La investigación comenzó el pasado mes de mayo, cuando se constató la existencia de una célula “hawalla” en una vivienda situada en la madrileña localidad de Rivas Vaciamadrid. Tras varias gestiones, los agentes pudieron comprobar que en ese inmueble se acumulaban grandes cantidades de dinero en efectivo, presuntamente vinculado con la financiación del narcotráfico internacional, y que posteriormente era distribuido hacia diferentes puntos de España.

Además, los investigadores constataron que los moradores de la vivienda eran empleados a sueldo de un líder “hawalladar”, quien tenía una vasta cartera de clientes dedicados al narcotráfico internacional que necesitaban transferir grandes cantidades de efectivo de un país a otro, dinero procedente de la venta de estupefacientes a gran escala.

La organización actuaba como una “entidad bancaria para el narco” a través de la “hawalla”. De esta forma, cuando los clientes realizaban una venta de droga en el extranjero y reciben el pago allí, recurren a este “hawalladar” o “cambista” para que recoja el dinero que han generado en el extranjero y les devuelva la misma cantidad -salvo la comisión que se lleva por hacer la transferencia- en algún punto de la geografía español donde lo soliciten. El dinero transferido se incorporaba el flujo legal del dinero o se utilizaba para la reinversión en nuevas partidas de droga.

Los empleados de la organización recorrían cientos de kilómetros a diario, en viajes de ida y vuelta en el mismo día, solamente para hacer las entregas de dinero, transportando los billetes precintados y escondidos en compartimentos ocultos (caletas) que tenían instaladas en los vehículos que utilizaban.

Finalmente se llevó a cabo la explotación operativa mediante la entrada y registro de ocho inmuebles en Madrid (4), Huelva (2), Guadalajara y Málaga –entre ellos  el domicilio del líder así como la vivienda de Rivas Vaciamadrid donde se  almacenaban grandes cantidades de efectivo-. Como resultado total, los agentes intervinieron más de 500.000 euros en efectivo, 15 relojes de lujo, dos armas de fuego cortas, más de 170 cartuchos de 9mm y ocho vehículos de alta gama.

Durante la investigación han sido detenidas 16 personas en Madrid (8), Huelva (3), Guadalajara (2), Málaga, Barcelona y Valencia relacionadas con los hechos investigados, ingresando seis de ellas en prisión provisional.

Informe / Hawalla: Dentro de la célula financiera más invisible del mundo

En los sótanos de un locutorio cualquiera, detrás de cajas de móviles y paquetes de mensajería que nadie reclama, suele esconderse uno de los engranajes más discretos del crimen global: la célula hawalla. No tiene rostro, no tiene oficinas y no deja huellas digitales en el sistema bancario. Y, sin embargo, mueve miles de millones cada año, conectando Europa, Oriente Medio, África y Asia con una precisión milimétrica que envidiaría cualquier banco multinacional.

1. Qué es una célula hawalla: anatomía del fantasma

A diferencia de las redes de blanqueo tradicionales, una célula hawalla no necesita estructuras complejas ni grandes volúmenes de documentación. Basta con tres elementos:

• Un hawaladar (operador) en el país de origen.

• Un hawaladar conectado en el país destino.

• Una red de compensación comercial para cuadrar cuentas más adelante.

Entre ambos extremos, la célula puede ser tan pequeña como dos personas o tan grande como una red continental con decenas de nodos.

Su fuerza reside en la confianza. El sistema funciona desde hace mil años, antes de que existieran fronteras modernas. Un apretón de manos, un número, una palabra clave y el dinero viaja sin viajar.

La policía lo describe como “el sistema financiero perfecto para quien no quiere ser visto”.

2. Cómo funciona por dentro: el mecanismo invisible

A primera vista, un envío hawalla parece simple: alguien entrega 10.000 euros en Madrid y un receptor, por ejemplo en Dubái o Kabul, recoge su equivalente en horas. Nada viaja. Nada se registra.

