Neandertal
Hallan la huella dactilar humana más antigua de Europa
![[Img #28182]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/05_2025/2563_huella-def.jpg)
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional y la Universidad de Salamanca (USAL), han descubierto y estudiado un extraordinario hallazgo arqueológico en el yacimiento del Abrigo de San Lázaro, en la ciudad de Segovia. Este descubrimiento constituye el objeto simbólico más antiguo conocido en Europa que contiene una huella dactilar neandertal marcada con pigmento.
El objeto es un canto rodado de roca granítica depositado en el interior del abrigo por los neandertales hace aproximadamente 43.000 años, en el cual se pintó un punto rojo. Su excepcionalidad radica en que, en el punto pintado con ocre en la superficie del canto, se ha identificado claramente una huella dactilar humana (neandertal) mediante técnicas multiespectrales e identificación forense. Este hallazgo representa la evidencia más completa y antigua de una huella humana en Europa atribuida inequívocamente a los neandertales, destacando el uso deliberado del pigmento con propósitos simbólicos, lo que hace que esta pieza sea única y excepcional.
El estudio científico, mediante técnicas como la microscopía electrónica de barrido (SEM) y análisis multiespectrales, ha demostrado que este objeto fue manipulado intencionalmente para fines no utilitarios. Su descubrimiento arroja luz sobre la capacidad simbólica de los neandertales, sugiriendo que podían proyectar pensamientos abstractos sobre objetos materiales.
La importancia patrimonial de este hallazgo para Segovia, Castilla y León, España y Europa es excepcional. La región se posiciona así en un lugar destacado dentro del panorama europeo, ofreciendo un testimonio único sobre las capacidades cognitivas y culturales de los últimos neandertales de la península Ibérica. Este descubrimiento contribuye sustancialmente al conocimiento global sobre la evolución humana y representa un notable avance en la comprensión del comportamiento simbólico de nuestros antepasados.
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional y la Universidad de Salamanca (USAL), han descubierto y estudiado un extraordinario hallazgo arqueológico en el yacimiento del Abrigo de San Lázaro, en la ciudad de Segovia. Este descubrimiento constituye el objeto simbólico más antiguo conocido en Europa que contiene una huella dactilar neandertal marcada con pigmento.
El objeto es un canto rodado de roca granítica depositado en el interior del abrigo por los neandertales hace aproximadamente 43.000 años, en el cual se pintó un punto rojo. Su excepcionalidad radica en que, en el punto pintado con ocre en la superficie del canto, se ha identificado claramente una huella dactilar humana (neandertal) mediante técnicas multiespectrales e identificación forense. Este hallazgo representa la evidencia más completa y antigua de una huella humana en Europa atribuida inequívocamente a los neandertales, destacando el uso deliberado del pigmento con propósitos simbólicos, lo que hace que esta pieza sea única y excepcional.
El estudio científico, mediante técnicas como la microscopía electrónica de barrido (SEM) y análisis multiespectrales, ha demostrado que este objeto fue manipulado intencionalmente para fines no utilitarios. Su descubrimiento arroja luz sobre la capacidad simbólica de los neandertales, sugiriendo que podían proyectar pensamientos abstractos sobre objetos materiales.
La importancia patrimonial de este hallazgo para Segovia, Castilla y León, España y Europa es excepcional. La región se posiciona así en un lugar destacado dentro del panorama europeo, ofreciendo un testimonio único sobre las capacidades cognitivas y culturales de los últimos neandertales de la península Ibérica. Este descubrimiento contribuye sustancialmente al conocimiento global sobre la evolución humana y representa un notable avance en la comprensión del comportamiento simbólico de nuestros antepasados.