Unamuno y los diputados embusteros
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Encontrar un trabajo al acabar los estudios para poder buscarte la vida ha sido siempre una necesidad para la mayoría de los jóvenes. Muchos optan por buscarlo en las empresas privadas, otros por crear su propia empresa y otros por intentar ser funcionarios aprobando una oposición. Lo cual nunca es fácil, aunque seas un extraordinario estudiante.
Ello le sucedió al propio Miguel de Unamuno que, con 24 años y recién titulado en Madrid al volver a Bilbao intentó por tres veces ser funcionario de la entonces Diputación Provincial de Vizcaya.
Don Miguel necesitaba asegurarse un salario que le permitiera casarse con su novia, Concha Lizárraga, como reconoció en una carta privada:
“Solo deseo ganar con qué traer a mi casa a mi pobre novia. Usted sabe qué duro es ganar dando lecciones privadas, sujeto a un programa y a un método extraños y casi siempre disparatados, dependiendo de cualquier maestro oficial, sin iniciativa, sin gusto. Tengo pendientes oposiciones a griego (al que me dedico mucho) y a metafísica, mientras lleguen veré de vivir para mí y para ella”.
Primero, en 1888, presentó su solicitud para ser profesor interino de Lengua Vascongada en el nuevo Instituto Vizcaíno de Bilbao. No se trataba exactamente de una oposición, sino de un concurso, que parecía comenzar con muy buenos auspicios para él. Según los responsables de la Comisión de Fomento: "Examinadas todas las solicitudes que se han presentado”, entre las que figuraban las de Resurrección María de Azkue y Sabino Arana, “los firmantes no vacilan en asegurar que el aspirante que debe figurar en primer término es el señor don Miguel de Unamuno y Jugo, doctor en la Facultad de Filosofía y Letras y único que posee un titulo profesional de carácter oficial, titulo que supone conocimientos especiales en materias filológicas y literarias”.
Pese a ello las cosas al final se torcieron para Unamuno por cuatro factores: el primero fue su error de haber presentado su solicitud sin incluir documentación complementaria (que no se exigía en la convocatoria) quizás dando por hecho que su apabullante titulación bastaría directamente para ganar el puesto. El segundo fue posiblemente su escrito de 1885 anunciando una previsible, a su juicio, muerte del vascuence, ya que sentaron mal a mucha gente en Vizcaya. El tercero pudo ser el público conocimiento de las estrecheces económicas de la familia de Azkue. El cuarto y quizás decisivo fue la amistad del diputado provincial residente en Lequeitio, Pascual Larrazabal, con esa familia, ya que hizo una fuerte campaña a favor de su paisano.
Unamuno obtuvo solo tres votos frente a cero de Arana y once de Azkue que, pese a no estar aún titulado, además de contar con el apoyo de Larrazabal, presentó su solicitud con unos apuntes sobre la gramática vasca, un cuento en vascuence, un método para aprender el euskera y era euskaldún de nacimiento.
Resurrección María de Azkue, nacido en Lekeitio, sacerdote, filólogo y escritor, desempeñó luego brillantemente su labor en el puesto y fue elegido años más tarde primer presidente de Euskaltzaindia y Académico de la RAE.
Este primer intento fracasado le enseñó a Unamuno que no debía confiar solo en su currículum y debía complementar futuras solicitudes con trabajos y documentos certificando su titulación.
En segundo lugar, también en 1888 Unamuno se presentó, sin éxito otra vez, a las oposiciones a la cátedra de Psicología, Lógica y Ética del Instituto de Bilbao, donde había cursado el Bachillerato, obteniendo la plaza su amigo y brillantísimo compañero Julio Guiard, fallecido prematuramente en 1891. Unamuno siempre reconoció que su victoria fue justa y “en buena lid”.
Su tercer intento surgió tras la muerte en 1889 de Antonio de Trueba, Archivero y Cronista del Señorío. Unamuno pensó que ahora si que había llegado su momento.
La plaza de Trueba tenía además un sueldo de 4.000 pesetas anuales, astronómico para la época. Tanto que llegó a discutirse la conveniencia de suprimir la plaza. Pero prevaleció la tesis del mantenimiento.
Unamuno tenía una tercera oportunidad. Esta vez presentaría al Concurso todos sus méritos y trabajos para que no ocurriese como cuando la provisión de la plaza de profesor interino de Lengua Vascongada.
Tras un largo debate sobre las condiciones de la plaza se decidió por la Comisión exigir el origen vasco navarro de los candidatos y su dominio de la lengua vasca.
Unamuno había estudiado a fondo el vascuence, lo hablaba con corrección y tenía en su casa bilbaína los borradores de un futuro diccionario del euskera que pensaba publicar en colaboración con Práxedes Diego Altuna.
Pero por intereses ajenos a la necesaria titulación del puesto, las cosas empezaron a torcerse. Era un puesto muy bien remunerado para que no aparecieran otros interesados con “protectores”.
El Diputado Don Ramón de la Sota intervino en el último momento para imponer que no fuera imprescindible que el Cronista de Vizcaya elegido hablará vascuence “puesto que los documentos que ha de consultar y revisar para el desempeño de su cometido están escritos en español". Prueba evidente de que tenía en mente otro destinatario de la plaza distinto a Unamuno.
Así llegó la sesión de 25 de junio de 1889, decisiva para el porvenir de Miguel de Unamuno en Vizcaya.
Entraban en liza las solicitudes siguientes:
- JOAQUIN MAZAS Y ORBEGOZO, natural de Bilbao, de 27 años de edad.
Presentaba su Fe de bautismo acompañada de la siguiente explicación de su solicitud:
"El que suscribe alega, en justificación de solicitud, que si algo vale, si valen, sus trabajos literarios, es por lo que tienen de regionales, y añade que este mismo carácter regional de sus escritos le ha obligado a revolver y estudiar buen número de documentos de los archivos vizcaínos".
- DON MIGUEL DE UNAMUNO Y JUGO, natural de Bilbao, de 25 años de edad.
Aportaba a la solicitud apabullante documentación:
1. Fe de bautismo,
2. Certificación académica oficial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central que constan las notas y premios.
3. Certificado sus premios en Lengua Árabe, Lengua hebrea e Historia Crítica de España.
4. Título de Licenciado en Filosofía y Letras, obtenido con Premio Extraordinario.
5. Título de Doctor en la misma Facultad de Filosofía y Letras.
6. Tesis del doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras: "Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca".
7. El tomo primero de la REVISTA DE VIZCAYA, en el cual y en las páginas 259 269 y 295 a 305 se publica un trabajo suyo de índole histórico-filológica acerca de EL ELEMENTO ALIENÍGENA EN EL IDIOMA VASCO y en las páginas 399 a 404 otro titulado ¿VASCO O BASCO? que se tocan distintos puntos de historia.
8. El manuscrito de una conferencia que dio en la Sociedad "El Sitio", el día 3 de enero de 1887, acerca de EL ESPIRITU DE LA RAZA VASCA.
9. Su nombramiento para Jurado de Literatura Vascongada en las Fiestas Euskaras de Guernica.
10. El número 297 (Tomo XIX, año IX) correspondiente al 10 de octubre de 1888 de la Re vista EUSKALERRIA de San Sebastián, en cuya página 299 hay inserto un artículo suyo en vascuence al cual la redacción titula ¡AGUR, ARBOLA BEINDIKATUBE!
