El PP vasco pone contra las cuerdas al PNV por sus vínculos con la trama del socialista Cerdán: "Debe explicar qué hacía su hombre de máxima confianza en empresas beneficiadas"
![[Img #28455]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/07_2025/8800_screenshot-2025-07-02-at-15-15-22-pnv-cerdan-buscar-con-google.png)
El terremoto político que sacude a Pedro Sánchez por el ‘caso Cerdán’ empieza a tambalear también los cimientos del PNV. El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha lanzado un contundente ultimátum a los nacionalistas: «El PNV debe dar explicaciones sobre las relaciones empresariales de hombres de su máxima confianza con la trama de corrupción urdida por Santos Cerdán». Y advierte: «No era un señor que pasaba por ahí».
Las acusaciones son demoledoras. Según ha detallado De Andrés, Iñaki Alzaga, ex consejero de Euskaltel y actual presidente de Nortegas —empresa en la que el Gobierno vasco tiene una participación clave—, no solo está «vinculado estrechísimamente» al PNV, sino que además comparte intereses empresariales con Alonso Egurrola, señalado como testaferro del exnúmero tres del PSOE, Santos Cerdán, hoy imputado por millonarias mordidas".
Las conexiones son tan evidentes, según el PP, que la propia sociedad Uribene, íntegramente propiedad de Alzaga, tiene su sede en el mismo domicilio que Alegure, la empresa participada por Egurrola y Alzaga, que fue adjudicataria de contratos públicos por más de 2,6 millones para obras como las del colegio de Arbizu. «¿Qué hacía ahí el hombre de máxima confianza del PNV?», ha preguntado de forma retórica el líder del PP vasco.
Para De Andrés, la gravedad es doble: el PNV no solo habría mirado para otro lado cuando el PSOE eludía dar explicaciones sobre la trama, sino que podría tener una ramificación directa en sus propios círculos empresariales. «Siempre que pedimos explicaciones, el PNV se alinea con el PSOE para tapar la corrupción», denunció.
La situación cobra aún más tensión después de que el propio Santos Cerdán señalara ante el Tribunal Supremo la existencia de «un nexo» entre el PNV y la trama. Para el PP, la respuesta de los nacionalistas —que se limitaron a desmentir con rotundidad cualquier relación— podría desmoronarse en cuestión de días. «Igual nos encontramos con que ese desmentido no tiene tanto fundamento como han querido hacernos creer», ha anticipado De Andrés.
En un contexto donde el Gobierno de Pedro Sánchez se tambalea y el PNV continúa sosteniéndolo en Madrid, el PP vasco intensifica así la presión sobre los nacionalistas vascos, obligándoles a elegir entre su alianza con el PSOE o la transparencia ante la ciudadanía. El pulso político apenas comienza, pero las sombras de corrupción ya proyectan una amenaza que el PNV difícilmente podrá eludir sin dar las explicaciones que la opinión pública exige.
El terremoto político que sacude a Pedro Sánchez por el ‘caso Cerdán’ empieza a tambalear también los cimientos del PNV. El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha lanzado un contundente ultimátum a los nacionalistas: «El PNV debe dar explicaciones sobre las relaciones empresariales de hombres de su máxima confianza con la trama de corrupción urdida por Santos Cerdán». Y advierte: «No era un señor que pasaba por ahí».
Las acusaciones son demoledoras. Según ha detallado De Andrés, Iñaki Alzaga, ex consejero de Euskaltel y actual presidente de Nortegas —empresa en la que el Gobierno vasco tiene una participación clave—, no solo está «vinculado estrechísimamente» al PNV, sino que además comparte intereses empresariales con Alonso Egurrola, señalado como testaferro del exnúmero tres del PSOE, Santos Cerdán, hoy imputado por millonarias mordidas".
Las conexiones son tan evidentes, según el PP, que la propia sociedad Uribene, íntegramente propiedad de Alzaga, tiene su sede en el mismo domicilio que Alegure, la empresa participada por Egurrola y Alzaga, que fue adjudicataria de contratos públicos por más de 2,6 millones para obras como las del colegio de Arbizu. «¿Qué hacía ahí el hombre de máxima confianza del PNV?», ha preguntado de forma retórica el líder del PP vasco.
Para De Andrés, la gravedad es doble: el PNV no solo habría mirado para otro lado cuando el PSOE eludía dar explicaciones sobre la trama, sino que podría tener una ramificación directa en sus propios círculos empresariales. «Siempre que pedimos explicaciones, el PNV se alinea con el PSOE para tapar la corrupción», denunció.
La situación cobra aún más tensión después de que el propio Santos Cerdán señalara ante el Tribunal Supremo la existencia de «un nexo» entre el PNV y la trama. Para el PP, la respuesta de los nacionalistas —que se limitaron a desmentir con rotundidad cualquier relación— podría desmoronarse en cuestión de días. «Igual nos encontramos con que ese desmentido no tiene tanto fundamento como han querido hacernos creer», ha anticipado De Andrés.
En un contexto donde el Gobierno de Pedro Sánchez se tambalea y el PNV continúa sosteniéndolo en Madrid, el PP vasco intensifica así la presión sobre los nacionalistas vascos, obligándoles a elegir entre su alianza con el PSOE o la transparencia ante la ciudadanía. El pulso político apenas comienza, pero las sombras de corrupción ya proyectan una amenaza que el PNV difícilmente podrá eludir sin dar las explicaciones que la opinión pública exige.