Yankee go home!
Me hice universitario en aquella Complutense de Madrid en un ambiente intelectual en el que con frecuencia se repetía el slogan Yankees Go Home. El slogan nació en Alemania Oriental en 1950 en una manifestación estudiantil contra el Plan Marshall. Y todos sabemos el final de esa historia. Europa reconstruyó su infraestructura de comunicaciones y producción, venció la pobreza y logró acercarse económicamente a Estados Unidos en términos de PIB.
Trump es nacionalista, imperialista y anti-europeo. Muestra un desaforado desprecio hacia Europa y su Unión. Lo que incluye OMS, ONU y OTAN. No hay que ser un gran estratega para temer una alianza con Rusia para repartirse el mundo y desde luego parar en seco al gigante chino.
Europa tuvo su momento, oportunidades, discursos como el de Jackes Delors. Ahora sólo nos une el euro. Las desigualdades entre norte y sur no se han paliado. España es un Estado dependiente de la deuda y soportando un déficit incompatible con el crecimiento futuro en calidad de vida para las nuevas generaciones. Tenemos el peor Gobierno posible para enfrentar la peor de las crisis mundiales. Tan grave como fue la pandemia del Covid.
Deberíamos estar muy preocupados. El fantasma de una guerra mundial no es un vago espejismo. Tanto Putin como Trump quieren imponer por la fuerza sus convicciones y recuperar lo que consideran un pasado glorioso. El primero cuando la propaganda de John Ford y John Wayne desde la industria cinematográfica publicitaban el papel redentor de los marines frente a japoneses y alemanes, o cuando la URRS comprendía la mitad oriental de Europa.
Llama la atención como se valora el potencial de cada bloque en función de su capacidad según el arsenal atómico. Como si fuera posible el futuro de la humanidad tras una guerra nuclear. Pero en lo único que no nos parecemos al siglo XX es en cuanto a que las guerras tienen otra textura. Son regionales y con armas no tripuladas. En tal escenario no debemos olvidar que somos frontera sur y hay dos plazas "fuertes" -Ceuta y Melilla- que pueden ser el mediato antojo del aliado americano Marruecos.
Y la gran duda que una vez más puede convertirse en ciencia o arte. Sánchez no quiere llevar al Parlamento el asunto que antecede, y que debe ser información y decisión colegiada. Prefiere sacar la postura de España por la "corredoira", pues tiene motivos más que sobrados en la grave dificultad para convencer a sus habituales socios tocante a la unidad militar de Europa frente al imperialismo ruso. También debo incluir en la incógnita a Vox. Lo que hemos visto hasta la fecha es una aquiescencia del partido liderado por Abascal con el otro imperialista -el del estropajo en la cabeza-.
Vuelvo a dónde siempre. La situación geo militar del mundo requiere de análisis por parte de los expertos que ya no son tanto los políticos, como los diplomáticos y militares. Desde luego, dentro de la OTAN. Es más, le aconsejaría a los "grandes" líderes de la política española que por una vez se dejen de carantoñas insultantes en jornadas parlamentarias y establecieran la conducta que requiere un gravísimo problema de Estado, por tanto con acuerdos de Estado.
España tiene dos podres que administrar. Las bases americanas en suelo español y los productos americanos que se consumen en España. Claro que peor aún es la postura previsible de Italia, que me temo se desmarque hacia América. O la urgencia de rearme en los países Bálticos y ya no digamos la siempre víctima Polonia.
El sanchismo a buen seguro intenta aprovechar la necesidad para establecer la virtud que le favorece. La situación mundial empequeñece la ola de corrupción y enfrentamiento con el poder judicial en nuestro suelo patrio. Incrementar el gasto de occidente en rearmar sus ejércitos hará que previsiblemente se incrementen las ayudas económicas de la UE en España y se mire para otro lado en cuanto al déficit.
Mientras tanto rusos y norte americanos incrementan un estado de ánimo preñado por el orgullo, la superioridad y la abducción ante cada discurso o medida que hacen sus líderes Putin y Trump. Recuerda cada día más aquella etapa de los Hitler y Mussolini. Mientras un tercero, extendía la revolución comunista por toda Europa.
Hace falta que aparezca un W. Churchill. Necesitamos un liderazgo europeísta más allá de la economía. Necesitamos superar los viejos estigmas de las derechas y las izquierdas para trazar las líneas maestras de la nueva DEMOCRACIA EUROPEA Y LA SOBERANÍA COMPARTIDA PERO PONIENDO EN EL EJE AL HUMANISMO.