11. Los números 319, 320 v 321 (Tomo XX, año X), correspondientes, respectivamente a los días 20 de mayo, 30 de mayo y 10 de junio de 1889. de la Revista EUSKALERRIA. de San Sebastián, en cuyas páginas 424, 456 v 496 se inserta una traducción del alemán acompañada de notas si que ha hecho y está aún en curso de publicación de unos BOCETOS DE UN VIAJE A TRAVES DEL PAIS VASCO, de GUILLERMO DE HUMBOLDT
12. Un recorte de la hoja literaria de EL NOTICIERO BILBAINO, hoja 309, correspondiente al número 3.768. 12 de abril de 1886, en el que se ven dos poesías en vascuence, una de Don Felipe Arrese y Beitia y otra de Don V. Iraola, acompañadas de las traducciones hechas por él.
13. Los números 1.431 v. 1432, correspondientes a los días 4 y 5 de junio de 1889, EL PORVENIR VASCONGADO de esta Villa, en los que aparece un pequeño trabajo suyo titulada COMO SE ESCRIBE Y PARA QUÉ SIRVE LA HISTORIA.
Pero cuando la Comisión de la Diputación Provincial de Vizcaya valoró los méritos de los dos candidatos, sorprendentemente dejó de lado los del joven y brillante doctor, se plegó a un clamoroso “dedazo” y designó para el cargo a Don Joaquín Mazas y Orbegozo un periodista culto, pero claramente inferior en currículum y capacidad a Don Miguel y que únicamente aportaba como mérito su fe de bautismo.
Naturalmente el joven Unamuno, todo carácter, se sintió muy ofendido e indignado por este fracaso injustificado de su candidatura. A los pocos días publicó en “El Noticiero Bilbaíno” una carta titulada “El nombramiento del Cronista”, con un fino sentido del humor muy bilbaíno, que seguramente es lo que peor sentó a los causantes de aquel atropello, gentes poderosas que, como luego veremos, nunca se lo perdonaron.
El artículo no tiene desperdicio: refleja cómo funcionan los chanchullos para enchufar amiguetes, y lo poco que han cambiado huertas cosas en 130 años. Veamos lo más importante que dice (como Anexo se incluye al final el texto completo):
“El nombramiento del Cronista
Quien con chiquillos se acuesta...” Así se ha levantado de este asunto la excelentísima Diputación Provincial
….
Murió en mal hora el inolvidable Trueba, y antes de haber muerto, ya se pensó en darle digna sucesión. Todo el mundo sabe algo de este asuntillo.
….
como todos los aspirantes son vascongados, todos son igualmente aptos para el cargo. Regocijémonos; la mayoría de la Diputación declara que todos los vascongados y navarros, sea cual fuere su condición. oficio y estado, somos cronistas natos.
¡Ah! Lo que querían sin duda es declararse a sí mismos aptos para algo.
Había que sostener esta gracia y sacar adelante a quién presentaba su fe de bautismo. Se reunieron los "conjurados" (¡qué ganas de darse pisto!) comieron, bebieron y se fueron a la brega. Hasta había pendientes apuestas con momio, como habrá en las carreras de Lamiaco. Aquello fue una verdadera corrida; los chicos corridos, rejones en vez de quites, el público coreando suertes. ¡Qué lástima no estar el cronista!
Y se hizo. La Comisión no razonó, sitió la plaza y salió con ella. Buena falta hacia que entraran les sitiadores. Se atropelló todo.
….
¿Querrán decir los señores de la Comisión para qué se decía en el anuncio de la provisión de la plaza que se presentaran con la solicitud los documentos que se tuviera por conveniente? ¿Para arrollarlos en papel higiénico? ¿No es esto burlarse del país? Se anuncia un concurso: se indica que se presenten documentos, у se da la plaza a quien solo presenta su partida de bautismo.
El dignísimo e inteligente Diputado Sr. Aréyzaga propuso lo de los méritos y él, en compañía de los que lo aprobaron, declara a todos igualmente aptos.
Quería darle a la cosa una sombra de legalidad y lo ha conseguido. ¡Qué talento muchacho! Aquí habrá quien vea un chanchullo, pero no es así.
Para juzgar de la mayor o menor aptitud de los aspirantes hay que ver sus solicitudes, estudiarlas y entenderlas. Apenas dudo que sepan leer y las hayan leído; puedo dudar que sepan estudiar, pero entenderlas ¡quiá!
Un dato curioso. Uno de los que aprobaron eso de que todos los vascongados, por el mero hecho de serlo, servimos para cronistas fue el dignísimo y consecuente diputado Sr. Apoita. Este señor, en la sesión del 28 de mayo (Boletín Oficial del 7 de junio) expuso que creía que en "igualdad" de condiciones debe preferirse a quien conozca el vascuence. Como aquí había "igualdad" de condiciones entre los aspirantes, puesto que todos eran vascongados, y por ende cronistas, votó que no debe darse preferencia a ninguno, por lo mismo que algunos, entre ellos el nombrado, no saben vascuence. Así se cumple la palabra, como buen caballero.
….
Hay quien para conseguirlo, saliendo de su olímpico retraimiento, ha hecho a Vizcaya el alto honor de administrarla.
Un amigo mío tiene curiosidad de saber con qué cara ocupará el nombrado su puesto. Pues con la misma con que ocupan el suyo algunos diputados que le creen apto.
…..
Creer que influencias personales, percal, motivos de amistad y vahos de cervecería han hecho el milagro es equivocado, es no ver todo. Suele haber además en muchos casos el prurito jactancioso de hacer una alcaldada y de afirmar asi el país el régimen patriarcal. No aseguro que aquí le haya habido. Una gracia de esas que hacen que uno se frote las manos diciéndose: ¡si valdré yo! ¡Claro! En pandilla.
….
Nunca creímos que Vizcaya viviera exenta de corrupciones, pero lo que le va ganando es el cinismo con que se ostenta en otras partes. Las gentes honradas claman bajo, alguien alza la voz, pero la audacia de los atropelladores crece con la timidez de los atropellados.
….
Más que por justicia, por amistad; más que por amistad, por jactancia, y más que por jactancia, acaso por miedo. Y no suele ser en muchos casos (no en este) el miedo que obra, miedo al país, sino miedo a cualquier volatinero endomingado.
Ya estamos a la altura de Málaga, en pleno absolutismo, Sólo salimos ganando el que todos somos cronistas.
.…
Vamos en serio. Están las ideas morales de tal modo trastrocadas, que de lo que más se tiene vergüenza es de avergonzarse. Se llaman compromisos morales y formales a los más inmorales é informales, y cuestión de honrilla a lo que es de deshonrilla.
….
Guardadas diferencias, ¿qué diríamos de un reo que para atenuar su delito alegara haber dado su palabra de honor de cometerlo.
….
Quien ocupe un cargo público dispone del dinero público, no del suyo, y la voluntad del dueño es que se de en justicia y en conveniencia de todos, que son los que pagan. ¿Qué diferencia hay de quien contra justicia dispone de bienes públicos y quién se apodera de lo ajeno contra la voluntad de su dueño? En castellano hay para esto una palabra dura, aunque tarambién hay un eufemismo, irregularidad.
…..
¿Para qué sirve estudiar? Para perder el tiempo y gozar entre muchas horas de hiel el goce huero de ser alabado alguna vez, acaso por el mismo que en la ocasión nos aporrea.
En cambio, ofrece más pasarse la vida en un trago, malgastarla, divertir a cuatro mentecatos adinerados y enternecerles luego.
….
En la lucha eterna entro la fuerza y la razón, aquella vence a esta muchas veces, esta no vence si no pacta. La justicia casi nunca se cumple, aunque se ordene lo justo; cuando esto sucede, o es que con la justicia hubo influencia o que no la hubo contra ella.
