Washington
Un misil Hellfire rebotó contra un ovni: Muestran pruebas inéditas en una histórica audiencia en el Congreso de EE.UU.
El Congreso de Estados Unidos acaba de vivir una de las audiencias más extraordinarias de su historia reciente. Por primera vez, legisladores, periodistas y militares fueron testigos de un vídeo clasificado en el que un dron MQ-9 Reaper dispara un misil Hellfire contra un objeto volador no identificado —una esfera luminosa frente a la costa de Yemen— y el proyectil, en lugar de destruirlo, rebota sin causar daño alguno. La nave continúa su vuelo, indiferente, desafiando la lógica de la física y de la defensa moderna.
La revelación, expuesta por el congresista Eric Burlison, provocó murmullos en la sala. El periodista George Knapp aseguró que existen más grabaciones similares aún ocultas, desconocidas tanto para la ciudadanía como para buena parte del propio Congreso.
Testimonios estremecedores de militares
El veterano de la Fuerza Aérea Jeffrey Nuccetelli relató encuentros entre 2003 y 2005 cerca de la Base Aérea de Vandenberg, describiendo objetos del tamaño de edificios que se desplazaban sin patrón reconocible.
Por su parte, Dylan Borland compartió un avistamiento en 2012 en la Base de Langley: una nave triangular gigantesca, silenciosa, con superficie “como plasma derretido” y un orbe cegador en su centro. El testigo narró además efectos físicos extraños, como electricidad estática en su entorno, y denunció represalias profesionales tras hacerlo público.
La sesión tuvo también un momento histórico: la intervención del Suboficial Principal Alexandro Wiggins, primer miembro activo de la Marina en declarar abiertamente. Con 23 años de servicio, describió un episodio en 2023 a bordo del USS Jackson: objetos tipo “Tic-Tac” emergieron del océano, se reunieron en formación y aceleraron de manera sincronizada sin emitir explosiones sónicas ni rastros de propulsión.
Exigen transparencia y protección a denunciantes
La presidenta del comité, Anna Paulina Luna, criticó duramente el secretismo oficial y exigió que se investiguen los ovnis sin estigmatizar a quienes reportan encuentros. Knapp, visiblemente indignado, denunció que informantes han sido ridiculizados e incluso amenazados, y reclamó garantías reales de protección. “Si no damos a nuestros militares canales seguros y confidenciales para hablar de lo que ven, nunca conoceremos la verdad”, advirtió Luna.
Entre el misterio y la política
La Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), creada en 2022, ha analizado cientos de casos. Aunque muchos han encontrado explicación convencional, la mitad sigue sin resolverse. Un informe de 2024 sostuvo que no hay evidencia concluyente de tecnología extraterrestre, aunque reconoció investigaciones internas sobre posibles programas de ingeniería inversa.
El impacto
El vídeo del misil Hellfire que rebota contra un ovni ya es considerado un antes y después en el debate global sobre el fenómeno ovni. Nunca antes un Congreso había mostrado pruebas tan gráficas de lo que parece ser una tecnología imposible.
Lo que está en juego ya no es solo el origen de estos objetos, sino la confianza pública en que las instituciones militares y políticas sean transparentes con fenómenos que podrían redefinir nuestro lugar en el universo.
El Congreso de Estados Unidos acaba de vivir una de las audiencias más extraordinarias de su historia reciente. Por primera vez, legisladores, periodistas y militares fueron testigos de un vídeo clasificado en el que un dron MQ-9 Reaper dispara un misil Hellfire contra un objeto volador no identificado —una esfera luminosa frente a la costa de Yemen— y el proyectil, en lugar de destruirlo, rebota sin causar daño alguno. La nave continúa su vuelo, indiferente, desafiando la lógica de la física y de la defensa moderna.
La revelación, expuesta por el congresista Eric Burlison, provocó murmullos en la sala. El periodista George Knapp aseguró que existen más grabaciones similares aún ocultas, desconocidas tanto para la ciudadanía como para buena parte del propio Congreso.
Testimonios estremecedores de militares
El veterano de la Fuerza Aérea Jeffrey Nuccetelli relató encuentros entre 2003 y 2005 cerca de la Base Aérea de Vandenberg, describiendo objetos del tamaño de edificios que se desplazaban sin patrón reconocible.
Por su parte, Dylan Borland compartió un avistamiento en 2012 en la Base de Langley: una nave triangular gigantesca, silenciosa, con superficie “como plasma derretido” y un orbe cegador en su centro. El testigo narró además efectos físicos extraños, como electricidad estática en su entorno, y denunció represalias profesionales tras hacerlo público.
La sesión tuvo también un momento histórico: la intervención del Suboficial Principal Alexandro Wiggins, primer miembro activo de la Marina en declarar abiertamente. Con 23 años de servicio, describió un episodio en 2023 a bordo del USS Jackson: objetos tipo “Tic-Tac” emergieron del océano, se reunieron en formación y aceleraron de manera sincronizada sin emitir explosiones sónicas ni rastros de propulsión.
Exigen transparencia y protección a denunciantes
La presidenta del comité, Anna Paulina Luna, criticó duramente el secretismo oficial y exigió que se investiguen los ovnis sin estigmatizar a quienes reportan encuentros. Knapp, visiblemente indignado, denunció que informantes han sido ridiculizados e incluso amenazados, y reclamó garantías reales de protección. “Si no damos a nuestros militares canales seguros y confidenciales para hablar de lo que ven, nunca conoceremos la verdad”, advirtió Luna.
Entre el misterio y la política
La Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), creada en 2022, ha analizado cientos de casos. Aunque muchos han encontrado explicación convencional, la mitad sigue sin resolverse. Un informe de 2024 sostuvo que no hay evidencia concluyente de tecnología extraterrestre, aunque reconoció investigaciones internas sobre posibles programas de ingeniería inversa.
El impacto
El vídeo del misil Hellfire que rebota contra un ovni ya es considerado un antes y después en el debate global sobre el fenómeno ovni. Nunca antes un Congreso había mostrado pruebas tan gráficas de lo que parece ser una tecnología imposible.
Lo que está en juego ya no es solo el origen de estos objetos, sino la confianza pública en que las instituciones militares y políticas sean transparentes con fenómenos que podrían redefinir nuestro lugar en el universo.