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Martes, 08 de Abril de 2025 Tiempo de lectura:
Hipótesis del profesor Avi Loeb

¿Y si los ovnis fueran reliquias de una civilización terrestre extinta?

¿Y si los objetos voladores no identificados que surcan nuestros cielos no provinieran de civilizaciones extraterrestres, sino de una olvidada civilización terrestre que floreció hace cientos de millones de años?

 

Esta es la provocadora hipótesis que plantea el profesor Avi Loeb, astrofísico de Harvard, en un reciente artículo publicado en la plataforma Medium. Lejos de especulaciones sensacionalistas, Loeb desarrolla un argumento basado en geología, astrobiología y lógica científica, que bien podría reconfigurar nuestra comprensión del pasado de la Tierra.

 

Según el investigador, durante el Paleozoico —una era que se extiende desde hace 541 hasta 252 millones de años— se produjeron hitos evolutivos cruciales, como la explosión cámbrica y la colonización terrestre por los primeros vertebrados. Esta era terminó con la mayor extinción masiva conocida, en la que desapareció más del 80% de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres.

 

La explicación convencional apunta a un episodio de vulcanismo masivo en la actual Siberia. Pero Loeb lanza una posibilidad inquietante: ¿y si aquella catástrofe no fue natural, sino provocada por una civilización industrial temprana?

 

“Una inteligencia que hubiera surgido solo un 6% antes que la humanidad podría haber desarrollado tecnología avanzada mucho antes de nuestra aparición”, afirma Loeb. De existir, esa civilización habría sido borrada casi por completo por los procesos geológicos, como la erosión, el vulcanismo y la subducción tectónica. Pero quizá no del todo.

 

El astrofísico sugiere que si esa hipotética civilización alcanzó la capacidad espacial —como lo ha hecho la humanidad en apenas un siglo—, podría haber dejado dispositivos u objetos en órbita terrestre o más allá. Algunos de los llamados UAPs (Fenómenos Aéreos No Identificados) podrían ser, en este sentido, vestigios tecnológicos de esa civilización extinta.

 

No es la primera vez que Loeb rompe moldes. Su teoría sobre el objeto interestelar 'Oumuamua', al que propuso considerar como una posible sonda artificial, generó un intenso debate en la comunidad científica. Ahora, con esta nueva línea de pensamiento, el profesor lidera el "Proyecto Galileo", que busca estudiar los ovnis con instrumentación científica y datos abiertos.

 

La primera estación de observación del proyecto, instalada en Harvard, ya está activa. Mediante cámaras, micrófonos y software de análisis con inteligencia artificial, los investigadores recogen datos que podrían arrojar luz sobre el origen de estos fenómenos.

 

Lejos de conclusiones definitivas, Loeb llama a mantener la mente abierta. “La búsqueda de la verdad no debe estar limitada por prejuicios culturales. Es hora de aplicar el método científico a lo desconocido”, concluye.

 

Si alguna vez existió una civilización tecnológica hace cientos de millones de años, quizás no dejó pirámides ni ciudades... pero tal vez dejó satélites.

 

 

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