El Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.) ha presentado una denuncia formal ante la Inspección de Trabajo ante la gravedad de la situación generada por los chalecos airbag suministrados recientemente a los motoristas de la Ertzaintza. "A pesar de los anuncios institucionales y del paso dado por la Administración en materia de prevención, los hechos han demostrado que los chalecos no reúnen las condiciones mínimas de seguridad y confianza para ser utilizados en servicio operativo".

Al parecer, según se explica desde este sindicato, los chalecos, adquiridos por el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco (PNV-PSOE) a través de la empresa Partenón y equipados con tecnología de la firma Alpine Stars, presentan defectos de fabricación que provocan activaciones repentinas e injustificadas durante la circulación, poniendo en riesgo no solo la integridad de los agentes que los portan, sino también la de otros usuarios de la vía pública.

Desde su implantación, se han reportado múltiples incidentes de activación no justificada en las Unidades de Tráfico de Vizcaya y Guipúzcoa, con fechas documentadas los días 17 al 23 de febrero, 10 de marzo y 29 de marzo de 2025. Estas activaciones espontáneas no han sido explicadas adecuadamente y reflejan un patrón preocupante que evidencia una falta de control de calidad en la producción y validación de estos dispositivos.

Además, los agentes han manifestado que el diseño de los chalecos impide la correcta transpiración del cuerpo, especialmente en condiciones de altas temperaturas, aumentando el riesgo de sufrir lipotimias o golpes de calor durante el servicio.

El pasado 13 de marzo de 2025, el Gobierno Vasco reconoció dos incidencias: una que achaca a un "amago de caída" y otra "en estudio". También indicó que se estaba "valorando" la situación de las instalaciones de carga. Para el Si.P.E., esta respuesta es claramente insuficiente e irresponsable frente a un problema que puede tener consecuencias graves e incluso irreversibles.

El sindicato denuncia que el Departamento de Seguridad "está actuando con una preocupante falta de transparencia, ocultando información relevante a los agentes afectados y minimizando los riesgos detectados. Asimismo, se cuestiona la adjudicación del contrato a la empresa Partenón, que carece de experiencia y especialización en la fabricación de equipos de protección para cuerpos policiales, lo que consideramos una muestra de improvisación y desidia en la gestión de un asunto tan sensible como la seguridad laboral".

Ante esta situación, el Si.P.E. exige la retirada inmediata de todos los chalecos airbag en uso, hasta que se realice un estudio técnico e independiente que certifique su fiabilidad, así como la entrega de información completa y detallada sobre las anomalías detectadas, así como los protocolos de actuación establecidos. El sindicato solicita, además, una revisión urgente de las instalaciones de carga, ya que las actuales regletas incumplen las normativas de seguridad eléctrica y suponen un riesgo añadido.

Por último, desde Si.P.E. se ha pedido la dotación de chaquetas refrigerantes o medidas de compensación térmica para evitar riesgos durante los meses más calurosos.

"Nuestra denuncia se basa en el artículo 40.2 de la Constitución Española, que obliga a los poderes públicos a velar por la seguridad e higiene en el trabajo, y en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, que establece la obligación de adoptar las medidas necesarias cuando exista un riesgo grave e inminente para los trabajadores".

El Si.P.E. considera que el Departamento de Seguridad ha incurrido en una negligencia flagrante al no actuar con la diligencia debida frente a las advertencias de los agentes y los incidentes reportados.

"Nos encontramos ante un grave conflicto laboral y de seguridad. El Si.P.E. reclama acciones inmediatas, contundentes y transparentes para garantizar la integridad física y la salud de los ertzainas, y responsabiliza directamente al Gobierno Vasco de las posibles consecuencias derivadas de su pasividad y mala gestión. No se puede hablar de protección cuando el propio equipo de seguridad se convierte en una amenaza".