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Enrique Arias Vega
Martes, 02 de Septiembre de 2025 Tiempo de lectura:

Illa y Puigdemont, tal para cual

El encuentro este martes, en Bruselas, del Presidente de la Generalitat y el fugado en Waterloo equipara al representante del Estado en Cataluña con un prófugo de la Justicia. El argumento de Salvador Illa para la reunión ha sido la necesidad de diálogo. Lo que él mismo reprochó al entonces presidente Joaquim Torra cuando éste fue a presentar sus respetos al golpista. Claro que esa contradicción, cambio de criterio o lo que sea es el ejemplo cotidiano que da Pedro Sánchez en su acción de gobierno.

 

De todas maneras, no es con Illa con quien quería sentarse Puigdemont, ya que en palabras de Jordi Turull, secretario general de Junts, el mandatario catalán es un hombre sin criterio propio, que sólo puede transmitir lo que el jefe del Ejecutivo le diga. Pero, a falta de pan, buenas son tortas, ya que los golpistas se habían quedado sin  interlocutor al entrar en prisión Santos Cerdán y no aceptar como tal a Rodríguez Zapatero, quien no tiene cargo orgánico ni institucional alguno.

 

Pero vayamos al diálogo en sí mismo, ¿De qué puede hablar un representante de las instituciones con un delincuente convicto y confeso, que al igual que sus compañeros de asonada ha dicho que lo volverá a hacer? Esa desproporción de simbología invalida cualquier acuerdo que se tome en la cumbre de Bruselas. Y si es para conseguir siete votos de los independentistas en el Congreso, peor me lo pone: es una infamia que no tiene proporción alguna.

 

¿Por qué se presta Illa a este en blanqueamiento de Carles Puigdemont? Pues porque en el fondo no es tan diferente de él. Durante su mandato han cambiado las formas, eso sí. Ya no hay violencia terrorista en las calles y se respeta la presencia de Felipe VI en los actos institucionales del Rey en Cataluña. Pero en el fondo Illa continúa con las políticas de sus predecesores. Sigue abriendo “embajadas” en otros países y mantiene la política lingüística de confrontación con los tribunales.

 

Ahora, en su diálogo con los independentistas, se estudia el paso siguiente para la amnistía total de Puigdemont y los acuerdos de financiación singular de Cataluña, que no sólo es una aspiración de ERC y Junts, sino que beneficiará también al partido socialista, que será quien desde la Generalitat implemente la nueva agencia tributaria. Así que en lo que a política respeta. Illa y Puigdemont son tal para cual.

 

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