“El Diario Vasco”, los abertzales y los “españolistas”
En su crónica sobre los incidentes ocurridos hace un par de días en Barcelona cuando varias decenas de proetarras se contramanifestaron frente a la concentración que la plataforma “Libres e Iguales” había convocado en la capital catalana (y en otras 54 grandes ciudades españolas) para denunciar el carácter “antidemocrático y antoconstitucional” del 9N, la edición digital de “El Diario Vasco” de San Sebastián sorprendió a algunos de sus lectores con un polémico titular: “Tensión entre simpatizantes abertzales y españolistas en Barcelona”.
Lo llamativo para algunos ciudadanos no solamente fue el hecho de que “El Diario Vasco” otorgara similar legitimidad a quienes llevaban a cabo una concentración legal (“Libres e Iguales”) que a quienes trataban de reventarla (“abertzales”) o que concediera el mismo valor a las reclamaciones de quienes defienden la democracia, el Estado de Derecho y la Constitución (“Libres e Iguales”) que a quienes defienden a los presos de la banda terrorista ETA, autores de cientos de asesinatos.
Lo que también resultó periodísticamente impresentable e intelectualmente inaceptable fue el uso torticero que el “El Diario Vasco”, uno de los principales periódicos del Grupo Vocento, hizo del lenguaje, empleando una terminología despectiva, “españolistas”, utilizada habitualmente por quienes durante casi medio siglo han vitoreado todos y cada uno de los asesinatos de ETA y por quienes pasaron el mismo tiempo mirando a las musarañas cada vez que los terroristas mataban, secuestraban, extorsionaban o amenazaban a sus vecinos.
¡Qué vergüenza! No puedo dejar de pensar qué pensaría, valga la redundancia, el gran Salva Pérez-Puig de todo esto.
En su crónica sobre los incidentes ocurridos hace un par de días en Barcelona cuando varias decenas de proetarras se contramanifestaron frente a la concentración que la plataforma “Libres e Iguales” había convocado en la capital catalana (y en otras 54 grandes ciudades españolas) para denunciar el carácter “antidemocrático y antoconstitucional” del 9N, la edición digital de “El Diario Vasco” de San Sebastián sorprendió a algunos de sus lectores con un polémico titular: “Tensión entre simpatizantes abertzales y españolistas en Barcelona”.
Lo llamativo para algunos ciudadanos no solamente fue el hecho de que “El Diario Vasco” otorgara similar legitimidad a quienes llevaban a cabo una concentración legal (“Libres e Iguales”) que a quienes trataban de reventarla (“abertzales”) o que concediera el mismo valor a las reclamaciones de quienes defienden la democracia, el Estado de Derecho y la Constitución (“Libres e Iguales”) que a quienes defienden a los presos de la banda terrorista ETA, autores de cientos de asesinatos.
Lo que también resultó periodísticamente impresentable e intelectualmente inaceptable fue el uso torticero que el “El Diario Vasco”, uno de los principales periódicos del Grupo Vocento, hizo del lenguaje, empleando una terminología despectiva, “españolistas”, utilizada habitualmente por quienes durante casi medio siglo han vitoreado todos y cada uno de los asesinatos de ETA y por quienes pasaron el mismo tiempo mirando a las musarañas cada vez que los terroristas mataban, secuestraban, extorsionaban o amenazaban a sus vecinos.
¡Qué vergüenza! No puedo dejar de pensar qué pensaría, valga la redundancia, el gran Salva Pérez-Puig de todo esto.











