El tabú académico de los ovnis: Miles de científicos creen que investigar este tema puede arruinar su carrera
![[Img #28652]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/08_2025/1411_screenshot-2025-08-06-at-10-21-03-fantasy-ufo-child-free-photo-on-pixabay.png)
En un momento en que exoficiales de inteligencia con acceso a secretos de alto nivel afirman que los Estados Unidos han recuperado “materiales de origen no humano”, la mayoría de los profesores universitarios de élite en EE.UU. opta por el silencio. No por falta de interés, sino por miedo.
Una nueva investigación publicada en Humanities and Social Sciences Communications revela un dato escalofriante: más del 69% del profesorado en universidades de investigación teme ser ridiculizado por investigar el fenómeno UAP (antes llamados ovnis). Más de la mitad teme perder su promoción o incluso su cátedra. En otras palabras, el estigma ha vencido al método.
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del estudio por los canales habituales: [email protected] o en el teléfono 650114502
Y sin embargo, los datos hablan por sí solos. El 56% considera que si se confirmara una inteligencia no humana tras los UAP, esto sería "muy importante o absolutamente esencial" para la ciencia académica. Un tercio incluso lo considera crucial para su propia disciplina. El conflicto es claro: lo que podría ser la mayor revolución epistemológica de nuestra era sigue siendo tratado como una herejía en el templo del saber.
Mientras la NASA, el Pentágono y hasta el Congreso estadounidense abren comités de investigación, la academia permanece en gran parte muda. La presión social, la autocensura y el miedo al ostracismo siguen operando como fuerzas invisibles que excluyen el fenómeno UAP del radar científico, aunque el 95% de los físicos encuestados reconocen que su disciplina está capacitada para evaluarlo.
Y eso no es todo: un exfuncionario de inteligencia, David Grusch, ha declarado ante el Congreso que EE.UU. posee tecnología de origen exótico, posiblemente no humana, y que esta información ha sido deliberadamente ocultada a la comunidad científica. En su propia expresión, quiere provocar un “shock ontológico” que obligue a repensarlo todo.
Pero los guardianes del saber no quieren mirar al cielo.
![[Img #28652]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/08_2025/1411_screenshot-2025-08-06-at-10-21-03-fantasy-ufo-child-free-photo-on-pixabay.png)
En un momento en que exoficiales de inteligencia con acceso a secretos de alto nivel afirman que los Estados Unidos han recuperado “materiales de origen no humano”, la mayoría de los profesores universitarios de élite en EE.UU. opta por el silencio. No por falta de interés, sino por miedo.
Una nueva investigación publicada en Humanities and Social Sciences Communications revela un dato escalofriante: más del 69% del profesorado en universidades de investigación teme ser ridiculizado por investigar el fenómeno UAP (antes llamados ovnis). Más de la mitad teme perder su promoción o incluso su cátedra. En otras palabras, el estigma ha vencido al método.
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del estudio por los canales habituales: [email protected] o en el teléfono 650114502
Y sin embargo, los datos hablan por sí solos. El 56% considera que si se confirmara una inteligencia no humana tras los UAP, esto sería "muy importante o absolutamente esencial" para la ciencia académica. Un tercio incluso lo considera crucial para su propia disciplina. El conflicto es claro: lo que podría ser la mayor revolución epistemológica de nuestra era sigue siendo tratado como una herejía en el templo del saber.
Mientras la NASA, el Pentágono y hasta el Congreso estadounidense abren comités de investigación, la academia permanece en gran parte muda. La presión social, la autocensura y el miedo al ostracismo siguen operando como fuerzas invisibles que excluyen el fenómeno UAP del radar científico, aunque el 95% de los físicos encuestados reconocen que su disciplina está capacitada para evaluarlo.
Y eso no es todo: un exfuncionario de inteligencia, David Grusch, ha declarado ante el Congreso que EE.UU. posee tecnología de origen exótico, posiblemente no humana, y que esta información ha sido deliberadamente ocultada a la comunidad científica. En su propia expresión, quiere provocar un “shock ontológico” que obligue a repensarlo todo.
Pero los guardianes del saber no quieren mirar al cielo.





