Lunes, 29 de Septiembre de 2025

Actualizada Lunes, 29 de Septiembre de 2025 a las 08:52:36 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Miércoles, 01 de Enero de 2025 Tiempo de lectura:
Un artículo de Pierre Marcellesi

Mufasa: Deconstrucción y demolición del Rey León

Mufasa: El Rey LeónMufasa: El Rey León

En 2019, los estudios Disney nos ofrecieron una adaptación de El Rey León, la clásica película de Roger Allers y Rob Minkoff, en imágenes generadas por ordenador. No corrió apenas riesgos, ya que el guion era prácticamente un calco de la película que sacudió nuestra infancia. Tanto es así que esta nueva versión de Jon Favreau consiguió hacer ganar fácilmente a los productores 1.600 millones de dólares. Fue un éxito comercial innegable.

 

Cinco años después, en el trigésimo aniversario de la película de animación original de 1994, el director Barry Jenkins tiene la difícil tarea de suceder a Jon Favreau con Mufasa: El Rey León. Es una tarea difícil, dado que la historia es completamente nueva y no se inspira en absoluto en las diversas iteraciones en 2D de la saga: El Rey León 2: El honor de la tribu, de 1999, y El Rey León 3: Hakuna Matata, de 2004.

 

Como era de esperar, la película de Jenkins mira con telescopio tres tendencias actuales de los estudios Disney: la aclimatación fría e incorpórea a la tecnología totalmente digital, la precuela fácil y comercial y, por supuesto, la deconstrucción de los mitos de antaño...

 

El advenimiento de un nuevo rey

 

La historia imagina al sabio Rafiki narrando a Kiara, hija de Simba y Nala, el ascenso de Mufasa, su abuelo paterno, asesinado por Scar en la primera película. Salpicada por las excentricidades de Timón y Pumbaa, esta narración retrospectiva nos cuenta cómo Mufasa, un joven cachorro de león huérfano, fue acogido y adoptado por la familia real ante la insistencia de su nuevo hermano, el príncipe Taka, el futuro Scar. Está destinado a convertirse en rey algún día... Pero eso sin contar con la tribu rival, liderada por Kiros, que pretende apoderarse del territorio. Como era de esperar, Mufasa consigue salvar la situación en el último momento y eclipsa a Taka, que se ve abrumado por los celos y el odio hacia su hermano adoptivo...

 

Meritocracia frente a legitimidad

 

Mientras que la película original y su remake de Jon Favreau no dudaban en honrar el principio monárquico y repasaban las cualidades evidentes de tal régimen, la secuela de Barry Jenkins opta, en cambio, por socavar sus cimientos al minar el linaje de Mufasa que, nos enteramos con horror, ya no es de sangre noble sino un cachorro adoptado, un simple plebeyo. Esto significa que el principio de la continuidad de la familia real a lo largo de los siglos (cuyos intereses se solapan naturalmente con los de la nación) está obsoleto, y que sólo la meritocracia (¿republicana?) debe decidir entre los individuos. En consecuencia, el legítimo Taka deja de tener derecho al poder, y Mufasa es invitado a ocupar su lugar.

 

¿Una película racista?

 

También hay otros mensajes políticos subyacentes: el cineasta afroamericano presenta a la tribu rival (los villanos) como leones blancos con fines expansionistas y belicosos. También es interesante observar que los héroes están doblados por actores negros, mientras que el cruel y amenazador antagonista Kiros está doblado por un blanco, el danés Mads Mikkelsen. Uno se pregunta cómo este último (conocido por su oposición al discurso políticamente correcto) pudo ser persuadido para participar en semejante proyecto...

 

Por último, la película de Barry Jenkins termina con una toma de la princesa Kiara dominando el territorio de su futuro reino. El poder, se entiende, volverá un día a las mujeres...

 

Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.