Saturación orbital: la basura espacial alcanza niveles críticos, advierte la Agencia Espacial Europea
La órbita terrestre está al borde del colapso. Así lo advierte el nuevo Informe Anual del Entorno Espacial publicado por la Agencia Espacial Europea (ESA), que alerta sobre el aumento descontrolado de basura espacial, fragmentaciones en órbita y lanzamientos masivos que ponen en riesgo la sostenibilidad futura de la actividad espacial.
El informe revela que, por primera vez en la historia, la densidad de satélites activos en ciertas bandas orbitales está alcanzando niveles similares a la del propio chatarreo espacial, especialmente entre los 500 y 600 kilómetros de altitud, donde se concentran las megaconstelaciones de comunicaciones.
Datos clave del informe:
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En 2024 se batieron todos los récords en masa y número de lanzamientos, a pesar de una leve desaceleración en el ritmo de nuevos satélites.
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Se registraron más de 3.000 fragmentos nuevos por eventos de fragmentación, lo que confirma que las explosiones y colisiones no intencionadas siguen siendo la principal fuente de desechos.
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Por primera vez, las reentradas controladas de etapas de cohetes superaron a las incontroladas, un dato esperanzador... pero aún insuficiente.
El cumplimiento de las normativas sigue siendo bajo. Aunque el estándar internacional fija un plazo de 25 años para retirar satélites inactivos de la órbita baja (LEO), apenas entre el 40% y el 70% del total cumple esta norma. Y la situación es peor si se aplica el nuevo objetivo de la ESA: una retirada en menos de 5 años. Aún así, hay señales de cambio: en 2024 se incrementó notablemente el uso de reentradas controladas, sobre todo entre operadores comerciales.
¿Qué pasará si no actuamos? Los modelos de simulación anticipan una posibilidad real de efecto Kessler: una reacción en cadena de colisiones que podría inutilizar regiones enteras del espacio terrestre durante siglos. Incluso sin nuevos lanzamientos, los objetos ya existentes seguirían chocando y generando aún más basura.
Un recurso finito en riesgo “El espacio orbital es un recurso limitado y común. Su sostenibilidad exige cooperación global y responsabilidad compartida”, afirma el equipo de la ESA. Bajo su enfoque "Zero Debris", la agencia ha reducido ya el límite de permanencia post-misión de 25 a 5 años para sus misiones, y espera que el resto del mundo siga su ejemplo.
La órbita terrestre está al borde del colapso. Así lo advierte el nuevo Informe Anual del Entorno Espacial publicado por la Agencia Espacial Europea (ESA), que alerta sobre el aumento descontrolado de basura espacial, fragmentaciones en órbita y lanzamientos masivos que ponen en riesgo la sostenibilidad futura de la actividad espacial.
El informe revela que, por primera vez en la historia, la densidad de satélites activos en ciertas bandas orbitales está alcanzando niveles similares a la del propio chatarreo espacial, especialmente entre los 500 y 600 kilómetros de altitud, donde se concentran las megaconstelaciones de comunicaciones.
Datos clave del informe:
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En 2024 se batieron todos los récords en masa y número de lanzamientos, a pesar de una leve desaceleración en el ritmo de nuevos satélites.
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Se registraron más de 3.000 fragmentos nuevos por eventos de fragmentación, lo que confirma que las explosiones y colisiones no intencionadas siguen siendo la principal fuente de desechos.
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Por primera vez, las reentradas controladas de etapas de cohetes superaron a las incontroladas, un dato esperanzador... pero aún insuficiente.
El cumplimiento de las normativas sigue siendo bajo. Aunque el estándar internacional fija un plazo de 25 años para retirar satélites inactivos de la órbita baja (LEO), apenas entre el 40% y el 70% del total cumple esta norma. Y la situación es peor si se aplica el nuevo objetivo de la ESA: una retirada en menos de 5 años. Aún así, hay señales de cambio: en 2024 se incrementó notablemente el uso de reentradas controladas, sobre todo entre operadores comerciales.
¿Qué pasará si no actuamos? Los modelos de simulación anticipan una posibilidad real de efecto Kessler: una reacción en cadena de colisiones que podría inutilizar regiones enteras del espacio terrestre durante siglos. Incluso sin nuevos lanzamientos, los objetos ya existentes seguirían chocando y generando aún más basura.
Un recurso finito en riesgo “El espacio orbital es un recurso limitado y común. Su sostenibilidad exige cooperación global y responsabilidad compartida”, afirma el equipo de la ESA. Bajo su enfoque "Zero Debris", la agencia ha reducido ya el límite de permanencia post-misión de 25 a 5 años para sus misiones, y espera que el resto del mundo siga su ejemplo.