….
Llegan luego los hombres de experiencia y recomiendan calma. ¿Qué de extraño tiene que la primera reacción a una barbarie meditada sea el estallido de hieles comprimidas mucho tiempo?
….
¿Dónde quedaron los tiempos en que hombres ilustres, de arraigadas familias, regían su país con perfecto desinterés? Todo se trasforma, sube el antiguo criado mientras el amo baja, se improvisan fortunas, se encumbran de la nada gentes sin valer ni mérito que escupen la mano que les ayudó a subir, y como las viejas dinastías, parecen degenerar las antiguas familias.
Volviendo al asunto, y para concluir por hoy, nos falta deplorar que no resucite Trueba y nos consuele hablándonos de las costumbres patriarcales de nuestros mayores, de la antigua honradez de este país, de la histórica rectitud de sus gobernantes.
….
MIGUEL DE UNAMUNO”
Debido a este tercer fracaso en sus intentos por ser funcionario de la Diputación Provincial de Vizcaya, Miguel de Unamuno fijó su atención en otros lares y a la postre alcanzó la cátedra de lengua griega en Salamanca, Universidad de la que luego se convirtió en Rector.
Lo que fue una desgracia para Vizcaya y una gran suerte para la ciudad del Tormes pues se llevaba a un hombre de letras de un nivel intelectual superior: un escritor, filósofo y poeta bilbaíno de carácter franco e incorruptible, dispuesto siempre a decir lo que pensaba, que sería por tres veces candidato al Premio Nobel de Literatura, galardón que no obtuvo en 1935 por la oposición y maniobras de la Alemania nazi, quedando desierto el premio por primera vez fuera de años de guerra.
Pero Don Miguel no gustaba a muchas gentes mediocres y acomodaticias que le rodeaban en el Bilbao y la Vizcaya de su tiempo porque hablaba claro. Bien podía haber dicho sobre ellos aquella frase de Romanones tras apalabrar numerosos votos para ser Académico de la RAE y no obtener luego ni uno solo: “¡Joder, qué tropa!”.
Pero los diputados vizcaínos que amañaron la oposición a Cronista de Vizcaya quedaron muy cabreados por la carta de Unamuno contando lo sucedido pues les dejaba muy mal, e intentaron crear una historia posterior que reflejara que Unamuno estaba avergonzado de su escrito y les tenía miedo a ellos, gentes de prosapia reconocida. Y difundieron un bulo que se recoge por escrito años más tarde.
Así, el periódico “El Día” de San Sebastián del 17 de noviembre de 1931 recoge un artículo de José de Aritzimuño Olaso, “Aitzol”, clérigo, periodista y escritor que bajo el título “TRIPTICO EUSKERALÓGICO: Los intelectuales vascos o los profetas de mal agüero: LA MUERTE DEL EUSKERA” cuenta la historia de la tercera oposición de Unamuno en Vizcaya y recoge la falsa historia que difunden quienes amañaron la oposición:
“…Al año siguiente, la misma Diputación vizcaína elegía, por diez votos contra cuatro, Archivero y Cronista de Vizcaya a D. Joaquín Mazas. También, en esta ocasión, resultó derrotado el señor Unamuno.”
“Estas dos sucesivas humillaciones hirieron, hasta lo más profundo, el alma altiva y orgullosa de Unamuno. Se rebeló. Fruto de su rebeldía fue el artículo que, a los pocos días de su última derrota, escribía en el "Noticiero Bilbaíno. De su título se infiere el despecho, con que fue escrito "El que con chiquillos se acuesta..."
“Diéronse por molestados, y con sobrada razón tres de los diputados: los señores Arizaga, Sota y López de la Calle. Suponiendo que el autor del artículo, como medida prudencial decidiera, ausentarse de Bilbo, dirigiéronse los diputados a la Estación del Norte. Tras no pequeñas pesquisas dieron con el señor Unamuno. El pobre se escondía acurrucado debajo de un banco del vagón. Y allí lo hallaron tímido y medroso. Se reveló todo un hombre.”
“Al poco tiempo abandonó el cultivo individual del idioma vasco. Eso nos lo da a entender, claramente, la ausencia espiritual que, desde entonces, le apartó de toda actividad euskaldun.”
Es patético pretender que un trio de diputados vizcaínos, abochornados tras la publicación del artículo de Unamuno por la notoriedad del dedazo que habían dado para beneficiar a un amigo, se atrevieran a buscarle amenazantes para pedirle cuentas y le obligaran a esconderse “tímido y medroso” bajo el asiento de un vagón de tren.
Como escribió el propio Don Miguel, “la cobardía es la madre de los embustes”. Y Aitzol, que era sacerdote, nos confiesa quienes amañaron la oposición y fueron los embusteros: “los señores Arizaga, Sota y López de la Calle”.
Arturo Ignacio Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 – 2019
ANEXOS
A / Referencias
1.-El Noticiero Bilbaíno, 27 de junio de 1889
EL NOMBRAMIENTO DE CRONISTA, Miguel de Unamuno.
2.- Revista Euzkadi tomo II, 1901 páginas 343 a 348.;”Los juegos florales de Bilbao”, Sabino Arana.
3.- El Día, 17 de noviembre 1931
TRIPTICO EUSKERALOGICO, “Los intelectuales vascos o los profetas de mal agüero: LA MUERTE DEL EUSKERA” por J. AITZOL.
B/ Texto completo de la carta de Unamuno:
“El nombramiento del Cronista
Quien con chiquillos se acuesta...” Así se ha levantado de este asunto la excelentísima Diputación Provincial.
Venga historia, y sea esta la primera en que luzca una revista el nuevo cronista.
Murió en mal hora el inolvidable Trueba, y antes de haber muerto, ya se pensó en darle digna sucesión. Todo el mundo sabe algo de este asuntillo. Por fin salió a luz bajo la forma de aquel lamoso informe de la Comisión de Fomento para proponer libérrimamente al sucesor de Trueba. La cosa no anduvo bien; faltó valor, y el dignísimo e inteligente diputado Sr. Aréyzaga propuso una enmienda en que se decía que la Comisión propondría en plazo breve quien reuniera "más méritos y mejores condiciones". Se acordó el zurcido, y los señores de la Comisión, como buenos caballeros, han cumplido la palabra dada al país, porque se precian de cumplirla.
La han cumplido saliendo conque, como todos los aspirantes son vascongados, todos son igualmente aptos para el cargo. Regocijémonos; la mayoría de la Diputación declara que todos los vascongados y navarros, sea cual fuere su condición. oficio y estado, somos cronistas natos.
¡Ah! Lo que querían sin duda es declararse a sí mismos aptos para algo.
Había que sostener esta gracia y sacar adelante a quién presentaba su fe de bautismo. Se reunieron los "conjurados" (¡qué ganas de darse pisto!) comieron, bebieron y se fueron a la brega. Hasta había pendientes apuestas con momio, como habrá en las carreras de Lamiaco. Aquello fue una verdadera corrida; los chicos corridos, rejones en vez de quites, el público coreando suertes. ¡Qué lástima no estar el cronista!
Y se hizo. La Comisión no razonó, sitió la plaza y salió con ella. Buena falta hacia que entraran les sitiadores. Se atropelló todo. Esta es la historia. Ahora detalles.
¿Querrán decir los señores de la Comisión para qué se decía en el anuncio de la provisión de la plaza que se presentaran con la solicitud los documentos que se tuviera por conveniente? ¿Para arrollarlos en papel higiénico? ¿No es esto burlarse del país? Se anuncia un concurso: se indica que se presenten documentos, у se da la plaza a quien solo presenta su partida de bautismo.
