El fin de la clase media
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La clase media ha sido históricamente considerada el pilar fundamental de las economías desarrolladas, asegurando estabilidad política y social. Sin embargo, en las últimas décadas, las políticas socialistas impuestas por las élites liberal-progresistas occidentales han contribuido a su progresiva disminución. En este sentido, diferentes estudios han evidenciado un progresivo declive de la clase media en numerosos países occidentales. Entre los factores más relevantes detrás de esta realidad se encuentran:
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Estancamiento de los salarios reales: En muchas economías avanzadas, los salarios no han crecido al mismo ritmo que el coste de la de vida, afectando la capacidad adquisitiva de la clase media.
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Aumento del coste de la vida: La inflación en sectores clave como la vivienda, la educación y la sanidad ha superado ampliamente el crecimiento de los ingresos.
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Desindustrialización y precarización laboral: La externalización de empleos manufactureros y la expansión de la gig economy (economía de los trabajos ocasionales) han generado una mayor inestabilidad en el empleo.
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Concentración de la riqueza: Los sectores más ricos han capturado una proporción creciente de los beneficios económicos, exacerbando la desigualdad.
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Carga fiscal creciente: En muchos países, como ocurre en España, la clase media es la principal fuente de ingresos fiscales, mientras que los más ricos encuentran mecanismos para minimizar sus impuestos.
Estados Unidos
Según un informe de Pew Research Center, la proporción de hogares de clase media en EE.UU. pasó del 61% en 1971 a menos del 50% en la actualidad. El ingreso medio de estos hogares no ha crecido al mismo ritmo que el PIB, y el costo de vida ha aumentado desproporcionadamente.
España
Un estudio de CaixaBank Research indica que, aunque el 61,1% de los españoles se considera de clase media, los jóvenes enfrentan mayores dificultades para alcanzar este nivel de vida en comparación con generaciones anteriores. El acceso a la vivienda y la precariedad laboral son obstáculos importantes.
Francia
Datos de la OCDE muestran que la proporción de hogares de clase media en Francia ha disminuido progresivamente, con un creciente descontento social. Las protestas de los "chalecos amarillos" en 2018 fueron una manifestación de la insatisfacción de este segmento de la población ante el aumento del costo de vida y la presión fiscal.
Reino Unido
La crisis del coste de vida ha afectado gravemente a la clase media británica. Según The Guardian, los precios de la vivienda y la inflación han reducido significativamente su poder adquisitivo, generando un aumento en la polarización de ingresos.
Varios economistas han estudiado el declive de la clase media y sus consecuencias. Entre ellos, Santiago Niño Becerra, que sostiene que la clase media está destinada a desaparecer debido a la automatización y la concentración de riqueza. Según él, el modelo económico actual ya no necesita una clase media amplia como en el siglo XX. Thomas Piketty, por otro lado, en su libro El capital en el siglo XXI, argumenta que la creciente desigualdad de ingresos y la acumulación de riqueza en las élites conducen a una menor movilidad social, perjudicando a la clase media. El experto Antón Costas defiende la necesidad de fortalecer la educación y la formación profesional como herramientas clave para evitar la desaparición de la clase media y garantizar su adaptación a las nuevas exigencias del mercado laboral.
El declive de la clase media en los países desarrollados es un fenómeno multifactorial con profundas implicaciones económicas, políticas y sociales. Las evidencias y datos analizados muestran un deterioro progresivo, impulsado por el estancamiento salarial, el aumento del coste de la vida y la concentración de riqueza. Las opiniones de expertos refuerzan la idea de que, sin intervenciones efectivas, la clase media podría continuar reduciéndose, con consecuencias impredecibles para la estabilidad de las democracias modernas. La solución pasa por políticas públicas que fomenten el empleo de calidad, mejoren el acceso a la vivienda y reformen los sistemas fiscales para equilibrar la distribución de la riqueza.
La clase media ha sido históricamente considerada el pilar fundamental de las economías desarrolladas, asegurando estabilidad política y social. Sin embargo, en las últimas décadas, las políticas socialistas impuestas por las élites liberal-progresistas occidentales han contribuido a su progresiva disminución. En este sentido, diferentes estudios han evidenciado un progresivo declive de la clase media en numerosos países occidentales. Entre los factores más relevantes detrás de esta realidad se encuentran:
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Estancamiento de los salarios reales: En muchas economías avanzadas, los salarios no han crecido al mismo ritmo que el coste de la de vida, afectando la capacidad adquisitiva de la clase media.
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Aumento del coste de la vida: La inflación en sectores clave como la vivienda, la educación y la sanidad ha superado ampliamente el crecimiento de los ingresos.
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Desindustrialización y precarización laboral: La externalización de empleos manufactureros y la expansión de la gig economy (economía de los trabajos ocasionales) han generado una mayor inestabilidad en el empleo.
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Concentración de la riqueza: Los sectores más ricos han capturado una proporción creciente de los beneficios económicos, exacerbando la desigualdad.
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Carga fiscal creciente: En muchos países, como ocurre en España, la clase media es la principal fuente de ingresos fiscales, mientras que los más ricos encuentran mecanismos para minimizar sus impuestos.
Estados Unidos
Según un informe de Pew Research Center, la proporción de hogares de clase media en EE.UU. pasó del 61% en 1971 a menos del 50% en la actualidad. El ingreso medio de estos hogares no ha crecido al mismo ritmo que el PIB, y el costo de vida ha aumentado desproporcionadamente.
España
Un estudio de CaixaBank Research indica que, aunque el 61,1% de los españoles se considera de clase media, los jóvenes enfrentan mayores dificultades para alcanzar este nivel de vida en comparación con generaciones anteriores. El acceso a la vivienda y la precariedad laboral son obstáculos importantes.
Francia
Datos de la OCDE muestran que la proporción de hogares de clase media en Francia ha disminuido progresivamente, con un creciente descontento social. Las protestas de los "chalecos amarillos" en 2018 fueron una manifestación de la insatisfacción de este segmento de la población ante el aumento del costo de vida y la presión fiscal.
Reino Unido
La crisis del coste de vida ha afectado gravemente a la clase media británica. Según The Guardian, los precios de la vivienda y la inflación han reducido significativamente su poder adquisitivo, generando un aumento en la polarización de ingresos.
Varios economistas han estudiado el declive de la clase media y sus consecuencias. Entre ellos, Santiago Niño Becerra, que sostiene que la clase media está destinada a desaparecer debido a la automatización y la concentración de riqueza. Según él, el modelo económico actual ya no necesita una clase media amplia como en el siglo XX. Thomas Piketty, por otro lado, en su libro El capital en el siglo XXI, argumenta que la creciente desigualdad de ingresos y la acumulación de riqueza en las élites conducen a una menor movilidad social, perjudicando a la clase media. El experto Antón Costas defiende la necesidad de fortalecer la educación y la formación profesional como herramientas clave para evitar la desaparición de la clase media y garantizar su adaptación a las nuevas exigencias del mercado laboral.
El declive de la clase media en los países desarrollados es un fenómeno multifactorial con profundas implicaciones económicas, políticas y sociales. Las evidencias y datos analizados muestran un deterioro progresivo, impulsado por el estancamiento salarial, el aumento del coste de la vida y la concentración de riqueza. Las opiniones de expertos refuerzan la idea de que, sin intervenciones efectivas, la clase media podría continuar reduciéndose, con consecuencias impredecibles para la estabilidad de las democracias modernas. La solución pasa por políticas públicas que fomenten el empleo de calidad, mejoren el acceso a la vivienda y reformen los sistemas fiscales para equilibrar la distribución de la riqueza.