En el sereno corazón de los Valles Pasiegos, el Palacio de la Helguera ofrece a sus visitantes una experiencia inigualable que combina el esplendor de un edificio con mucha historia y todas las comodidades contemporáneas. Al acercarte a este alojamiento de primer nivel de Cantabria, el aire fresco del invierno te envuelve, y el palacio te recibe con una calidez única, prometiendo nuevas aventuras y una desconexión absoluta bajo su regazo.

La Helguera no es un alojamiento más, sino un lugar muy especial, perfecto para aquellos que buscan escapar de la rutina de la vida diaria y sumergirse en un mundo con historia, lujo y naturaleza. Lo cierto es que pocos lugares pueden ofrecer en nuestro país una experiencia tan rica y completa como la que se encuentra aquí. Este palacio, donde sueños y realidad se entrelazan, invita a cada visitante a formar parte de su historia, asegurando que cada momento sea atesorado en su retina para siempre.

Cuando te adentras en sus magníficos pasillos, te encuentras con un refugio que ha acogido personalidades de la talla de Rafa Nadal y Su Alteza Serenísima el Príncipe Alberto de Mónaco, quienes quedaron prendados por la belleza y distinción del edificio. Construido originalmente por el Conde de Santana, mano derecha del Virrey de Perú, el Palacio de la Helguera esconde parte de la historia de la región en sus muros. Cada rincón ha sido cuidadosamente diseñado por la afamada interiorista española, Malales Canut, para que sus visitantes disfruten de un mundo de opulencia y tranquilidad. Pasear por sus pasillos es como recorrer un museo viviente, donde las delicadas antigüedades escogidas por la famosa interiorista decoran todas sus estancias. Además, el palacio es uno de los pocos hoteles anticuarios en nuestro país donde todos los objetos están disponibles a la venta para aquellos que desean llevarse un recuerdo de una experiencia inolvidable.

Habitaciones de ensueño en un entorno privilegiado

Las 11 habitaciones del palacio, poseen unas vistas impresionantes sobre las colinas circundantes que crean el telón de fondo perfecto para una estadía de cuento. Las habitaciones, con nombres tan evocadores como "Virreina de España" y "Conde de Gomera", ofrecen a cada huésped la sensación de estar viviendo en un capítulo de la historia. Las camas con dosel y las chimeneas de hierro forjado añaden un toque de romance y sofisticación a los aposentos.

Cocina cántabra de primer nivel con influencia criolla

Para aquellos que buscan una experiencia culinaria innovadora, el restaurante Trastámara es un destino en sí mismo. Bajo la dirección del chef Renzo Orbegoso Hinojosa, el menú del restaurante sorprende con una fusión audaz que entrelaza sabores cántabros y peruanos. Desde deliciosos aperitivos de yuca hasta pescados frescos del Cantábrico, cada plato es una obra maestra que rinde homenaje a la cultura y los ingredientes locales, culminando con postres que cortan la respiración como la célebre tarta de queso pasiego.

Un establecimiento con la Llave Michelin

El prestigioso reconocimiento de la Llave Michelin otorgado al Palacio de la Helguera consolida su estatus como un destino imperdible. Este honor, el único en su categoría en Cantabria, es un tributo al compromiso del palacio con la excelencia y la exclusividad

Un spa para cuidar el cuerpo y la mente

El spa de la Helguera se presenta como el epítome del bienestar y la relajación. Con una piscina climatizada que ofrece vistas panorámicas del Valle del Pas, este centro de relax invita a los visitantes a dejarse llevar por las suaves manos de sus expertas terapeutas. Aquí, es posible desconectar de las preocupaciones cotidianas y permitir que las tensiones musculares se disipen en un ambiente de total serenidad.

Si caminas por los frondosos jardines del palacio, no podrás evitar sentirte extasiado por el encanto natural de los Valles Pasiegos. Este rincón de Cantabria, rico en historia y cultura, es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Senderos pintorescos y caminos ideales para el ciclismo invitan a explorar sus bellos paisajes, revelando vistas que nos conectan con el alma de la tierra cántabra.

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