El dignísimo e inteligente Diputado Sr. Aréyzaga propuso lo de los méritos y él, en compañía de los que lo aprobaron, declara a todos igualmente aptos.
Quería darle a la cosa una sombra de legalidad y lo ha conseguido. ¡Qué talento muchacho! Aquí habrá quien vea un chanchullo, pero no es así.
Para juzgar de la mayor o menor aptitud de los aspirantes hay que ver sus solicitudes, estudiarlas y entenderlas. Apenas dudo que sepan leer y las hayan leído; puedo dudar que sepan estudiar, pero entenderlas ¡quia! Cuando llegue a informe algo referente a la flamante cría caballar vizcaína, acaso habrá quién abra la boca y parezca que piensa, ¿pero en esto? Hace falta más que un dedito de sentido común (quién lo tenga), saber leer medianamente y escribir rematadamente mal.
Un dato curioso. Uno de los que aprobaron eso de que todos los vascongados, por el mero hecho de serlo, servimos para cronistas fue el dignísimo y consecuente diputado Sr. Apoita. Este señor, en la sesión del 28 de mayo (Boletín Oficial del 7 de junio) expuso que creía que en "igualdad" de condiciones debe preferirse a quien conozca el vascuence. Como aquí había "igualdad" de condiciones entre los aspirantes, puesto que todos eran vascongados, y por ende cronistas, votó que no debe darse preferencia a ninguno, por lo mismo que algunos, entre ellos el nombrado, no saben vascuence. Así se cumple la palabra, como buen caballero.
Ellos habrán dicho, como cualquier muchacho de siete años que pasa con un puro en la boca: si no damos una que sea sonada ¿quién hablará de nosotros? Hay que llamar la atención pública. Es después de todo un sentimiento curioso.
Hay quien, para conseguirlo, saliendo de su olímpico retraimiento, ha hecho a Vizcaya el alto honor de administrarla.
Un amigo mío tiene curiosidad de saber con qué cara ocupará el nombrado su puesto. Pues con la misma con que ocupan el suyo algunos diputados que le creen apto.
Basta de historia. Es esta tan chusca, que se presta a comentarios serios, unos sobre el borrón que ha caído en este país, y otros sobre las incorregibles picardías del mundo. Y va de cuento.
Creer que influencias personales, percal, motivos de amistad y vahos de cervecería han hecho el milagro es equivocado, es no ver todo. Suele haber además en muchos casos el prurito jactancioso de hacer una alcaldada y de afirmar así el país el régimen patriarcal. No aseguro que aquí le haya habido. Una gracia de esas que hacen que uno se frote las manos diciéndose: ¡si valdré yo! ¡Claro! En pandilla.
¡Qué líos, pero qué líos! Los padres que dejan jugar a los niños con objetos de valor tienen la culpa si los rompen.
Nunca creímos que Vizcaya viviera exenta de corrupciones, pero lo que le va ganando es el cinismo con que se ostenta en otras partes. Las gentes honradas claman bajo, alguien alza la voz, pero la audacia de los atropelladores crece con la timidez de los atropellados. Una cuestión. ¿Acaso la desaparición de la hipocresía no es después de todo una mala señal? Puede ser la señal de que ni el bien parecer hace falta.
Más que por justicia, por amistad; más que por amistad, por jactancia, y más que por jactancia, acaso por miedo. Y no suele ser en muchos casos (no en este) el miedo que obra, miedo al país, sino miedo a cualquier volatinero endomingado.
Ya estamos a la altura de Málaga, en pleno absolutismo, Sólo salimos ganando el que todos somos cronistas.
De estas consideraciones que sugieren el ver lo que ha pasado, aunque todas no puedan referirse al caso, salgamos da una vez a otras más amplias reflexiones. Olvidemos por un momento este asunto enojoso, y no sobre el, sino con ocasión de el, por el hilo de una mera asociación de ideas, reflexionemos en general, sin referirnos a caso concreto, y menos a este, sobre la miseria del bizantinismo.
Vamos en serio. Están las ideas morales de tal modo trastrocadas, que de lo que más se tiene vergüenza es de avergonzarse. Se llaman compromisos morales y formales a los más inmorales é informales, y cuestión de honrilla á lo que es de deshonrilla.
Se dice: di mi palabra de caballero.
Un caballero, si no es de industria, no da nunca palabra de cometer arbitrariedades inicuas; y si la da, la retira.
Guardadas diferencias, ¿qué diríamos de un reo que para atenuar su delito alegara haber dado su palabra de honor de cometerlo.
Tengo yo un amigo que cuando se entusiasma en los toros echa a la plaza el sombrero del vecino. ¡Qué fácil es mostrarse generoso dando una limosna con dinero ajeno! Aquí de los chicos desprendidos y ricos.
Quien ocupe un cargo público dispone del dinero público, no del suyo, y la voluntad del dueño es que se de en justicia y en conveniencia de todos, que son los que pagan. ¿Qué diferencia hay de quien contra justicia dispone de bienes públicos y quién se apodera de lo ajeno contra la voluntad de su dueño? En castellano hay para esto una palabra dura, aunque tarambién hay un eufemismo, irregularidad.
Se alega a las veces la caridad, se convierten las oficinas públicas en asilo do mendigos, ¡pobre del manco que no exponga su muñón a la piedad de los transeúntes!
¿Para qué sirve estudiar? Para perder el tiempo y gozar entre muchas horas de hiel el goce huero de ser alabado alguna vez, acaso por el mismo que en la ocasión nos aporrea.
En cambio, ofrece más pasarse la vida en un trago, malgastarla, divertir a cuatro mentecatos adinerados y enternecerles luego.
Los amigos se dice que son para cuando no se tiene razón. Y para cuando se tiene. En la lucha eterna entro la fuerza y la razón, aquella vence a esta muchas veces, esta no vence si no pacta. La justicia casi nunca se cumple, aunque se ordeno lo justo; cuando esto sucede, o es que con la justicia hubo influencia o que no la hubo contra ella.
A todo esto de nada sirve protestar en la lucha por la vida. Hay una contestación que, aunque en vocablo que no se puede estampar aquí, equivale à este: ¡fastidiarse! No ya el decirle solo el pensarle es de rufianes.
Llegan luego los hombres de experiencia y recomiendan calma. ¿Qué de extraño tiene que la primera reacción à una barbarie meditada sea el estallido de hieles comprimidas mucho tiempo?
Sobre todo apena ver en nuestra sociedad que, al paso que van las cosas, será preciso para regir ser momo, maniquí que baile según le tiran de los hilos.
¿Dónde quedaron los tiempos en que hombres ilustres, de arraigadas familias, regían su país con perfecto desinterés? Todo se trasforma, sube el antiguo criado mientras el amo baja, se improvisan fortunas, se encumbran de la nada gentes sin valer ni mérito que escupen la mano que les ayudó a subir, y como las viejas dinastías, parecen degenerar las antiguas familias.
Volviendo al asunto, y para concluir por hoy, nos falta deplorar que no resucite Trueba y nos consuele hablándonos de las costumbres patriarcales de nuestros mayores, de la antigua honradez de este país, de la histórica rectitud de sus gobernantes.
Con el extracto de la sesión de ayer a la vista volveremos a divertir al público narrándole el heroico valor con que en cuadrilla atacaron y no con razones, los más a los menos.
A estos para terminar, a los que defendieron el derecho, debemos felicitar y extender esta felicitación à quienes por su ausencia no tuvieron arte ni parte en el asunto.
