La Francia de Emmanuel Macron
Orange cierra temporalmente sus oficinas en Marsella por miedo a la violencia del narcotráfico
![[Img #29306]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/12_2025/7314_screenshot-2025-12-01-at-10-45-53-esto-no-es-una-buena-senal-los-empleados-de-orange-volveran-a-la-oficina-de-marsella-antes-de-navidad-familiardesuicida.png)
Algo nunca visto. La violencia ligada al narcotráfico obliga a Orange, uno de los operadores de telecomunicaciones más importantes del mundo, a cerrar su principal centro en Marsella. Desde hace unos días, el centro operativo de Orange, situado en el distrito 3 de la ciudad, en el barrio de Saint-Mauront, permanecerá cerrado hasta el 15 de diciembre, ya que sus 1.200 empleados están en peligro. La dirección ha tomado esta decisión «debido», según afirma, «a los repetidos incidentes violentos ocurridos en la vía pública en los últimos días y al aumento de las tensiones en el barrio», ligadas siempre al narcotráfico.
El pasado jueves marcó un punto de inflexión. Se produjo un tiroteo bajo las ventanas de este centro industrial, situado en el número 93 de la calle Félix-Pyat, frente a un barrio del mismo nombre, conocido por ser un lugar de tráfico ilegal de drogas. «En las oficinas se oyeron los disparos. El personal estaba aterrorizado», describe Jérôme Bissey, delegado sindical de CFDT Orange Grand Sud Est. Para él, este suceso era casi previsible. «Llevamos semanas dando la voz de alarma sobre la inseguridad que afecta a este sector, donde ya en octubre del año pasado se produjo un tiroteo», subraya, refiriéndose a «ajustes de cuentas, peleas y tráfico de drogas».
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Algo nunca visto. La violencia ligada al narcotráfico obliga a Orange, uno de los operadores de telecomunicaciones más importantes del mundo, a cerrar su principal centro en Marsella. Desde hace unos días, el centro operativo de Orange, situado en el distrito 3 de la ciudad, en el barrio de Saint-Mauront, permanecerá cerrado hasta el 15 de diciembre, ya que sus 1.200 empleados están en peligro. La dirección ha tomado esta decisión «debido», según afirma, «a los repetidos incidentes violentos ocurridos en la vía pública en los últimos días y al aumento de las tensiones en el barrio», ligadas siempre al narcotráfico.
El pasado jueves marcó un punto de inflexión. Se produjo un tiroteo bajo las ventanas de este centro industrial, situado en el número 93 de la calle Félix-Pyat, frente a un barrio del mismo nombre, conocido por ser un lugar de tráfico ilegal de drogas. «En las oficinas se oyeron los disparos. El personal estaba aterrorizado», describe Jérôme Bissey, delegado sindical de CFDT Orange Grand Sud Est. Para él, este suceso era casi previsible. «Llevamos semanas dando la voz de alarma sobre la inseguridad que afecta a este sector, donde ya en octubre del año pasado se produjo un tiroteo», subraya, refiriéndose a «ajustes de cuentas, peleas y tráfico de drogas».