Pero el corazón del sistema está en la compensación, el auténtico arte de la hawala:

1. El hawaladar español entrega el dinero físico.

2. El hawaladar extranjero paga al receptor con fondos propios.

3. Ambos ajustan cuentas semanas o meses después, normalmente de tres formas:

   • Import–export ficticio: se declaran mercancías nunca enviadas o se inflan precios.

   • Diamantes, oro o electrónica: bienes fáciles de mover y revalorizar.

   • Pago en terceros países: triangulación para borrar el rastro.

Es una ingeniería financiera primitiva pero terriblemente eficaz.

3. ¿Quiénes las utilizan? El mapa de actores

Hoy, las células hawalla se han convertido en un vehículo clave para tres universos distintos:

a) Terrorismo yihadista

Grupos islamistas como Al-Qaeda, ISIS o facciones afganas dependen del sistema para:

• Pagar captadores en Europa.

• Enviar fondos a campos de entrenamiento.

• Proteger identidades en países vigilados.

Un movimiento bancario puede destruir una red; un movimiento hawalla no deja trazas.

b) Crimen organizado internacional

Carteles afganos, redes de heroína en Turquía, clanes pakistaníes en Reino Unido y mafias africanas utilizan la hawala para:

• Mover beneficios del narcotráfico sin bancos.

• Pagar a intermediarios corruptos.

• Comprar mercancía ilícita.

c) Comunidades migrantes

La hawala permite enviar remesas rápidas y baratas. Pero esta capa inocente sirve de cobertura perfecta para actividades ilegales infiltradas en la misma red.

4. Cómo se infiltra una célula hawalla: métodos y riesgos

Infiltrar una red hawalla es uno de los trabajos más arriesgados dentro de las unidades antiterroristas y de investigación económica.

Los principales métodos son:

1) Agentes encubiertos

Un policía se hace pasar por empresario o por miembro de una comunidad migrante. Establece relación con un hawaladar y realiza envíos pequeños para ganar confianza.

Riesgo: las células hawalla usan reconocimiento comunitario —si no te conocen, no existes— y la infiltración puede implicar meses o años.

2) Seguimiento de comercios import–export

Muchas células operan desde:

• Tiendas de electrónica

• Locutorios

• Pequeños supermercados

• Empresas de envío de paquetes

• Mayoristas de ropa

Un cambio brusco de mercancía o patrones de importación puede delatar un ajuste de cuentas hawala.

3) Análisis de comunicaciones

Aunque el sistema es verbal, a veces se utilizan:

• Códigos por WhatsApp

• Fotografías efímeras

• Mensajes cifrados o notas manuscritas que se destruyen

La policía busca patrones: números repetidos, frases cortas, alias compartidos.

4) Intervención física del dinero

La mayoría de las células necesitan cash. Mucho cash.
Detectar grandes ingresos en efectivo, movimientos inusuales en comercios pequeños o alijos de billetes puede abrir una pista crítica.

6. Por qué las autoridades consideran estas células una amenaza híbrida

Las células hawalla combinan:

• Discreción ancestral

• Velocidad digital

• Opacidad financiera absoluta

Son prácticamente indetectables para los algoritmos bancarios y, al mismo tiempo, poseen una capilaridad comunitaria que hace difícil su desarticulación sin tensiones sociales.

Para Europol, la hawala es hoy un vector clave en economía paralela, financiación ilícita y tráfico de bienes estratégicos. La describen como “la sombra económica que acompaña a la globalización”.

7. La pregunta final: ¿se puede erradicar?

Expertos coinciden en que erradicar la hawala es imposible. Es parte cultural y económica de amplias comunidades desde hace siglos.

Lo que sí puede hacerse es:

• Regular a hawaladars registrados

• Vigilar comercio de compensación

• Cruzar datos migratorios, mercantiles y aduaneros

• Fomentar sistemas de remesas oficiales más baratos

Pero mientras existan países en guerra, desigualdades de acceso a la banca y economías sumergidas, la célula hawalla seguirá viva. Silenciosa. Eficaz. Invisible.