MIGUEL DE UNAMUNO”
Encontrar un trabajo al acabar los estudios para poder buscarte la vida ha sido siempre una necesidad para la mayoría de los jóvenes. Muchos optan por buscarlo en las empresas privadas, otros por crear su propia empresa y otros por intentar ser funcionarios aprobando una oposición. Lo cual nunca es fácil, aunque seas un extraordinario estudiante.
Ello le sucedió al propio Miguel de Unamuno que, con 24 años y recién titulado en Madrid al volver a Bilbao intentó por tres veces ser funcionario de la entonces Diputación Provincial de Vizcaya.
Don Miguel necesitaba asegurarse un salario que le permitiera casarse con su novia, Concha Lizárraga, como reconoció en una carta privada:
“Solo deseo ganar con qué traer a mi casa a mi pobre novia. Usted sabe qué duro es ganar dando lecciones privadas, sujeto a un programa y a un método extraños y casi siempre disparatados, dependiendo de cualquier maestro oficial, sin iniciativa, sin gusto. Tengo pendientes oposiciones a griego (al que me dedico mucho) y a metafísica, mientras lleguen veré de vivir para mí y para ella”.
Primero, en 1888, presentó su solicitud para ser profesor interino de Lengua Vascongada en el nuevo Instituto Vizcaíno de Bilbao. No se trataba exactamente de una oposición, sino de un concurso, que parecía comenzar con muy buenos auspicios para él. Según los responsables de la Comisión de Fomento: "Examinadas todas las solicitudes que se han presentado”, entre las que figuraban las de Resurrección María de Azkue y Sabino Arana, “los firmantes no vacilan en asegurar que el aspirante que debe figurar en primer término es el señor don Miguel de Unamuno y Jugo, doctor en la Facultad de Filosofía y Letras y único que posee un titulo profesional de carácter oficial, titulo que supone conocimientos especiales en materias filológicas y literarias”.
Pese a ello las cosas al final se torcieron para Unamuno por cuatro factores: el primero fue su error de haber presentado su solicitud sin incluir documentación complementaria (que no se exigía en la convocatoria) quizás dando por hecho que su apabullante titulación bastaría directamente para ganar el puesto. El segundo fue posiblemente su escrito de 1885 anunciando una previsible, a su juicio, muerte del vascuence, ya que sentaron mal a mucha gente en Vizcaya. El tercero pudo ser el público conocimiento de las estrecheces económicas de la familia de Azkue. El cuarto y quizás decisivo fue la amistad del diputado provincial residente en Lequeitio, Pascual Larrazabal, con esa familia, ya que hizo una fuerte campaña a favor de su paisano.
Unamuno obtuvo solo tres votos frente a cero de Arana y once de Azkue que, pese a no estar aún titulado, además de contar con el apoyo de Larrazabal, presentó su solicitud con unos apuntes sobre la gramática vasca, un cuento en vascuence, un método para aprender el euskera y era euskaldún de nacimiento.
Resurrección María de Azkue, nacido en Lekeitio, sacerdote, filólogo y escritor, desempeñó luego brillantemente su labor en el puesto y fue elegido años más tarde primer presidente de Euskaltzaindia y Académico de la RAE.
Este primer intento fracasado le enseñó a Unamuno que no debía confiar solo en su currículum y debía complementar futuras solicitudes con trabajos y documentos certificando su titulación.
En segundo lugar, también en 1888 Unamuno se presentó, sin éxito otra vez, a las oposiciones a la cátedra de Psicología, Lógica y Ética del Instituto de Bilbao, donde había cursado el Bachillerato, obteniendo la plaza su amigo y brillantísimo compañero Julio Guiard, fallecido prematuramente en 1891. Unamuno siempre reconoció que su victoria fue justa y “en buena lid”.
Su tercer intento surgió tras la muerte en 1889 de Antonio de Trueba, Archivero y Cronista del Señorío. Unamuno pensó que ahora si que había llegado su momento.
La plaza de Trueba tenía además un sueldo de 4.000 pesetas anuales, astronómico para la época. Tanto que llegó a discutirse la conveniencia de suprimir la plaza. Pero prevaleció la tesis del mantenimiento.
Unamuno tenía una tercera oportunidad. Esta vez presentaría al Concurso todos sus méritos y trabajos para que no ocurriese como cuando la provisión de la plaza de profesor interino de Lengua Vascongada.
Tras un largo debate sobre las condiciones de la plaza se decidió por la Comisión exigir el origen vasco navarro de los candidatos y su dominio de la lengua vasca.
Unamuno había estudiado a fondo el vascuence, lo hablaba con corrección y tenía en su casa bilbaína los borradores de un futuro diccionario del euskera que pensaba publicar en colaboración con Práxedes Diego Altuna.
Pero por intereses ajenos a la necesaria titulación del puesto, las cosas empezaron a torcerse. Era un puesto muy bien remunerado para que no aparecieran otros interesados con “protectores”.
El Diputado Don Ramón de la Sota intervino en el último momento para imponer que no fuera imprescindible que el Cronista de Vizcaya elegido hablará vascuence “puesto que los documentos que ha de consultar y revisar para el desempeño de su cometido están escritos en español". Prueba evidente de que tenía en mente otro destinatario de la plaza distinto a Unamuno.
Así llegó la sesión de 25 de junio de 1889, decisiva para el porvenir de Miguel de Unamuno en Vizcaya.
Entraban en liza las solicitudes siguientes:
- JOAQUIN MAZAS Y ORBEGOZO, natural de Bilbao, de 27 años de edad.
Presentaba su Fe de bautismo acompañada de la siguiente explicación de su solicitud:
"El que suscribe alega, en justificación de solicitud, que si algo vale, si valen, sus trabajos literarios, es por lo que tienen de regionales, y añade que este mismo carácter regional de sus escritos le ha obligado a revolver y estudiar buen número de documentos de los archivos vizcaínos".
- DON MIGUEL DE UNAMUNO Y JUGO, natural de Bilbao, de 25 años de edad.
Aportaba a la solicitud apabullante documentación:
1. Fe de bautismo,
2. Certificación académica oficial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central que constan las notas y premios.
3. Certificado sus premios en Lengua Árabe, Lengua hebrea e Historia Crítica de España.
4. Título de Licenciado en Filosofía y Letras, obtenido con Premio Extraordinario.
5. Título de Doctor en la misma Facultad de Filosofía y Letras.
6. Tesis del doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras: "Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca".
7. El tomo primero de la REVISTA DE VIZCAYA, en el cual y en las páginas 259 269 y 295 a 305 se publica un trabajo suyo de índole histórico-filológica acerca de EL ELEMENTO ALIENÍGENA EN EL IDIOMA VASCO y en las páginas 399 a 404 otro titulado ¿VASCO O BASCO? que se tocan distintos puntos de historia.
8. El manuscrito de una conferencia que dio en la Sociedad "El Sitio", el día 3 de enero de 1887, acerca de EL ESPIRITU DE LA RAZA VASCA.
9. Su nombramiento para Jurado de Literatura Vascongada en las Fiestas Euskaras de Guernica.
10. El número 297 (Tomo XIX, año IX) correspondiente al 10 de octubre de 1888 de la Re vista EUSKALERRIA de San Sebastián, en cuya página 299 hay inserto un artículo suyo en vascuence al cual la redacción titula ¡AGUR, ARBOLA BEINDIKATUBE!
