Un estudio pone al descubierto la existencia de una "brecha" de más de siete años en la esperanza vida de los vascos en función de su nivel de estudios: las personas con formación universitaria tienen una esperanza de vida sensiblemente superior que aquellos que carecen de estudios superiores.

Esta es la principal conclusión del estudio "Desigualdades sociales en la esperanza de vida en Euskadi. Magnitud y cambio 1999-2006" del Departamento de Salud del Gobierno vasco. El objetivo de este trabajo es medir la relación entre las desigualdades sociales y la salud para diseñar y desarrollar políticas públicas de promoción de la equidad en la salud.

La investigación sostiene que la esperanza de vida a los 30 años, en el periodo 2001-2006, reveló un claro aumento según el nivel de estudios en ambos sexos. En los hombres, la esperanza de vida de los que no tenían estudios formales fue 7,6 años inferior a la de quienes contaban con estudios universitarios; en las mujeres, la diferencia fue de 5,8 años.