacer. El mundo sufre guerras. Los cuatro jinetes del Apocalipsis de San Juan cabalgan. Algunas cuestiones han cambiado, otras no. Como el gran negocio que supone la industria armamentística. Y no vale ser hipócrita. Declaraciones dolientes por las víctimas. Al mismo tiempo envíos de esas nuevas armas de destrucción masiva.
Mientras veo la luna llena desde mi ventana al norte del norte, reflexiono. ¿A quién conviene el estado de guerra ?. ¿A quién perjudica la guerra?. Llego a la conclusión que no hay diferencias entre el siglo XX y el XXI. Siempre matan los mismos. Siempre mueren los mismos. Siempre huyen los mismos. Siempre hay víctimas que para unos son colaterales y para otros ambiente de terror con olor a derrota.
La frontera oriental de la OTAN es causa de la guerra entre Rusia y Ucrania. Y de inmediato me pongo a pensar. ¿Puede desencadenarse una contienda en la frontera sur? Ahí es donde España, debilitada por un gobierno acosado en el legislativo y judicial, puede ser pieza codiciada por los islamitas que se organizan en el Magreb.
Han cambiado los escenarios bélicos, Ahora no se enfrentan a campo abierto grandes ejércitos. Basta con esos artefactos voladores que se dirigen con mando a distancia contra objetivos previstos por la logística militar. Las unidades que combaten son muy especializadas. Dotadas de armamentos y recursos fruto de la alta tecnología, que convierte a cada soldado en un arma multiusos.
En el otro lado del mundo, Israel vuelve a luchar por la supervivencia. Es una nación con derechos históricos bíblicos. Es un país en el que cada habitante es un soldado potencial que está preparado para defender su hogar. Además, existe la hermandad de pueblo judío. Donde quiera que se encuentre un miembro de esa comunidad, aportará lo que tenga para evitar que otros pueblos o naciones traten de quitarles sus derechos a ser y existir.
No termino de comprender cómo militares que están en guerra llegan a poner sus cuarteles en los bajos de una escuela o de un hospital. No solo es una odiosa cobardía. Es convertir en objetivo a la población civil que terminan por ser escudos humanos. Y luego, al reportar los muertos, sirven para esa otra guerra de propaganda cruel que actúa como señuelo de intereses bastardos.
Y tal como dice la Biblia "ojo por ojo". Gaza, Líbano, Irán... Quién sabe si Taiwán y Corea. Según Moratinos, estamos en el borde de la tercera guerra mundial.
Y España...¿Qué ?. En franca decadencia democrática. Con un enfrentamiento entre los partidos políticos que comienza a trasladarse a las calles. Es la subcultura del odio. El...¡"y tú más"!. ¿A dónde nos conduce tamaño dislate ?. A las dos Españas que un día reflejó Antonio Machado. En medio de indicios razonables de Estado con dirigentes corruptos. Ocupados en atizarse en la ceja. Despreocupados para con los problemas reales de la sociedad. No hay política de Estado y sí de una jauría de mequetrefes.
¿Quién se atreve a invertir en la marca España?. ¿Quién puede predecir lo que tendremos en seis meses?. Vivimos o moramos instalados en el cada vez más profundo estado de la inseguridad.
No veo carismas que me emocionen. Soporto a duras penas los discursos televisados de lenguaraces mediocres. Echo de menos coherencia, rectitud y patriotismo -nada que ver con el descrito en Patria- Desde mi exilio al norte del norte me preocupa el mundo más cercano que soportan mis hijos. Y una vez más... cuanto más conozco y sé de los hombres, más quiero a mi perro Zar.











