Aquellas Instituciones Forales Alavesas
Los Derechos Históricos no sólo estaban y están presentes en la Constitución Española y en el Estatuto de Guernica. Se completa el Derecho Foral con la Ley de Territorios Históricos. Por eso y aunque algunos no lo sepan, Euskadi tienen divididas las competencias como región o comunidad autónoma entre cuatro Gobiernos y cuatro Parlamentos. Una buena parte del poder lo gestionan las Diputaciones Forales y son controladas por las Juntas Generales de cada Territorio Foral, y es que estamos ante una Comunidad de Comunidades. ¡Que nadie lo olvide, que nadie intente ocultarlo, que nadie trate de soslayarlo!.
Hubo dos intervenciones de Unidad Alavesa que fueron santo y seña de identidad político social. La norma que regula el Concierto Económico entre Estado y Comunidad se completa con la Ley de APORTACIONES. No olvidemos que quien recauda es la Diputación Foral en su condición de HACIENDA FORAL, además de tener capacidades en establecer incentivos para las empresas que asienten en el Territorio. Pues UA discutió y creo conciencia sobre tal aportación de la Hacienda Foral Alavesa al Gobierno Vasco y a partir de ahí que inversiones devolvía tal Institución común a la ciudadanía alavesa.
La otra tuvo lugar en el momento en el que las Instituciones Comunes Vascas quisieron crear un banco público vasco que se dotara de todos los fondos que recaudaba la Hacienda Foral y fue Unidad Alavesa quien lo impidió pues era un instrumento centralizador contrario al espíritu de la LTH que configuraba una Comunidad descentralizada con equilibrio de poder entre Gobierno Vasco y Gobiernos Forales.
Puedo añadir un tercer contencioso. Cuando se crea el Museo Guggenheim y tal como hicieron los catalanes, se intenta que sea el Museo Nacional Vasco a base de disponer del patrimonio de los tres Territorios. Los alaveses por actuación de UA niegan que el patrimonio cultural alavés se desplace a tal Museo y además crea el Museo Artium en Vitoria, con lo que la obra de Frank Gehry es un hermoso continente de titanio pero no el aposento de todo el patrimonio cultural que es competencia disponible de los Gobiernos Forales.
Con actitudes como las expuestas y siendo escrupulosos con la base legal que hace de Euskadi una Comunidad diferente a otras, logramos frenar las intentonas independentistas del nacionalismo, hecho que nos permitió crecer como partido político alavesista y foralista pero también engendrar los peores sentimientos del nacionalismo radical que intentó nuestra eliminación por los conductos habituales del terrorismo.
Hasta socialistas y populares estaban molestos. Les quitábamos la clientela electoral, Habíamos desarrollado un discurso que conectaba con los ciudadanos alaveses y mostrábamos un valor muy superior a los partidos nacionales. Y aquí debo contar algo muy grave...
La política llega a ser miserable. Siempre he agradecido a la Comandancia de la Guardia Civil de Álava su cariño y su protección, fueron junto a mis escoltas que hoy pueda contarlo. No es ningún secreto y además lo tengo documentalmente acreditado por S.M. El Rey Felipe VI que fui víctima del terrorismo en la medida que era objetivo constante de todos los comandos que operaban en el país de los vascos. Además puedo dar gracias a no haber tenido que soportar el asesinato de ningún miembro de Unidad Alavesa a pesar de los intentos de la banda.
Pero hay algo que ni olvido ni perdono. La Delegación del Gobierno trató de evitar fuera público o privado el conocimiento que tuvo varias veces de cómo los comandos de ETA venían a por nosotros. Y ello para evitar la "presunta publicidad que el PP trataba de monopolizar como únicas víctimas de ETA".
Tengo que decir como la Comandancia de la Guardia Civil, con la que yo colaboraba en misiones de información y así como con otros organismos, me tenían perfectamente informado al respeto. Pero tal conducta de mi querido Teniente Coronel Emiliano Gimeno le costó no sólo una bronca de la superioridad civil, es que estuvo más tiempo del que le tocaba en situación de disponible como coronel hasta que se hizo cargo de la Comandancia de Navarra. Le echaban en cara desde el Gobierno y sus funcionarios centrales, que había informado para proteger a los dirigentes de UA sobre la presencia y objetivos de ETA. Una vez más, la utilización del terrorismo no conocía ética y límites. ¡Qué asco!
Tampoco puedo olvidar el grave incidente con el número dos del Departamento de Interior que dirigía Balza. Una madrugada los servicios de información y lucha contra ETA del Benemérito Instituto me llamaron para advertirme que habían capturado a determinados elementos que me tenían como objetivo, probablemente con una bomba en el subsuelo del recorrido que solía hacer para salir de mi domicilio. Que no me moviera hasta que me dieran aviso. Me presté a salir a pie con el fin de servir de señuelo. Evidentemente iba armado y tenía preparación para mi autodefensa. No fue necesario tal operativo. Desde la sede de la Comandancia de la Guardia Civil en Vitoria supieron todo lo que necesitaban. Así pude salir con mi hijo, en mi vehículo oficial y mis escoltas de la policía vasca, a los que no dije nada hasta que llegamos a mi refugio en San Ciprián. Cuando el mando civil de Interior supo lo que había sucedido, además de abroncarme, me retiró la escolta. me acusó de deslealtad con el Departamento de Interior del Gobierno Vasco. Evidente que mi compromiso era con la Guardia Civil de la que recibí felicitaciones y la imposición de la insignia de oro por mis servicios. Siempre la he llevado con honor.
