Querida amiga, querido amigo:

Quería compartir con ustedes varias informaciones cruciales que provienen del Parlamento Europeo.

En primer lugar, una noticia que me concierne personalmente: acabo de ser elegida vicepresidenta del Intergrupo de Cristianos de Oriente en el Parlamento Europeo.

Esta responsabilidad llega en un momento crítico: en el momento en que les escribo, 350 millones de cristianos son perseguidos en el mundo. Hombres, mujeres, niños, porque tienen la desgracia de creer en Jesús y nacen en países que lo odian.

Junto con los diputados de toda la derecha, defenderé esta justa causa.

Y mientras continúan estas persecuciones, ¿saben lo que la Comisión Europea hace con su dinero?

La auditoría de USAID por Elon Musk revela escándalos en cadena. Aquí, en Bruselas, podemos revelar con el mismo método lo que gasta la Comisión Europea:

• 3,8 millones para entender por qué «el islam sufre por Internet»
• 2 millones para un «yihad ecológico» en Indonesia.
• 271 000 € para promover «el islam blanco, una nueva religión para los europeos».

La UE financia todo esto con SUS impuestos. Es hora de cerrar el grifo. Pero eso no es todo. Se perfila una amenaza más insidiosa: el euro digital. Esto es lo que el Parlamento Europeo quiere que aprobemos.

Voto en CONTRA. Nadie habla de ello, y sin embargo, este proyecto del BCE podría dar mañana el poder a un burócrata europeo para prohibirnos ciertas transacciones, e incluso eliminarnos del sistema bancario con un clic, por un simple comentario en las redes sociales o por una opinión que no guste.

Ante este riesgo, comprenderán por qué cada vez más personas recurren al Bitcoin: por la libertad.

Seguiré informándoles sobre estos preocupantes abusos.

¡Viva usted y, sobre todo, viva Francia!