Tecnócrata y moderado
¿Quién es Haitham bin Tariq Al Saʿīd, el sultán de Omar que acaba de llegar a España?
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        
        
                
        
        ![[Img #29145]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/11_2025/2570_screenshot-2025-11-03-at-16-39-32-haitham-bin-tariq-al-sa%CA%BFid-youtube-buscar-con-google.png)
 
El sultán de Omán, Haitham bin Tariq Al Saʿīd, ha llegado a España en visita oficial con la serenidad de quien encarna una tradición dinástica y la determinación de un líder que busca abrir su país al siglo XXI. Nacido en Mascate (Omán) en 1955, miembro de la familia Al Bu Saʿīd —que gobierna el sultanato desde el siglo XVIII—, Haitham bin Tariq se formó en un ambiente que combina lo local con lo cosmopolita. Estudió en la escuela Saʿīdiyya de Mascate, continuó su educación en el Broumana High School de Líbano y completó su preparación en la Universidad de Oxford, en el Pembroke College, dentro del Foreign Service Programme. Aquella formación, pensada para formar a los futuros diplomáticos omaníes, forjó en él una mentalidad moderada, dialogante y orientada a la estabilidad.
 
Su carrera política fue larga antes de ascender al trono. Ocupó cargos clave en el Ministerio de Exteriores, primero como subsecretario para Asuntos Políticos (1986-1994) y después como secretario general (1994-2002), hasta que fue designado ministro de Patrimonio y Cultura, cargo que ejerció durante casi dos décadas. En ese tiempo, presidió comités de desarrollo nacional y fue uno de los principales arquitectos de la visión estratégica “Omán 2040”, un plan para modernizar la economía, diversificar ingresos y reducir la dependencia del petróleo. También mostró interés por la gestión institucional y por el deporte, al haber presidido la Asociación de Fútbol de Omán en los años ochenta.
 
La muerte de su primo Qaboos bin Said en enero de 2020 le condujo al trono en una transición modélica, pacífica y rápida que confirmó la continuidad institucional del sultanato. En su primer discurso, Haitham prometió seguir la línea de prudencia y neutralidad que definió el reinado de Qaboos, basada en la no injerencia y en el respeto a la soberanía de los Estados. Su objetivo: mantener a Omán como un interlocutor de confianza en una región a menudo sacudida por tensiones. Desde entonces, su liderazgo ha buscado equilibrar modernización y tradición, reforma económica y cohesión social.
 
El mandato de Haitham bin Tariq se ha centrado en abrir Omán al mundo sin romper su equilibrio interno. Ha impulsado una política de diversificación productiva, apoyando el turismo, la logística y las energías renovables, a la vez que introduce reformas administrativas y legales para fortalecer la eficiencia del Estado. En el terreno exterior, mantiene una posición pragmática y mediadora: Omán ha servido de puente entre potencias regionales y occidentales, entre Irán y Arabia Saudí, entre Estados Unidos y Yemen. Esa diplomacia discreta, basada en la confianza y la moderación, ha sido uno de los grandes activos del país.
 
La visita oficial a España marca un nuevo paso en esa apertura. Omán busca reforzar sus lazos con Europa y España se presenta como un socio idóneo en ámbitos como las energías renovables, la gestión de infraestructuras portuarias y la colaboración cultural y turística. Ambos países comparten intereses estratégicos en la transición energética y en la proyección mediterránea hacia el Golfo. La presencia de Haitham en Madrid, más allá del protocolo, refleja la intención de Omán de ampliar su horizonte diplomático y económico hacia Occidente, consolidando su papel de actor de equilibrio en el mundo árabe.
 
Haitham bin Tariq es considerado un monarca sereno, de estilo administrativo y visión tecnocrática, más propenso a la planificación que a la retórica. Cultiva una imagen de sobriedad y eficiencia, y suele apelar a los valores de unidad y trabajo colectivo. A sus setenta años, su reto es mantener la cohesión interna en un país joven y dar a Omán una identidad moderna sin renunciar a su alma islámica y marítima.
 
