Sábado, 06 de Septiembre de 2025

Actualizada Sábado, 06 de Septiembre de 2025 a las 10:53:55 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Pablo Mosquera
Sábado, 23 de Agosto de 2025 Tiempo de lectura:

La debilidad del Estado

Desde 1976 hasta 2002 tuve mi residencia en el país de los vascos. Me dio tiempo y presencia sociopolítica para afirmar con rotundidad que el Estado fue desapareciendo en una comunidad a la que se le tuvo muy en cuenta a la hora de legislar desde 1978 en las Cortes como Cámara dónde reside el poder para construir Estado y ejercer la soberanía nacional.

 

Los españoles nos queremos muy poco a nosotros mismos. La consecuencia es que frente a la identidad orgullosa de vascos y catalanes no percibo apenas la identidad orgullosa de ser español, salvo cuando nuestras selecciones deportivas alcanzan un gran éxito. Es más. El español es víctima de esos complejos de inferioridad y culpabilidad que algunos intelectuales se dedicaron a fomentar en los periodos historicistas de la máxima decadencia del imperio en el que no se ponía el sol.

 

Me tocó vivir la imposición de la Ikurriña -bandera del partido ideologizado por el iluminado Sabino Arana como enseña de Euskadi-, mientras la presencia de la enseña nacional española apenas se usaba, su presencia en los atuendos ciudadanos era considerado como señal inequívoca de fascismo, de tal desgracia que mientras los de la Ikurriña eran patriotas vascos, los de la bandera roja y gualda eran franquistas irredentos.

 

Estaba el "glorioso" Deportivo Alavés en plena euforia jugando finales europeas cuando se me ocurrió tratar de traer a Vitoria -Mendizorroza- un partido de la selección española de fútbol que dirigía Camacho. No pude hacerlo a pesar de haber puesto en marcha el programa " Vitoria Ciudad del Deporte" con más de treinta campeonatos de Europa y España. Eran buenas noticias, ingresos económicos, fomento de una actividad que estimulaba la vida sana y la despolitización nacionalista de la juventud. La bronca con Javier Clemente a través de la radio fue algo sólo comparable a las que sostuve con Monseñor Setién. Me acusó de provocador. Y estimuló que me acusaran de querer españolizar Álava.  

 

El primer error fue esa disposición adicional que identificaba y garantizaba los derechos históricos de los territorios forales. De inmediato le cambiaron la nominación. Eran Territorios Históricos. El segundo error fue un Estaturo de Autonomía pleno de poderes.  Con el tiempo tales instrumentos sirvieron a la causa nacional de construcción para la nación vasca y su caminar hacia un Estado propio. Menos mal que cometieron un tercer error. La Ley de Territorios Históricos.  Así Euskadi tiene cuatro gobiernos y cuatro parlamentos que gestionan cada cual las competencias estatutarias y hace del País Vasco una Comunidad de Comunidades. El contrapunto al centralismo nacionalista es la descentralización foralista.

 

El desarrollo estatutario en Euskadi tuvo dos consecuencias. Un contencioso con el Estado que descubre tras la UCD el error cometido y que le lleva a Herrero de Miñón a decir en el Congreso Mundial Vasco que los territorios históricos son fragmentos del Estadoy que la soberanía de los vascos reside en el Parlamento Vasco. Será el Constitucional quien ponga cordura estableciendo que la soberanía de cualquier comunidad del Estado de las Autonomías reside en Las Cortes de España.   

 

La otra derivada es la evolución de la banda terrorista ETA. Su nacimiento en 1959 se debe a las prisas de los jóvenes del PNV que no siguen la cadencia de sus mayores y se pronuncian por la lucha armada frente a un Estado que ocupa y cercena los derechos del pueblo vascos a la autodeterminación. Pero más tarde el PNV descubre que esos chicos pelín asesinos no sólo son la vanguardia frente al franquismo, son la mejor de las fórmulas para chantajear al Estado Español en el derecho a desarrollar las competencias estatutarias . Y así los momentos de máxima permeabilidad en las transferencias a las instituciones vascas se corresponde con la actividad terrorista. De ahí que hasta el propia Arzalluz en el momento que ETA PM decide dejar la lucha armada se sienta indispuesto y les recomiende seguir, como así lo hacen los comandos de ETA M.

 

Las cuatro competencias que hacen de los vascos una comunidad dónde va desapareciendo el Estado español son: Hacienda. Policía. Radio Televisión. Educación. Con la primera, mediante el Concierto Económico y su Cupo al Estado con capacidad para introducir incentivos fiscales. Si bien chocan con las Diputaciones Forales que son las que disponen de las haciendas Forales y una Ley de Aportaciones para sufragar las competencias que gestionan los Organismos Forales. La policía choca no sólo con las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también con los históricos cuerpos de Miqueletes, Miñones y Forales.  

 

La desintegración del Estado en las Comunidades como Cataluña y Euskadi es lo que ha permitido que las competencias junto al colaboracionismo y las ausencias, se pongan en marcha los procesos de independencia por la creación del Estado plurinacional. Hemos aceptado sin darnos cuenta las nacionalidades. Hemos dado todo lo preciso para avanzar hacia la creación de los Estados vasco y catalán.

 

Hoy la situación es aún más delicada.  Próximamente, en Las Cortes que sostengan al Gobierno de España habrá más nacionalistas radicales como BILDU y ER que Junts o PNV. Puede que hasta veamos ese referéndum -no sé si a la escocesa- para ser y decidir vascos y catalanes si quieren o no ser miembros del Estado español.    

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.