11. Los números 319, 320 v 321 (Tomo XX, año X), correspondientes, respectivamente a los días 20 de mayo, 30 de mayo y 10 de junio de 1889. de la Revista EUSKALERRIA. de San Sebastián, en cuyas páginas 424, 456 v 496 se inserta una traducción del alemán acompañada de notas si que ha hecho y está aún en curso de publicación de unos BOCETOS DE UN VIAJE A TRAVES DEL PAIS VASCO, de GUILLERMO DE HUMBOLDT
12. Un recorte de la hoja literaria de EL NOTICIERO BILBAINO, hoja 309, correspondiente al número 3.768. 12 de abril de 1886, en el que se ven dos poesías en vascuence, una de Don Felipe Arrese y Beitia y otra de Don V. Iraola, acompañadas de las traducciones hechas por él.
13. Los números 1.431 v. 1432, correspondientes a los días 4 y 5 de junio de 1889, EL PORVENIR VASCONGADO de esta Villa, en los que aparece un pequeño trabajo suyo titulada COMO SE ESCRIBE Y PARA QUÉ SIRVE LA HISTORIA.
Pero cuando la Comisión de la Diputación Provincial de Vizcaya valoró los méritos de los dos candidatos, sorprendentemente dejó de lado los del joven y brillante doctor, se plegó a un clamoroso “dedazo” y designó para el cargo a Don Joaquín Mazas y Orbegozo un periodista culto, pero claramente inferior en currículum y capacidad a Don Miguel y que únicamente aportaba como mérito su fe de bautismo.
Naturalmente el joven Unamuno, todo carácter, se sintió muy ofendido e indignado por este fracaso injustificado de su candidatura. A los pocos días publicó en “El Noticiero Bilbaíno” una carta titulada “El nombramiento del Cronista”, con un fino sentido del humor muy bilbaíno, que seguramente es lo que peor sentó a los causantes de aquel atropello, gentes poderosas que, como luego veremos, nunca se lo perdonaron.
El artículo no tiene desperdicio: refleja cómo funcionan los chanchullos para enchufar amiguetes, y lo poco que han cambiado huertas cosas en 130 años. Veamos lo más importante que dice (como Anexo se incluye al final el texto completo):
“El nombramiento del Cronista
Quien con chiquillos se acuesta...” Así se ha levantado de este asunto la excelentísima Diputación Provincial
….
Murió en mal hora el inolvidable Trueba, y antes de haber muerto, ya se pensó en darle digna sucesión. Todo el mundo sabe algo de este asuntillo.
….
como todos los aspirantes son vascongados, todos son igualmente aptos para el cargo. Regocijémonos; la mayoría de la Diputación declara que todos los vascongados y navarros, sea cual fuere su condición. oficio y estado, somos cronistas natos.
¡Ah! Lo que querían sin duda es declararse a sí mismos aptos para algo.
Había que sostener esta gracia y sacar adelante a quién presentaba su fe de bautismo. Se reunieron los "conjurados" (¡qué ganas de darse pisto!) comieron, bebieron y se fueron a la brega. Hasta había pendientes apuestas con momio, como habrá en las carreras de Lamiaco. Aquello fue una verdadera corrida; los chicos corridos, rejones en vez de quites, el público coreando suertes. ¡Qué lástima no estar el cronista!
Y se hizo. La Comisión no razonó, sitió la plaza y salió con ella. Buena falta hacia que entraran les sitiadores. Se atropelló todo.
….
¿Querrán decir los señores de la Comisión para qué se decía en el anuncio de la provisión de la plaza que se presentaran con la solicitud los documentos que se tuviera por conveniente? ¿Para arrollarlos en papel higiénico? ¿No es esto burlarse del país? Se anuncia un concurso: se indica que se presenten documentos, у se da la plaza a quien solo presenta su partida de bautismo.
El dignísimo e inteligente Diputado Sr. Aréyzaga propuso lo de los méritos y él, en compañía de los que lo aprobaron, declara a todos igualmente aptos.
Quería darle a la cosa una sombra de legalidad y lo ha conseguido. ¡Qué talento muchacho! Aquí habrá quien vea un chanchullo, pero no es así.
Para juzgar de la mayor o menor aptitud de los aspirantes hay que ver sus solicitudes, estudiarlas y entenderlas. Apenas dudo que sepan leer y las hayan leído; puedo dudar que sepan estudiar, pero entenderlas ¡quiá!
Un dato curioso. Uno de los que aprobaron eso de que todos los vascongados, por el mero hecho de serlo, servimos para cronistas fue el dignísimo y consecuente diputado Sr. Apoita. Este señor, en la sesión del 28 de mayo (Boletín Oficial del 7 de junio) expuso que creía que en "igualdad" de condiciones debe preferirse a quien conozca el vascuence. Como aquí había "igualdad" de condiciones entre los aspirantes, puesto que todos eran vascongados, y por ende cronistas, votó que no debe darse preferencia a ninguno, por lo mismo que algunos, entre ellos el nombrado, no saben vascuence. Así se cumple la palabra, como buen caballero.
….
Hay quien para conseguirlo, saliendo de su olímpico retraimiento, ha hecho a Vizcaya el alto honor de administrarla.
Un amigo mío tiene curiosidad de saber con qué cara ocupará el nombrado su puesto. Pues con la misma con que ocupan el suyo algunos diputados que le creen apto.
…..
Creer que influencias personales, percal, motivos de amistad y vahos de cervecería han hecho el milagro es equivocado, es no ver todo. Suele haber además en muchos casos el prurito jactancioso de hacer una alcaldada y de afirmar asi el país el régimen patriarcal. No aseguro que aquí le haya habido. Una gracia de esas que hacen que uno se frote las manos diciéndose: ¡si valdré yo! ¡Claro! En pandilla.
….
Nunca creímos que Vizcaya viviera exenta de corrupciones, pero lo que le va ganando es el cinismo con que se ostenta en otras partes. Las gentes honradas claman bajo, alguien alza la voz, pero la audacia de los atropelladores crece con la timidez de los atropellados.
….
Más que por justicia, por amistad; más que por amistad, por jactancia, y más que por jactancia, acaso por miedo. Y no suele ser en muchos casos (no en este) el miedo que obra, miedo al país, sino miedo a cualquier volatinero endomingado.
Ya estamos a la altura de Málaga, en pleno absolutismo, Sólo salimos ganando el que todos somos cronistas.
.…
Vamos en serio. Están las ideas morales de tal modo trastrocadas, que de lo que más se tiene vergüenza es de avergonzarse. Se llaman compromisos morales y formales a los más inmorales é informales, y cuestión de honrilla a lo que es de deshonrilla.
….
Guardadas diferencias, ¿qué diríamos de un reo que para atenuar su delito alegara haber dado su palabra de honor de cometerlo.
….
Quien ocupe un cargo público dispone del dinero público, no del suyo, y la voluntad del dueño es que se de en justicia y en conveniencia de todos, que son los que pagan. ¿Qué diferencia hay de quien contra justicia dispone de bienes públicos y quién se apodera de lo ajeno contra la voluntad de su dueño? En castellano hay para esto una palabra dura, aunque tarambién hay un eufemismo, irregularidad.
…..
¿Para qué sirve estudiar? Para perder el tiempo y gozar entre muchas horas de hiel el goce huero de ser alabado alguna vez, acaso por el mismo que en la ocasión nos aporrea.
En cambio, ofrece más pasarse la vida en un trago, malgastarla, divertir a cuatro mentecatos adinerados y enternecerles luego.
….
En la lucha eterna entro la fuerza y la razón, aquella vence a esta muchas veces, esta no vence si no pacta. La justicia casi nunca se cumple, aunque se ordene lo justo; cuando esto sucede, o es que con la justicia hubo influencia o que no la hubo contra ella.