Los Derechos Históricos no sólo estaban y están presentes en la Constitución Española y en el Estatuto de Guernica. Se completa el Derecho Foral con la Ley de Territorios Históricos. Por eso y aunque algunos no lo sepan, Euskadi tienen divididas las competencias como región o comunidad autónoma entre cuatro Gobiernos y cuatro Parlamentos. Una buena parte del poder lo gestionan las Diputaciones Forales y son controladas por las Juntas Generales de cada Territorio Foral, y es que estamos ante una Comunidad de Comunidades. ¡Que nadie lo olvide, que nadie intente ocultarlo, que nadie trate de soslayarlo!.
Hubo dos intervenciones de Unidad Alavesa que fueron santo y seña de identidad político social. La norma que regula el Concierto Económico entre Estado y Comunidad se completa con la Ley de APORTACIONES. No olvidemos que quien recauda es la Diputación Foral en su condición de HACIENDA FORAL, además de tener capacidades en establecer incentivos para las empresas que asienten en el Territorio. Pues UA discutió y creo conciencia sobre tal aportación de la Hacienda Foral Alavesa al Gobierno Vasco y a partir de ahí que inversiones devolvía tal Institución común a la ciudadanía alavesa.
La otra tuvo lugar en el momento en el que las Instituciones Comunes Vascas quisieron crear un banco público vasco que se dotara de todos los fondos que recaudaba la Hacienda Foral y fue Unidad Alavesa quien lo impidió pues era un instrumento centralizador contrario al espíritu de la LTH que configuraba una Comunidad descentralizada con equilibrio de poder entre Gobierno Vasco y Gobiernos Forales.
Puedo añadir un tercer contencioso. Cuando se crea el Museo Guggenheim y tal como hicieron los catalanes, se intenta que sea el Museo Nacional Vasco a base de disponer del patrimonio de los tres Territorios. Los alaveses por actuación de UA niegan que el patrimonio cultural alavés se desplace a tal Museo y además crea el Museo Artium en Vitoria, con lo que la obra de Frank Gehry es un hermoso continente de titanio pero no el aposento de todo el patrimonio cultural que es competencia disponible de los Gobiernos Forales.
Con actitudes como las expuestas y siendo escrupulosos con la base legal que hace de Euskadi una Comunidad diferente a otras, logramos frenar las intentonas independentistas del nacionalismo, hecho que nos permitió crecer como partido político alavesista y foralista pero también engendrar los peores sentimientos del nacionalismo radical que intentó nuestra eliminación por los conductos habituales del terrorismo.
Hasta socialistas y populares estaban molestos. Les quitábamos la clientela electoral, Habíamos desarrollado un discurso que conectaba con los ciudadanos alaveses y mostrábamos un valor muy superior a los partidos nacionales. Y aquí debo contar algo muy grave...
La política llega a ser miserable. Siempre he agradecido a la Comandancia de la Guardia Civil de Álava su cariño y su protección, fueron junto a mis escoltas que hoy pueda contarlo. No es ningún secreto y además lo tengo documentalmente acreditado por S.M. El Rey Felipe VI que fui víctima del terrorismo en la medida que era objetivo constante de todos los comandos que operaban en el país de los vascos. Además puedo dar gracias a no haber tenido que soportar el asesinato de ningún miembro de Unidad Alavesa a pesar de los intentos de la banda.
Pero hay algo que ni olvido ni perdono. La Delegación del Gobierno trató de evitar fuera público o privado el conocimiento que tuvo varias veces de cómo los comandos de ETA venían a por nosotros. Y ello para evitar la "presunta publicidad que el PP trataba de monopolizar como únicas víctimas de ETA".
Tengo que decir como la Comandancia de la Guardia Civil, con la que yo colaboraba en misiones de información y así como con otros organismos, me tenían perfectamente informado al respeto. Pero tal conducta de mi querido Teniente Coronel Emiliano Gimeno le costó no sólo una bronca de la superioridad civil, es que estuvo más tiempo del que le tocaba en situación de disponible como coronel hasta que se hizo cargo de la Comandancia de Navarra. Le echaban en cara desde el Gobierno y sus funcionarios centrales, que había informado para proteger a los dirigentes de UA sobre la presencia y objetivos de ETA. Una vez más, la utilización del terrorismo no conocía ética y límites. ¡Qué asco!
Tampoco puedo olvidar el grave incidente con el número dos del Departamento de Interior que dirigía Balza. Una madrugada los servicios de información y lucha contra ETA del Benemérito Instituto me llamaron para advertirme que habían capturado a determinados elementos que me tenían como objetivo, probablemente con una bomba en el subsuelo del recorrido que solía hacer para salir de mi domicilio. Que no me moviera hasta que me dieran aviso. Me presté a salir a pie con el fin de servir de señuelo. Evidentemente iba armado y tenía preparación para mi autodefensa. No fue necesario tal operativo. Desde la sede de la Comandancia de la Guardia Civil en Vitoria supieron todo lo que necesitaban. Así pude salir con mi hijo, en mi vehículo oficial y mis escoltas de la policía vasca, a los que no dije nada hasta que llegamos a mi refugio en San Ciprián. Cuando el mando civil de Interior supo lo que había sucedido, además de abroncarme, me retiró la escolta. me acusó de deslealtad con el Departamento de Interior del Gobierno Vasco. Evidente que mi compromiso era con la Guardia Civil de la que recibí felicitaciones y la imposición de la insignia de oro por mis servicios. Siempre la he llevado con honor.