De indecencia política se pueden tildar los últimos acontecimientos políticos que estamos viendo, leyendo y escuchando a través de los medios informativos nacionales sobre la actitud de algunos de los que fueron o incluso aún son "representantes" del pueblo. Y digo 'indecencia política', puesto que no tienen ningún descaro en mentir e incluso creerse sus propias mentiras y adornarlas con palabras vacías e intentar convencer de que incluso han sido "los salvadores" del pueblo.

Este fin de semana, mientras la justicia persigue malhechores y malandrines que han hecho uso de la política y de los privilegios que disfrutan ciertos políticos, en Sevilla se celebra un congreso a la búlgara. Los organizadores tiene tres objetivos. Tapar vergüenzas o apuntalarlas en la teoría del mal menor. Apuntalar a un líder carismático y prototipo de la picaresca hispana y que supo definir Pérez Reverte: "Su desvergüenza política, su cinismo, su ambición, su deseo de aferrarse en el poder a toda costa y su falta de escrúpulos le convierten en un personaje único". Apuntalar un modelo de relación con la sociedad española que terminará por abjurar del propio sistema democrático al producir personajes, conductas y procederes como el que ha llevado hasta límites inusitados el sanchismo.

No se debe identificar socialismo con sanchismo. Y los primeros que deben hacerlo por el propio futuro del socialismo son los socialistas ideológicos. Lo han hecho algunos y han pagado con el ostracismo o la expulsión. Más que pensamiento único hay liderazgo único y doctrina única en la que el cambio de opinión y el incumplimiento de programas o ponencias se aceptan como herramienta flexible para hacer posible lo imposible. Es más. creo que sobre esto debería trabajar la oposición. Buscar la manera de movilizar las conciencias ideológicas de los socialistas enfrentando como transcurre la política del filibustero y su tripulación.

Hay tres espacios sobre los que la izquierda socialdemocrática y defensora del Sistema debería reflexionar en voz alta. El precio que Sanchez está pagando sobre la unidad y solidaridad del Estado para mantener el poder ejecutivo. El enfrentamiento con el poder judicial no sólo por tratar de someterlo, también para acomplejarlo y establecer que los jueces que investigan presuntas corrupciones relacionadas con Sanchez son instrumentos de lo que llaman "fachosfera". La purga que al más puro estilo estalista practica con sus secuaces más fieles frente a quienes asoman con alguna conducta o mensaje que no sea lealtad inquebrantable.

Lo vengo diciendo. Cada día que pasa este sanchismo me recuerda más al franquismo. Y el congreso de Sevilla será como aquellas manifestaciones en la Plaza de Oriente dónde la muchedumbre mostraba lealtad a los principios inamovibles del Movimiento, tras una guerra, aquí tras un manual de resistencia; o señalando como ultraderecha a todo el que hace oposición, lo mismo que el general señalaba masones y conspiradores.

No sé que es peor. Una pacto sociocomunista en la frontera sur de la OTAN o una oposición inodora, incolora e insípida, acomplejada cada vez que le señalan tiene tics de acuerdos con Vox. Y es que a tal formación el PP debría al menos reconocerle tres puntales. Su avance en Europa. La necesidad de sumar PP-VOX para desbancar al sanchismo. El refugio de muchos españoles que nada tienen que ver con el franquismo, pero a los que les preocupa la unidad de España,  la calaña y proyectos de Bildu, ERC,  Junts, Podemos. Hasta el PNV debería analizar si la situación que tiene y perciben los ciudadanos y si no ser no les reserva el mismo final arrastrados por el sanchismo y SUMAR.

Buen comienzo de un congreso, ¡Vive Dios !. Esta es la ideología que debatirán los congresistas electos para usar el botafumeiro con Sanchez:  María Jesús Montero 'inaugura' el congreso del PSOE llamando "golpista" a Feijóo: "Su único proyecto es tumbar al PSOE".

Este congreso del partido socialista es un congreso defensivo contra el cerco judicial que se va cerrando en torno al sanchismo.