Me hice universitario en aquella Complutense de Madrid en un ambiente intelectual en el que con frecuencia se repetía el slogan Yankees Go Home. El slogan nació en Alemania Oriental en 1950 en una manifestación estudiantil contra el Plan Marshall. Y todos sabemos el final de esa historia. Europa reconstruyó su infraestructura de comunicaciones y producción, venció la pobreza y logró acercarse económicamente a Estados Unidos en términos de PIB.
Trump es nacionalista, imperialista y anti-europeo. Muestra un desaforado desprecio hacia Europa y su Unión. Lo que incluye OMS, ONU y OTAN. No hay que ser un gran estratega para temer una alianza con Rusia para repartirse el mundo y desde luego parar en seco al gigante chino.
Europa tuvo su momento, oportunidades, discursos como el de Jackes Delors. Ahora sólo nos une el euro. Las desigualdades entre norte y sur no se han paliado. España es un Estado dependiente de la deuda y soportando un déficit incompatible con el crecimiento futuro en calidad de vida para las nuevas generaciones. Tenemos el peor Gobierno posible para enfrentar la peor de las crisis mundiales. Tan grave como fue la pandemia del Covid.
Deberíamos estar muy preocupados. El fantasma de una guerra mundial no es un vago espejismo. Tanto Putin como Trump quieren imponer por la fuerza sus convicciones y recuperar lo que consideran un pasado glorioso. El primero cuando la propaganda de John Ford y John Wayne desde la industria cinematográfica publicitaban el papel redentor de los marines frente a japoneses y alemanes, o cuando la URRS comprendía la mitad oriental de Europa.
Llama la atención como se valora el potencial de cada bloque en función de su capacidad según el arsenal atómico. Como si fuera posible el futuro de la humanidad tras una guerra nuclear. Pero en lo único que no nos parecemos al siglo XX es en cuanto a que las guerras tienen otra textura. Son regionales y con armas no tripuladas. En tal escenario no debemos olvidar que somos frontera sur y hay dos plazas "fuertes" -Ceuta y Melilla- que pueden ser el mediato antojo del aliado americano Marruecos.
Y la gran duda que una vez más puede convertirse en ciencia o arte. Sánchez no quiere llevar al Parlamento el asunto que antecede, y que debe ser información y decisión colegiada. Prefiere sacar la postura de España por la "corredoira", pues tiene motivos más que sobrados en la grave dificultad para convencer a sus habituales socios tocante a la unidad militar de Europa frente al imperialismo ruso. También debo incluir en la incógnita a Vox. Lo que hemos visto hasta la fecha es una aquiescencia del partido liderado por Abascal con el otro imperialista -el del estropajo en la cabeza-.
Vuelvo a dónde siempre. La situación geo militar del mundo requiere de análisis por parte de los expertos que ya no son tanto los políticos, como los diplomáticos y militares. Desde luego, dentro de la OTAN. Es más, le aconsejaría a los "grandes" líderes de la política española que por una vez se dejen de carantoñas insultantes en jornadas parlamentarias y establecieran la conducta que requiere un gravísimo problema de Estado, por tanto con acuerdos de Estado.
España tiene dos podres que administrar. Las bases americanas en suelo español y los productos americanos que se consumen en España. Claro que peor aún es la postura previsible de Italia, que me temo se desmarque hacia América. O la urgencia de rearme en los países Bálticos y ya no digamos la siempre víctima Polonia.
El sanchismo a buen seguro intenta aprovechar la necesidad para establecer la virtud que le favorece. La situación mundial empequeñece la ola de corrupción y enfrentamiento con el poder judicial en nuestro suelo patrio. Incrementar el gasto de occidente en rearmar sus ejércitos hará que previsiblemente se incrementen las ayudas económicas de la UE en España y se mire para otro lado en cuanto al déficit.
Mientras tanto rusos y norte americanos incrementan un estado de ánimo preñado por el orgullo, la superioridad y la abducción ante cada discurso o medida que hacen sus líderes Putin y Trump. Recuerda cada día más aquella etapa de los Hitler y Mussolini. Mientras un tercero, extendía la revolución comunista por toda Europa.
Hace falta que aparezca un W. Churchill. Necesitamos un liderazgo europeísta más allá de la economía. Necesitamos superar los viejos estigmas de las derechas y las izquierdas para trazar las líneas maestras de la nueva DEMOCRACIA EUROPEA Y LA SOBERANÍA COMPARTIDA PERO PONIENDO EN EL EJE AL HUMANISMO.











