5. Sherlock. Inteligente, elegante, rápida, intensa y lo suficientemente irónica como para que un personaje tan “utilizado” como Sherlock Holmes se presente ante los espectadores del siglo XXI con toda la frescura de las mejores realizaciones audiovisuales. Magníficos Benedict Cumberbatch (Sherlock) y Martin Freeman (Holmes) en su recreación de los personajes ya míticos de sir Arthur Conan Doyle. Nueva temporada en 2015.

4. Mad Men. La serie que habla del mundo que creó nuestro tiempo. O del tiempo que alumbró nuestro mundo. Emocionalmente vibrante, intelectualmente sugerente y estéticamente avasalladora, esta producción por cable de AMC pasará, sin duda, a la historia con mayúsculas de la cultura pop. Sabiduría audiovisual a raudales y unos actores con el habla, la gestualidad, la distinción y la compostura de los grandes clásicos. Nunca el pasado nos enseñó tanto sobre el presente. Nuestro presente. En 2015, última temporada.

3. The Good Wife. Inabarcable en su grandeza, “The Good Wife” resiste, incluso, a la pérdida de alguno de sus personajes principales. Nunca una serie de abogados nos había hablado tanto y tan bien de política, cultura, economía, negocios y, en general, de todas esas cosas, pequeñas y grandes, que marcan, sutilmente a veces, dramáticamente en otras ocasiones, el ronroneo de la vida cotidiana. Alicia Florrick (Julianna Margulies), Peter Florrick (Chris Noth), Will Gardner (Josh Charles), Kalinda Sharma (Archie Panjabi),  Diane Lockhart (Christine Baranski), Cary Agos (Matt Czuchry) y Eli Gold (Alam Cumming) son ya como de la familia. Lo mejor de la familia.  En 2015, nueva temporada.

2. Homeland. Pocas series a lo largo de la historia de la televisión han sabido regenerarse de una manera tan exitosa después de haber puesto fin a un conjunto de temporadas prácticamente perfecto. Realmente, “Homeland” tenía que haber terminado tras su tercera sesión, pero no hay historia que se resista al poder de la escritura de Howard Gordon, Alex Gansa y Gideon Raff. De Carrie Mathison (Claire Danes), su protagonista, se pueden decir muchas cosas y todas ellas buenas. La mejor: si hubiera que elegir un rostro para identificar la televisión actual, sería el de esta mujer. En 2015, la quinta temporada.

1. The Leftovers. Sin duda, la gran revelación de 2014 es esta serie creada por Damon Lindelof y Tom Perrotta, basada en la novela de éste último. Esta crónica cruel, brutal y desasosegante de la soledad deja una profunda huella en todos aquellos que se acercan a verla, a leerla, con la mente abierta. Cuando el 2% de la población mundial desaparece de repente, sin dejar huella, sin estridencias y sin explicaciones, amanece un nuevo mundo en el que la desolación, el desamparo, la desesperanza y la tristeza son las únicas emociones capaces de conmover, de impresionar, de empujar a los que feliz, o desgraciadamente, se quedan atrás. “The Leftovers” es el relato detallado, a veces pudoroso, en ocasiones estridente, de la angustia, de la impotencia, del vacío sin concesiones y sin contemplaciones. Sin vendas ni recetas mágicas para el espíritu. “The Leftovers” no es grata de ver; hace daño, la turbación que causa puede ser intensamente desagradable y su enorme capacidad para describir la consternación hiere el alma. Nadie puede asegurarles que “The Leftovers” será de su agrado; lo que sí es seguro es que, tras ver sus ocho capítulos, nadie vuelve a ser el que era.