Querido amigo

Las felicitaciones navideñas suelen girar en torno a las fiestas, los regalos y la alegría.

Y es natural, porque la Navidad es una época para las familias y la felicidad en los ojos de los niños. Todo eso está muy bien.

Pero la Navidad no es sólo árboles de Navidad y regalos. También es una celebración de los cristianos. Así que he venido a hablarles de los cristianos.

Mientras hablo, 350 millones de ellos son perseguidos. Esta cifra no la ha inventado la derecha francesa. Es una cifra real, confirmada por los mejores expertos del mundo. Por eso quiero repetirlo, para que nunca lo olvidemos.

En este mismo momento, mientras leen este mensaje, 350 millones de cristianos son perseguidos. Hombres, mujeres y niños, porque tienen la desgracia de creer en un Dios de amor y han nacido en países que odian a ese Dios.

Son acosados, amenazados, encerrados, torturados y asesinados. Están indefensos ante Estados e ideologías que quieren destruir su religión. La mayoría de las veces viven bajo regímenes islamistas o comunistas.

Y si hablo de ellos, es porque quiero hablar de ustedes, de nosotros. En Francia, el cristianismo está en peligro. Cada vez más cristianos franceses están en peligro.

• Son mujeres de todas las edades que temen que la pequeña cruz que llevan al cuello les valga insultos, escupitajos y violencia física por parte de quienes quieren imponerles otro dios.

• Son sacerdotes que ven sus iglesias vandalizadas.

• Son estudiantes enfrentados a la ferocidad de los estudiantes de extrema izquierda.

• Son padres que ven a sus hijos expuestos a una enseñanza no sólo atea, sino cada vez más militante y, reconozcámoslo, perversa y contraria a la moral cristiana.

• Son franceses a los que se priva de su identidad cristiana, y que además tienen miedo, porque saben que sin su identidad cristiana, Francia no es nada.

Sí, habrá franceses perseguidos por su fe en Francia en 2024. Todos los cristianos de este país lo saben.

Todos hablan de ello. Pero sólo en voz baja, porque a las autoridades francesas no les gustan y ya no los defienden.

La persecución de los cristianos aumenta cada día en el mundo. Aumenta cada día en Francia. Y si no tenemos el poder de cambiar el mundo, tenemos el deber de cambiar Francia.

Como saben, no soy cristiano. Pero no hace falta ser cristiano para defender a los cristianos, como tampoco hace falta ser judío para defender a los judíos. Basta con mirar y escuchar la situación del cristianismo en Francia, y saber que tiene gran necesidad de nosotros, y que nosotros tenemos gran necesidad de él.

Por eso quiero aprovechar esta Navidad para decir a todos los cristianos: os queremos, Francia os quiere, os lo debe todo y nunca os defraudará.

No creáis a los que os dicen que vuestra religión se ha convertido en una minoría.

No creáis a los que os dicen que pertenece al pasado. El futuro os pertenece, porque el futuro de nuestro pueblo pertenece a la gente buena, honesta y valiente que cree en el amor.

Tenéis la más bella de las virtudes: tenéis esperanza. La comparto contigo.

Querido amigo, ahora que todo esto se ha dicho, y era necesario decirlo, te deseo una maravillosa Nochebuena.

Se la deseo a los que sufren y a los que no, cristianos, judíos, ateos, musulmanes: se la deseo a todos los que aman y están orgullosos de ello.

Feliz Navidad y viva Francia.