"Expulsaremos a los hombres del deporte femenino". Esta fue una de las promesas más reiteradas por Donald Trump durante su campaña, y ahora, poco más de dos semanas después de asumir la presidencia, ha dado el primer paso para cumplirla. Se refería, específicamente, a la participación de mujeres transgénero en competiciones femeninas, un fenómeno minoritario pero que ha generado un intenso debate dentro del electorado conservador.

"Con esta orden ejecutiva, ponemos fin a la guerra contra el deporte femenino", declaró este miércoles el presidente de EE.UU. desde el Despacho Oval, tras firmar un decreto presidencial titulado de manera casi idéntica a su promesa de campaña: Dejar a los hombres fuera del deporte femenino. La medida prohíbe la participación de mujeres transgénero, tanto menores como adultas, en competiciones escolares y universitarias. Para ello, se basa en una nueva interpretación del Título IX, la ley que prohíbe la discriminación por sexo en instituciones educativas con financiamiento federal.

En la sala, varias legisladoras republicanas destacadas en esta causa, como Nancy Mace, Marjorie Taylor Greene y Lauren Boebert, celebraron la firma del decreto con vítores.