….
Llegan luego los hombres de experiencia y recomiendan calma. ¿Qué de extraño tiene que la primera reacción a una barbarie meditada sea el estallido de hieles comprimidas mucho tiempo?
….
¿Dónde quedaron los tiempos en que hombres ilustres, de arraigadas familias, regían su país con perfecto desinterés? Todo se trasforma, sube el antiguo criado mientras el amo baja, se improvisan fortunas, se encumbran de la nada gentes sin valer ni mérito que escupen la mano que les ayudó a subir, y como las viejas dinastías, parecen degenerar las antiguas familias.
Volviendo al asunto, y para concluir por hoy, nos falta deplorar que no resucite Trueba y nos consuele hablándonos de las costumbres patriarcales de nuestros mayores, de la antigua honradez de este país, de la histórica rectitud de sus gobernantes.
….
MIGUEL DE UNAMUNO”
Debido a este tercer fracaso en sus intentos por ser funcionario de la Diputación Provincial de Vizcaya, Miguel de Unamuno fijó su atención en otros lares y a la postre alcanzó la cátedra de lengua griega en Salamanca, Universidad de la que luego se convirtió en Rector.
Lo que fue una desgracia para Vizcaya y una gran suerte para la ciudad del Tormes pues se llevaba a un hombre de letras de un nivel intelectual superior: un escritor, filósofo y poeta bilbaíno de carácter franco e incorruptible, dispuesto siempre a decir lo que pensaba, que sería por tres veces candidato al Premio Nobel de Literatura, galardón que no obtuvo en 1935 por la oposición y maniobras de la Alemania nazi, quedando desierto el premio por primera vez fuera de años de guerra.
Pero Don Miguel no gustaba a muchas gentes mediocres y acomodaticias que le rodeaban en el Bilbao y la Vizcaya de su tiempo porque hablaba claro. Bien podía haber dicho sobre ellos aquella frase de Romanones tras apalabrar numerosos votos para ser Académico de la RAE y no obtener luego ni uno solo: “¡Joder, qué tropa!”.
Pero los diputados vizcaínos que amañaron la oposición a Cronista de Vizcaya quedaron muy cabreados por la carta de Unamuno contando lo sucedido pues les dejaba muy mal, e intentaron crear una historia posterior que reflejara que Unamuno estaba avergonzado de su escrito y les tenía miedo a ellos, gentes de prosapia reconocida. Y difundieron un bulo que se recoge por escrito años más tarde.
Así, el periódico “El Día” de San Sebastián del 17 de noviembre de 1931 recoge un artículo de José de Aritzimuño Olaso, “Aitzol”, clérigo, periodista y escritor que bajo el título “TRIPTICO EUSKERALÓGICO: Los intelectuales vascos o los profetas de mal agüero: LA MUERTE DEL EUSKERA” cuenta la historia de la tercera oposición de Unamuno en Vizcaya y recoge la falsa historia que difunden quienes amañaron la oposición:
“…Al año siguiente, la misma Diputación vizcaína elegía, por diez votos contra cuatro, Archivero y Cronista de Vizcaya a D. Joaquín Mazas. También, en esta ocasión, resultó derrotado el señor Unamuno.”
“Estas dos sucesivas humillaciones hirieron, hasta lo más profundo, el alma altiva y orgullosa de Unamuno. Se rebeló. Fruto de su rebeldía fue el artículo que, a los pocos días de su última derrota, escribía en el "Noticiero Bilbaíno. De su título se infiere el despecho, con que fue escrito "El que con chiquillos se acuesta..."
“Diéronse por molestados, y con sobrada razón tres de los diputados: los señores Arizaga, Sota y López de la Calle. Suponiendo que el autor del artículo, como medida prudencial decidiera, ausentarse de Bilbo, dirigiéronse los diputados a la Estación del Norte. Tras no pequeñas pesquisas dieron con el señor Unamuno. El pobre se escondía acurrucado debajo de un banco del vagón. Y allí lo hallaron tímido y medroso. Se reveló todo un hombre.”
“Al poco tiempo abandonó el cultivo individual del idioma vasco. Eso nos lo da a entender, claramente, la ausencia espiritual que, desde entonces, le apartó de toda actividad euskaldun.”
Es patético pretender que un trio de diputados vizcaínos, abochornados tras la publicación del artículo de Unamuno por la notoriedad del dedazo que habían dado para beneficiar a un amigo, se atrevieran a buscarle amenazantes para pedirle cuentas y le obligaran a esconderse “tímido y medroso” bajo el asiento de un vagón de tren.
Como escribió el propio Don Miguel, “la cobardía es la madre de los embustes”. Y Aitzol, que era sacerdote, nos confiesa quienes amañaron la oposición y fueron los embusteros: “los señores Arizaga, Sota y López de la Calle”.
Arturo Ignacio Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 – 2019
ANEXOS
A / Referencias
1.-El Noticiero Bilbaíno, 27 de junio de 1889
EL NOMBRAMIENTO DE CRONISTA, Miguel de Unamuno.
2.- Revista Euzkadi tomo II, 1901 páginas 343 a 348.;”Los juegos florales de Bilbao”, Sabino Arana.
3.- El Día, 17 de noviembre 1931
TRIPTICO EUSKERALOGICO, “Los intelectuales vascos o los profetas de mal agüero: LA MUERTE DEL EUSKERA” por J. AITZOL.
B/ Texto completo de la carta de Unamuno:
“El nombramiento del Cronista
Quien con chiquillos se acuesta...” Así se ha levantado de este asunto la excelentísima Diputación Provincial.
Venga historia, y sea esta la primera en que luzca una revista el nuevo cronista.
Murió en mal hora el inolvidable Trueba, y antes de haber muerto, ya se pensó en darle digna sucesión. Todo el mundo sabe algo de este asuntillo. Por fin salió a luz bajo la forma de aquel lamoso informe de la Comisión de Fomento para proponer libérrimamente al sucesor de Trueba. La cosa no anduvo bien; faltó valor, y el dignísimo e inteligente diputado Sr. Aréyzaga propuso una enmienda en que se decía que la Comisión propondría en plazo breve quien reuniera "más méritos y mejores condiciones". Se acordó el zurcido, y los señores de la Comisión, como buenos caballeros, han cumplido la palabra dada al país, porque se precian de cumplirla.
La han cumplido saliendo conque, como todos los aspirantes son vascongados, todos son igualmente aptos para el cargo. Regocijémonos; la mayoría de la Diputación declara que todos los vascongados y navarros, sea cual fuere su condición. oficio y estado, somos cronistas natos.
¡Ah! Lo que querían sin duda es declararse a sí mismos aptos para algo.
Había que sostener esta gracia y sacar adelante a quién presentaba su fe de bautismo. Se reunieron los "conjurados" (¡qué ganas de darse pisto!) comieron, bebieron y se fueron a la brega. Hasta había pendientes apuestas con momio, como habrá en las carreras de Lamiaco. Aquello fue una verdadera corrida; los chicos corridos, rejones en vez de quites, el público coreando suertes. ¡Qué lástima no estar el cronista!
Y se hizo. La Comisión no razonó, sitió la plaza y salió con ella. Buena falta hacia que entraran les sitiadores. Se atropelló todo. Esta es la historia. Ahora detalles.
¿Querrán decir los señores de la Comisión para qué se decía en el anuncio de la provisión de la plaza que se presentaran con la solicitud los documentos que se tuviera por conveniente? ¿Para arrollarlos en papel higiénico? ¿No es esto burlarse del país? Se anuncia un concurso: se indica que se presenten documentos, у se da la plaza a quien solo presenta su partida de bautismo.
