El exasesor del ex-ministro José Luis Ábalos, Koldo García, ha roto su silencio y ha sacudido el panorama político con una doble confesión realizada al digiotal OkDiario: asegura que escuchó al entonces secretario general del PSOE —Pedro Sánchez— aludir a una aportación de 100.000 euros procedente de su suegro para financiar las primarias de 2017, y además revela que parte del financiamiento se obtuvo mediante una práctica que él califica de “pitufeo”, utilizando donaciones fraccionadas de simpatizantes e inmigrantes en pequeñas cantidades.

¿Qué dice Koldo en su entrevista?

• Según García, en una conversación entre Sánchez y su exasesor interno, Paco Salazar, se aseguró que el suegro de Sánchez —identificado en la información como Sabiniano Gómez— iba a aportar 100.000 €. “Eso ya está hecho, ya está gestionado”, habrían dicho. 

• Sobre el sistema de “pitufeo”, Koldo García explica que se pedían aportaciones fraccionadas para evadir límites legales. Él declara que recibía cantidades de “1.000 o 2.000 euros” y las fragmentaba en ingresos de 300 euros —cada uno ingresado por diferentes personas— para evitar levantar sospechas. “Entrega tú, tú, tú y tú”, habría ordenado a quienes participaban. 

• Entre quienes participaron en esos ingresos fraccionados, según Koldo, había simpatizantes del partido, afiliados, y también inmigrantes de nacionalidades como rumana, marroquí y sudamericana 

El contexto: investigaciones y cargos

Koldo García se encuentra hoy bajo investigación como parte del llamado Caso Koldo (también conocido como “Caso Ábalos”), por delitos que incluyen pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, malversación y uso de información privilegiada. Hoy ha ingresado en la cárcel y, de llegar a ser condenado, podría enfrentarse a más de 19 años y medio de prisión. 

Qué implicaciones tiene este relato

Si las acusaciones se confirman, se trataría de un escándalo más de financiación irregular de un proceso interno del PSOE con posibles redes de donaciones opacas —y, en parte, usando mecanismos de “pitufeo” con ciudadanos vulnerables, especialmente inmigrantes—.

Además, la mención de un supuesto aporte de 100.000 € por parte del suegro de Pedro Sánchez —si proviene de negocios como el de la prostitución, como insinúa la acusación en los testimonios— podría abrir un debate sobre la ética y legitimidad de los fondos utilizados. 

El relato de Koldo vuelve a poner en el centro del debate la transparencia en la financiación de partidos y procesos internos, y añade un elemento de gravedad social: la posible utilización de inmigrantes, algunos en situación vulnerable, para desviar el rastro del dinero.

Por su parte, el ex ministro José Luis Ábalos afirma en una entrevista concedida a El Mundo, horas antes de su comparecencia ante el Tribunal Supremo que terminó con su ingreso en prisión sin fianza, que es víctima de indefensión, persecución política y trato desigual dentro del llamado caso Koldo. Sostiene que sería el primer diputado español en entrar en prisión y que su encarcelamiento sería utilizado como ejemplo, pese a que otros implicados, como Santos Cerdán, han salido de la cárcel a pesar de tener, según él, mayor responsabilidad. Asegura tener solo 6.000 euros en el banco y considera que cualquier fianza sería una maniobra para encarcelarlo. Defiende que no existe riesgo de fuga, afirma no haber salido del país en dos años, tener trabajo en el Congreso y obligaciones familiares, y denuncia que la justicia se está “cebando” con él hasta convertirlo en el “pimpampum” del caso.

Ábalos acusa directamente al Gobierno y a La Moncloa de ir “a por todas” contra él para evitar que se investiguen las relaciones entre Air Europa y la esposa del presidente, Begoña Gómez. Afirma que investigar a la aerolínea sería “abrir el melón” que llevaría inevitablemente a ella y considera incomprensible que Air Europa no esté imputada si, como sostiene la Fiscalía, le pagó unas vacaciones vinculadas al rescate de la compañía. Asegura que su imputación por presunto cohecho no se sostiene mientras no se impute también “al que paga”, y critica que figuras como Ángel Víctor Torres o la mujer de Koldo, Jéssica, no hayan sido imputadas pese a tener, en su opinión, más elementos en su contra. Acusa además al empresario Juan Carlos Cueto de haber “desaparecido” del procedimiento con la complicidad del sistema.

El ex número dos del PSOE critica duramente al juez Puente por, según él, vulnerar su inmunidad parlamentaria y por investigar hechos que no estaban incluidos en el suplicatorio aprobado por el Congreso, lo que a su juicio debería llevar a la nulidad del juicio.

Afirma haber sido sometido a una instrucción desequilibrada, basada casi exclusivamente en informes de la UCO y sin pruebas sólidas más allá de la declaración de Víctor de Aldama. Denuncia que su caso se ha convertido en un escándalo político amplificado por elementos sensacionalistas y por el intento, según él, de fabricar un nuevo “caso ERE”. Confiesa sentirse desbordado por la magnitud del proceso y asegura vivir como una ficción el hecho de que la Fiscalía esté pidiendo para él 24 años de cárcel.