Estudio en PNAS
Escándalo global: la ciencia está siendo invadida por mafias de fraude académico
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Un nuevo estudio publicado en PNAS revela que el fraude científico ya no es obra de individuos aislados, sino de redes organizadas que operan a escala industrial y que crecen más rápido que la ciencia legítima.
Las llamadas paper mills —fábricas de artículos falsos— y sus intermediarios están logrando infiltrar miles de estudios fraudulentos en revistas de prestigio, en ocasiones con la complicidad de editores y conferencias internacionales. Según los autores de esta investigación, el volumen de publicaciones falsas se duplica cada 18 meses, una velocidad diez veces superior al crecimiento de la producción científica real
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del estudio por los canales habituales: [email protected] o en el teléfono 650114502
El informe alerta de que estas organizaciones no solo venden artículos fabricados, sino también autorías, posiciones en papers y acceso a revistas que luego son usadas como “vehículos” para colar ciencia fraudulenta. En algunos casos, incluso han conseguido “secuestrar” procesos editoriales completos, corrompiendo la revisión por pares.
El caso de la empresa ARDA, analizada en detalle, demuestra el fenómeno del journal hopping: cuando una revista es expulsada de índices como Scopus o Web of Science por sospechas de fraude, estas redes simplemente migran a otra, manteniendo su negocio intacto.
Los investigadores advierten de que ciertos campos emergentes —como el estudio de microARNs, ARN largos no codificantes o terapias contra el cáncer— presentan tasas de retractación que superan el 4%, una cifra incompatible con simples errores humanos y que apunta a un sabotaje sistemático de áreas enteras del conocimiento.
“La magnitud del fraude ya sobrepasa las medidas actuales de control científico”, señalan los autores, quienes comparan estas prácticas con una "industria clandestina que amenaza con destruir la credibilidad de la ciencia".
Un nuevo estudio publicado en PNAS revela que el fraude científico ya no es obra de individuos aislados, sino de redes organizadas que operan a escala industrial y que crecen más rápido que la ciencia legítima.
Las llamadas paper mills —fábricas de artículos falsos— y sus intermediarios están logrando infiltrar miles de estudios fraudulentos en revistas de prestigio, en ocasiones con la complicidad de editores y conferencias internacionales. Según los autores de esta investigación, el volumen de publicaciones falsas se duplica cada 18 meses, una velocidad diez veces superior al crecimiento de la producción científica real
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del estudio por los canales habituales: [email protected] o en el teléfono 650114502
El informe alerta de que estas organizaciones no solo venden artículos fabricados, sino también autorías, posiciones en papers y acceso a revistas que luego son usadas como “vehículos” para colar ciencia fraudulenta. En algunos casos, incluso han conseguido “secuestrar” procesos editoriales completos, corrompiendo la revisión por pares.
El caso de la empresa ARDA, analizada en detalle, demuestra el fenómeno del journal hopping: cuando una revista es expulsada de índices como Scopus o Web of Science por sospechas de fraude, estas redes simplemente migran a otra, manteniendo su negocio intacto.
Los investigadores advierten de que ciertos campos emergentes —como el estudio de microARNs, ARN largos no codificantes o terapias contra el cáncer— presentan tasas de retractación que superan el 4%, una cifra incompatible con simples errores humanos y que apunta a un sabotaje sistemático de áreas enteras del conocimiento.
“La magnitud del fraude ya sobrepasa las medidas actuales de control científico”, señalan los autores, quienes comparan estas prácticas con una "industria clandestina que amenaza con destruir la credibilidad de la ciencia".