El dignísimo e inteligente Diputado Sr. Aréyzaga propuso lo de los méritos y él, en compañía de los que lo aprobaron, declara a todos igualmente aptos.
Quería darle a la cosa una sombra de legalidad y lo ha conseguido. ¡Qué talento muchacho! Aquí habrá quien vea un chanchullo, pero no es así.
Para juzgar de la mayor o menor aptitud de los aspirantes hay que ver sus solicitudes, estudiarlas y entenderlas. Apenas dudo que sepan leer y las hayan leído; puedo dudar que sepan estudiar, pero entenderlas ¡quia! Cuando llegue a informe algo referente a la flamante cría caballar vizcaína, acaso habrá quién abra la boca y parezca que piensa, ¿pero en esto? Hace falta más que un dedito de sentido común (quién lo tenga), saber leer medianamente y escribir rematadamente mal.
Un dato curioso. Uno de los que aprobaron eso de que todos los vascongados, por el mero hecho de serlo, servimos para cronistas fue el dignísimo y consecuente diputado Sr. Apoita. Este señor, en la sesión del 28 de mayo (Boletín Oficial del 7 de junio) expuso que creía que en "igualdad" de condiciones debe preferirse a quien conozca el vascuence. Como aquí había "igualdad" de condiciones entre los aspirantes, puesto que todos eran vascongados, y por ende cronistas, votó que no debe darse preferencia a ninguno, por lo mismo que algunos, entre ellos el nombrado, no saben vascuence. Así se cumple la palabra, como buen caballero.
Ellos habrán dicho, como cualquier muchacho de siete años que pasa con un puro en la boca: si no damos una que sea sonada ¿quién hablará de nosotros? Hay que llamar la atención pública. Es después de todo un sentimiento curioso.
Hay quien, para conseguirlo, saliendo de su olímpico retraimiento, ha hecho a Vizcaya el alto honor de administrarla.
Un amigo mío tiene curiosidad de saber con qué cara ocupará el nombrado su puesto. Pues con la misma con que ocupan el suyo algunos diputados que le creen apto.
Basta de historia. Es esta tan chusca, que se presta a comentarios serios, unos sobre el borrón que ha caído en este país, y otros sobre las incorregibles picardías del mundo. Y va de cuento.
Creer que influencias personales, percal, motivos de amistad y vahos de cervecería han hecho el milagro es equivocado, es no ver todo. Suele haber además en muchos casos el prurito jactancioso de hacer una alcaldada y de afirmar así el país el régimen patriarcal. No aseguro que aquí le haya habido. Una gracia de esas que hacen que uno se frote las manos diciéndose: ¡si valdré yo! ¡Claro! En pandilla.
¡Qué líos, pero qué líos! Los padres que dejan jugar a los niños con objetos de valor tienen la culpa si los rompen.
Nunca creímos que Vizcaya viviera exenta de corrupciones, pero lo que le va ganando es el cinismo con que se ostenta en otras partes. Las gentes honradas claman bajo, alguien alza la voz, pero la audacia de los atropelladores crece con la timidez de los atropellados. Una cuestión. ¿Acaso la desaparición de la hipocresía no es después de todo una mala señal? Puede ser la señal de que ni el bien parecer hace falta.
Más que por justicia, por amistad; más que por amistad, por jactancia, y más que por jactancia, acaso por miedo. Y no suele ser en muchos casos (no en este) el miedo que obra, miedo al país, sino miedo a cualquier volatinero endomingado.
Ya estamos a la altura de Málaga, en pleno absolutismo, Sólo salimos ganando el que todos somos cronistas.
De estas consideraciones que sugieren el ver lo que ha pasado, aunque todas no puedan referirse al caso, salgamos da una vez a otras más amplias reflexiones. Olvidemos por un momento este asunto enojoso, y no sobre el, sino con ocasión de el, por el hilo de una mera asociación de ideas, reflexionemos en general, sin referirnos a caso concreto, y menos a este, sobre la miseria del bizantinismo.
Vamos en serio. Están las ideas morales de tal modo trastrocadas, que de lo que más se tiene vergüenza es de avergonzarse. Se llaman compromisos morales y formales a los más inmorales é informales, y cuestión de honrilla á lo que es de deshonrilla.
Se dice: di mi palabra de caballero.
Un caballero, si no es de industria, no da nunca palabra de cometer arbitrariedades inicuas; y si la da, la retira.
Guardadas diferencias, ¿qué diríamos de un reo que para atenuar su delito alegara haber dado su palabra de honor de cometerlo.
Tengo yo un amigo que cuando se entusiasma en los toros echa a la plaza el sombrero del vecino. ¡Qué fácil es mostrarse generoso dando una limosna con dinero ajeno! Aquí de los chicos desprendidos y ricos.
Quien ocupe un cargo público dispone del dinero público, no del suyo, y la voluntad del dueño es que se de en justicia y en conveniencia de todos, que son los que pagan. ¿Qué diferencia hay de quien contra justicia dispone de bienes públicos y quién se apodera de lo ajeno contra la voluntad de su dueño? En castellano hay para esto una palabra dura, aunque tarambién hay un eufemismo, irregularidad.
Se alega a las veces la caridad, se convierten las oficinas públicas en asilo do mendigos, ¡pobre del manco que no exponga su muñón a la piedad de los transeúntes!
¿Para qué sirve estudiar? Para perder el tiempo y gozar entre muchas horas de hiel el goce huero de ser alabado alguna vez, acaso por el mismo que en la ocasión nos aporrea.
En cambio, ofrece más pasarse la vida en un trago, malgastarla, divertir a cuatro mentecatos adinerados y enternecerles luego.
Los amigos se dice que son para cuando no se tiene razón. Y para cuando se tiene. En la lucha eterna entro la fuerza y la razón, aquella vence a esta muchas veces, esta no vence si no pacta. La justicia casi nunca se cumple, aunque se ordeno lo justo; cuando esto sucede, o es que con la justicia hubo influencia o que no la hubo contra ella.
A todo esto de nada sirve protestar en la lucha por la vida. Hay una contestación que, aunque en vocablo que no se puede estampar aquí, equivale à este: ¡fastidiarse! No ya el decirle solo el pensarle es de rufianes.
Llegan luego los hombres de experiencia y recomiendan calma. ¿Qué de extraño tiene que la primera reacción à una barbarie meditada sea el estallido de hieles comprimidas mucho tiempo?
Sobre todo apena ver en nuestra sociedad que, al paso que van las cosas, será preciso para regir ser momo, maniquí que baile según le tiran de los hilos.
¿Dónde quedaron los tiempos en que hombres ilustres, de arraigadas familias, regían su país con perfecto desinterés? Todo se trasforma, sube el antiguo criado mientras el amo baja, se improvisan fortunas, se encumbran de la nada gentes sin valer ni mérito que escupen la mano que les ayudó a subir, y como las viejas dinastías, parecen degenerar las antiguas familias.
Volviendo al asunto, y para concluir por hoy, nos falta deplorar que no resucite Trueba y nos consuele hablándonos de las costumbres patriarcales de nuestros mayores, de la antigua honradez de este país, de la histórica rectitud de sus gobernantes.
Con el extracto de la sesión de ayer a la vista volveremos a divertir al público narrándole el heroico valor con que en cuadrilla atacaron y no con razones, los más a los menos.
A estos para terminar, a los que defendieron el derecho, debemos felicitar y extender esta felicitación à quienes por su ausencia no tuvieron arte ni parte en el asunto.
MIGUEL DE UNAMUNO”