La visita a España es, así, más que un gesto diplomático: es una declaración de intenciones de un país que se redefine sin renunciar a sí mismo. En los salones de Madrid, entre reuniones económicas y encuentros de alto nivel, el sultán de Omán proyecta la imagen de una nación que busca su lugar en el nuevo orden mundial. Omán mira al futuro con paso lento pero seguro, y Haitham bin Tariq es, por ahora, su rostro más visible y su voz más prudente.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                    	
                                        
                                                                                                                                                                        
    
    
	
    
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El sultán de Omán, Haitham bin Tariq Al Saʿīd, ha llegado a España en visita oficial con la serenidad de quien encarna una tradición dinástica y la determinación de un líder que busca abrir su país al siglo XXI. Nacido en Mascate (Omán) en 1955, miembro de la familia Al Bu Saʿīd —que gobierna el sultanato desde el siglo XVIII—, Haitham bin Tariq se formó en un ambiente que combina lo local con lo cosmopolita. Estudió en la escuela Saʿīdiyya de Mascate, continuó su educación en el Broumana High School de Líbano y completó su preparación en la Universidad de Oxford, en el Pembroke College, dentro del Foreign Service Programme. Aquella formación, pensada para formar a los futuros diplomáticos omaníes, forjó en él una mentalidad moderada, dialogante y orientada a la estabilidad.
Su carrera política fue larga antes de ascender al trono. Ocupó cargos clave en el Ministerio de Exteriores, primero como subsecretario para Asuntos Políticos (1986-1994) y después como secretario general (1994-2002), hasta que fue designado ministro de Patrimonio y Cultura, cargo que ejerció durante casi dos décadas. En ese tiempo, presidió comités de desarrollo nacional y fue uno de los principales arquitectos de la visión estratégica “Omán 2040”, un plan para modernizar la economía, diversificar ingresos y reducir la dependencia del petróleo. También mostró interés por la gestión institucional y por el deporte, al haber presidido la Asociación de Fútbol de Omán en los años ochenta.
La muerte de su primo Qaboos bin Said en enero de 2020 le condujo al trono en una transición modélica, pacífica y rápida que confirmó la continuidad institucional del sultanato. En su primer discurso, Haitham prometió seguir la línea de prudencia y neutralidad que definió el reinado de Qaboos, basada en la no injerencia y en el respeto a la soberanía de los Estados. Su objetivo: mantener a Omán como un interlocutor de confianza en una región a menudo sacudida por tensiones. Desde entonces, su liderazgo ha buscado equilibrar modernización y tradición, reforma económica y cohesión social.
El mandato de Haitham bin Tariq se ha centrado en abrir Omán al mundo sin romper su equilibrio interno. Ha impulsado una política de diversificación productiva, apoyando el turismo, la logística y las energías renovables, a la vez que introduce reformas administrativas y legales para fortalecer la eficiencia del Estado. En el terreno exterior, mantiene una posición pragmática y mediadora: Omán ha servido de puente entre potencias regionales y occidentales, entre Irán y Arabia Saudí, entre Estados Unidos y Yemen. Esa diplomacia discreta, basada en la confianza y la moderación, ha sido uno de los grandes activos del país.
La visita oficial a España marca un nuevo paso en esa apertura. Omán busca reforzar sus lazos con Europa y España se presenta como un socio idóneo en ámbitos como las energías renovables, la gestión de infraestructuras portuarias y la colaboración cultural y turística. Ambos países comparten intereses estratégicos en la transición energética y en la proyección mediterránea hacia el Golfo. La presencia de Haitham en Madrid, más allá del protocolo, refleja la intención de Omán de ampliar su horizonte diplomático y económico hacia Occidente, consolidando su papel de actor de equilibrio en el mundo árabe.
Haitham bin Tariq es considerado un monarca sereno, de estilo administrativo y visión tecnocrática, más propenso a la planificación que a la retórica. Cultiva una imagen de sobriedad y eficiencia, y suele apelar a los valores de unidad y trabajo colectivo. A sus setenta años, su reto es mantener la cohesión interna en un país joven y dar a Omán una identidad moderna sin renunciar a su alma islámica y marítima.
La visita a España es, así, más que un gesto diplomático: es una declaración de intenciones de un país que se redefine sin renunciar a sí mismo. En los salones de Madrid, entre reuniones económicas y encuentros de alto nivel, el sultán de Omán proyecta la imagen de una nación que busca su lugar en el nuevo orden mundial. Omán mira al futuro con paso lento pero seguro, y Haitham bin Tariq es, por ahora, su rostro más visible y su voz más prudente.











