La Comisión de Interior del Congreso ha aprobado una iniciativa de UPN para poner fin a los homenajes públicos a miembros de ETA. La propuesta salió adelante gracias al apoyo de PP y Vox, frente al voto en contra de PSOE y Sumar, que defendieron que no todo lo moralmente reprobable puede tipificarse como delito.

El diputado de UPN, Alberto Catalán, planteó en su proposición no de ley que el Congreso condenara todos los actos de “apoyo o enaltecimiento” del terrorismo que reivindican a ETA, así como los homenajes a sus terroristas y asesinos presos que, según señaló, continúan celebrándose “especialmente en los meses de verano”, también en 2025. Además, el texto de los regionalistas navarros instaba al Gobierno a reforzar su compromiso con la reparación de las víctimas del terrorismo, “evitando humillaciones y ataques a su memoria, y estableciendo medidas para sancionar y acabar con los actos de apoyo, enaltecimiento y homenaje a los terroristas”.

Catalán cuestionó por qué el Gobierno sigue “mirando para otro lado” y apeló a una elección moral entre víctimas y verdugos. “Votar en contra es ponerse del lado de los verdugos”, afirmó. PSOE y Sumar, que votaron en contra —al igual que PNV y EH Bildu, que se limitaron a participar en la votación—, se remitieron a las resoluciones judiciales que no consideran delito este tipo de actos. Ambos partidos insistieron en que los homenajes a etarras son condenables desde un punto de vista ético, pero no necesariamente punibles penalmente.

El portavoz socialista de Interior, David Serrada, argumentó que la iniciativa “no ayuda a buscar una solución efectiva”, recordando que la mayoría de denuncias contra estos homenajes terminan archivadas y subrayando que “la política de seguridad no se construye con generalizaciones, sino con rigor”. 

Enrique Santiago, portavoz de Sumar y diputado de IU, añadió que “los homenajes a etarras han caído en picado”, y reprochó que se “fomenten problemas que no existen”. También criticó los homenajes a la dictadura franquista y sostuvo que la iniciativa de UPN “sólo condena una violencia, no la otra”.

Reproches desde las víctimas de ETA

Las explicaciones de Serrada y Santiago, centradas en los ongi etorris —los actos de bienvenida a etarras excarcelados—, contrastan con las denuncias reiteradas del Colectivo de Víctimas del Terrorismo. Covite registró entre enero y junio un total de 141 actos de apoyo a ETA en Euskadi y 27 en Navarra, y durante las fiestas del verano pasado contabilizó otros 135 y 30, respectivamente.

Tanto Covite como la Fundación Fernando Buesa consideran “desoladora” la “inacción o negativa” de algunos grupos políticos a impulsar medidas sancionadoras contra el enaltecimiento de ETA. Tras lo sucedido en la comisión de Interior, ambas organizaciones reclamaron en redes sociales un “consenso básico” que reconozca que “enaltecer el terrorismo es inmoral e inadmisible”.

Estas entidades admiten que los homenajes a miembros de ETA no constituyen delito, como ha determinado la Audiencia Nacional en numerosas ocasiones al archivar sus denuncias. Reconocen igualmente que los ongi etorris dejaron de celebrarse en 2022 debido a la presión social y política, pero advierten de que “no son la única forma de enaltecimiento”. Señalan que siguen apareciendo pintadas, pancartas, concentraciones, marchas y homenajes a etarras fallecidos. “El ensalzamiento de miembros de ETA continúa siendo, por desgracia, habitual en el espacio público de Euskadi y Navarra”, subrayan.

Por ello, reclaman desde hace tiempo un régimen sancionador específico para quienes organizan o participan en estas acciones. Y recuerdan que, del mismo modo que existe un régimen sancionador contra el enaltecimiento del franquismo —medida que apoyan—, debería establecerse otro para combatir el enaltecimiento del terrorismo.