Martes, 30 de Septiembre de 2025

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Lunes, 29 de Septiembre de 2025 Tiempo de lectura:
Un artículo de Diego Fusaro

¿Quién quiere la guerra? ¿Europa o Rusia?

Soldado ucranianoSoldado ucraniano

La situación actual recuerda a los cuentos de Pirandello, donde, como en "La señora Frola y el señor Ponza, su yerno", el lector duda cuál de las dos versiones presentadas es la verdadera. Ambas parecen convincentes y, al mismo tiempo, poco convincentes.

 

 

 

De igual manera, hoy en día es difícil comprender realmente qué sucede en el orden mundial cada vez más tumultuoso y convulso: ¿son realmente rusos los drones que, según nos dicen, sobrevuelan los cielos europeos? ¿Y por qué Rusia actúa así? ¿Quiere poner a prueba la capacidad y la velocidad de reacción de Europa y la OTAN en caso de guerra? ¿Se prepara para atacar a Europa? Esta es, por así decirlo, la versión de la señora Frola, para usar el cuento de Pirandello, es decir, la versión de Occidente, o mejor dicho, la versión del liberal-atlantista asesino. ¿O quizás es la propia Europa la que, por iniciativa propia o por voluntad de Washington, busca por todos los medios un casus belli con Rusia, provocándola y creando las condiciones necesarias para la guerra? ¿No es cierto que Europa lleva meses buscando el conflicto con Rusia a toda costa, al menos desde que lanzó el descabellado plan del llamado Rearm Europe y la disparatada narrativa del inminente ataque de Putin contra la propia Europa? Esta, sin embargo, es la versión del Sr. Ponza, citando a Pirandello. ¿Cuál de las dos versiones es la verdadera? ¿En quién podemos realmente confiar hoy en día?

 

 

 

Para ser sinceros, es difícil responder. Sin embargo, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Occidente ha mentido extensamente en el pasado: todos tenemos vívidos recuerdos de la improbable escena de Colin Powell agitando el infame tubo de ensayo para demostrar la presencia de armas de destrucción masiva inexistentes en Irak y, así, justificar la agresión imperialista planeada, presentándola como una respuesta necesaria a dichas armas de destrucción masiva. Por lo tanto, es difícil decir en quién podemos confiar. Tal vez, considerando todo, sea más fácil decir en quién definitivamente no podemos confiar.

 

Traducción: Carlos X. Blanco

 

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